YOMARA, Marcelo e Hiver son tres hermanos ciegos que viven en un pequeño pueblo de Guatemala. Yomara comenzó a estudiar la Biblia con los Testigos, y después sus hermanos también decidieron estudiar. Pero había un obstáculo: no sabían leer braille. Así que su maestro tenía que leerles los párrafos y los textos bíblicos.

Ir a las reuniones también era todo un reto. El Salón del Reino más cercano estaba a 40 minutos, y ellos no podían viajar solos hasta allá. Por eso, los hermanos de la congregación se turnaban para llevarlos a las reuniones. Y, cuando los tres comenzaron a participar en el programa de las reuniones de entre semana, los hermanos los ayudaban a aprenderse de memoria lo que tenían que decir.

En mayo de 2019, los Testigos empezaron a celebrar reuniones en su pueblo, y resulta que un matrimonio de precursores regulares se había mudado allí. Esta pareja se puso la meta de enseñarles a los tres hermanos a leer y escribir braille, aunque ellos tampoco sabían cómo hacerlo. Así que fueron a una biblioteca para aprender el sistema braille y los métodos que se usan para enseñarlo.

En tan solo unos meses los tres hermanos ya podían leer braille con facilidad, y eso les permitió progresar aún más en sentido espiritual. a Yomara, Marcelo e Hiver ahora son precursores regulares, y Marcelo es siervo ministerial. Les dedican mucho tiempo a las actividades espirituales cada semana. Tienen tanto entusiasmo que es contagioso.

Los tres hermanos están muy agradecidos por todo lo que la congregación ha hecho por ellos y por el amor que les han mostrado. “Desde el día que los conocimos, los hermanos nos mostraron amor verdadero”, dice Yomara. Y Marcelo añade: “Tenemos muy buenos amigos en nuestra congregación y formamos parte de una hermandad internacional unida por el amor”. Yomara y sus hermanos desean con todas sus fuerzas que llegue el día en el que puedan ver la Tierra transformada en un paraíso (Sal. 37:10, 11; Is. 35:5).