RESUMEN: Haga pensar a sus oyentes. Logre que sientan que han aprendido algo provechoso.
CÓMO HACERLO
Tenga en cuenta lo que sus oyentes ya saben. En vez de limitarse a repetir lo que ya han oído en otras ocasiones, ayúdelos a ver el tema desde un nuevo ángulo.
Investigue y medite. Si le es posible, incluya detalles menos conocidos o sucesos recientes para explicar un punto principal. Piense detenidamente en ese punto y en cómo se relaciona con la información que desea incluir.
Muestre cómo poner en práctica la información. Explique cómo los principios bíblicos pueden ayudar a sus oyentes en el día a día. Mencione situaciones, actitudes y actividades que sus oyentes conozcan.