Los testigos de Jehová realizan actividades religiosas y humanitarias en más de 200 países y territorios. Pero solo 35 de estos reciben suficientes donaciones de los hermanos locales para cubrir sus propios gastos. Entonces, ¿qué pasa en los lugares donde hay menos recursos?
El Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová analiza las actividades y necesidades espirituales de todos los Testigos del mundo. Los fondos que se reciben se administran con mucho cuidado. Si una sucursal recibe más dinero del que necesita, envía lo que les sobra a otras sucursales a las que les haga falta. Esto se hace siguiendo el ejemplo de los primeros cristianos. Ellos usaron lo que les sobraba para ayudar a otros cristianos que no tenían lo suficiente, y así lograron que hubiera “un equilibrio” (2 Corintios 8:14).
¿Cómo se sienten los hermanos que reciben los fondos que les sobran a otras sucursales? En Tanzania, por ejemplo, donde más de la mitad de la población vive con menos de 2 dólares al día, se utilizó el dinero para renovar el Salón del Reino de la congregación Mafinga. Los hermanos de esta congregación dijeron: “Desde que arreglaron el salón, nuestra asistencia ha aumentado muchísimo. Les damos muchas gracias a la organización de Jehová y a la hermandad mundial por su generosidad. Ahora tenemos un lugar muy bonito para adorar a Jehová”.
Debido a la pandemia del COVID-19, algunos hermanos de Sri Lanka no han tenido suficiente alimento. Entre ellos se encuentra la hermana Imara Fernando y su pequeño hijo Enosh. Pero, gracias a las donaciones de otros países, recibieron la ayuda que necesitaban. Luego, ellos hicieron una tarjeta y escribieron: “Les damos las gracias a los hermanos que nos demostraron tanto amor durante estos tiempos difíciles. Estamos muy contentos de formar parte de esta familia y seguimos orando para que Jehová siga ayudando a todos los hermanos en estos últimos días”.
Sin importar dónde vivan nuestros hermanos, a todos les encanta compartir lo que tienen. Enosh, por ejemplo, se hizo su propia cajita de contribuciones para poder donar y ayudar a las familias que más lo necesitan. Guadalupe Álvarez también es muy generosa. Ella vive en una zona de México en donde la mayoría de la gente no recibe un ingreso de forma regular y solo unos pocos ganan el salario mínimo. Sin embargo, ella hace todo lo que puede por ayudar. Guadalupe comenta: “Le agradezco a Jehová su amor y bondad. Sé que mis donaciones, junto con las de otros, serán muy útiles para los hermanos que la están pasando mal”.
Las sucursales que envían dinero están muy contentas de poder hacerlo. Anthony Carvalho, del Comité de Sucursal de Brasil, comenta: “Durante muchos años, otras sucursales tuvieron que ayudarnos económicamente. Gracias a este apoyo, la obra ha crecido muchísimo. Ahora nuestra situación económica ha cambiado y tenemos el honor de ayudar a otros. Los hermanos ven la predicación como una obra mundial y se dan cuenta de que pueden colaborar, como buenos discípulos de Cristo”.
¿Cómo pueden los testigos de Jehová ayudar a sus hermanos que están pasando necesidad? Lo mejor es que donen a la obra mundial y no envíen el dinero a las sucursales de otros países. Pueden hacer donaciones en la caja de contribuciones de la congregación que dice “Obra mundial” o a través de donate.pr418.com. Todas sus donaciones son muy valiosas.