ARTÍCULO DE ESTUDIO 35
Sigan “edificándose unos a otros”
“Sigan animándose unos a otros y edificándose unos a otros” (1 TES. 5:11).
CANCIÓN 53 Sirvamos a Dios en unidad
AVANCE a
1. Según 1 Tesalonicenses 5:11, ¿en qué obra participamos todos?
¿HA PARTICIPADO su congregación en la construcción o en la renovación de un Salón del Reino? Si es así, seguro que recuerda la primera reunión. Su corazón estaba lleno de gratitud a Jehová. Quizás estaba tan emocionado que hasta le costó mucho cantar la primera canción. Sin duda, nuestros hermosos Salones del Reino le dan gloria a Jehová. Pero hay otra clase de construcción que produce resultados más valiosos que cualquier edificio y que le da todavía más gloria a Jehová: la edificación de las personas que se reúnen en esos lugares. El apóstol Pablo se refirió a esta edificación espiritual cuando escribió las palabras del texto temático, 1 Tesalonicenses 5:11 (léalo).
2. ¿Qué veremos en este artículo?
2 Para aprender a edificar a nuestros hermanos, podemos fijarnos en el excelente ejemplo del apóstol Pablo. Él sabía ponerse en el lugar de los demás. En este artículo veremos cómo ayudó a sus compañeros cristianos a soportar las pruebas, a estar en paz unos con otros y a fortalecer su fe en Jehová. Veamos cómo podemos seguir su ejemplo (1 Cor. 11:1).
PABLO AYUDÓ A SUS HERMANOS A SOPORTAR LAS PRUEBAS
3. ¿Qué punto de vista equilibrado tenía Pablo?
3 Pablo amaba muchísimo a sus hermanos. Y, como él mismo había pasado por muchas situaciones difíciles, podía tratar con compasión y empatía a quienes enfrentaban pruebas. En cierta ocasión, se quedó sin dinero y tuvo que ponerse a trabajar para conseguir lo necesario para él y sus compañeros (Hech. 20:34). Su oficio era hacer tiendas de campaña. Cuando llegó a Corinto trabajó con Áquila y Priscila, que tenían el mismo oficio. Pero “todos los sábados” les predicaba a judíos y a griegos. Y, cuando llegaron Silas y Timoteo, “Pablo se dedicó por completo a predicar la palabra” (Hech. 18:2-5). Así que el apóstol siempre tuvo claro que lo principal en su vida era servir a Jehová. Era un hombre trabajador que tenía autoridad moral para animar a los hermanos y aconsejarles que no permitieran que las presiones de la vida y la necesidad de mantener a la familia los llevaran a descuidar lo más importante, todo lo relacionado con nuestra adoración (Filip. 1:10).
4. ¿Cómo ayudaron Pablo y Timoteo a sus hermanos a aguantar la persecución?
4 Poco después de formarse la congregación de Tesalónica, se desató una fuerte oposición contra aquellos nuevos cristianos. Cuando una chusma de gente malvada no halló a Pablo y a Silas, se llevó “a rastras ante los gobernantes de la ciudad” a algunos hermanos. Gritaba: “Estos hombres actúan en contra de los decretos de César” (Hech. 17:6, 7). ¿Nos imaginamos lo asustados que debieron sentirse aquellos nuevos cristianos al ver que la gente de su ciudad se había vuelto en su contra? Eso podía hacer que se enfriara su entusiasmo por servir a Jehová. Pero Pablo no quería que eso pasara. Aunque él y Silas tuvieron que irse, se aseguraron de que la nueva congregación estuviera bien atendida. Más adelante, el apóstol les recordó a los tesalonicenses: “Les enviamos a Timoteo […] para que los hiciera firmes y los consolara para el bien de su fe, a fin de que nadie se tambalee debido a estas dificultades” (1 Tes. 3:2, 3). Es muy probable que Timoteo hubiera sufrido en carne propia la persecución mientras vivía en Listra. Había visto cómo Pablo fortaleció a los cristianos de esa ciudad y el apoyo que Jehová les dio. Así que podía transmitirles a sus nuevos hermanos la seguridad de que todo saldría bien (Hech. 14:8, 19-22; Heb. 12:2).
5. ¿Qué buen efecto tuvo en Bryant la ayuda que recibió de un anciano?
5 ¿Qué más hizo Pablo para fortalecer a sus hermanos? Cuando él y Bernabé volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, “nombraron ancianos en cada congregación” (Hech. 14:21-23). Sin duda, aquellos hombres nombrados animaron mucho a las congregaciones, igual que los ancianos de la actualidad. Fijémonos en lo que dice un hermano llamado Bryant: “Cuando cumplí 15 años, mi papá se fue de la casa y expulsaron a mi mamá. Me sentía abandonado y hundido”. ¿Qué lo ayudó en esa época tan difícil? Él dice: “Un anciano llamado Tony hablaba conmigo en las reuniones y también en otros momentos. Me contaba experiencias de hermanos que habían pasado por pruebas sin perder la felicidad. Me leía Salmo 27:10 y muchas veces me hablaba de Ezequías, que sirvió fielmente a Jehová aunque su padre no fue un buen ejemplo”. ¿Qué efecto tuvo en Bryant el apoyo que recibió? Él dice: “Gracias al ánimo que Tony me dio, más adelante empecé a servir a tiempo completo, y eso me ha dado grandes alegrías”. Ancianos, estén pendientes de los hermanos que, como Bryant, necesiten “una buena palabra” de ánimo (Prov. 12:25).
6. ¿Cómo usó Pablo las historias de siervos de Dios del pasado para animar a otros?
6 Pablo les recordó a sus hermanos que una gran “nube de testigos” había logrado soportar toda clase de situaciones difíciles gracias a las fuerzas que Jehová les dio (Heb. 12:1). Sabía que las historias de esos siervos fieles del pasado los ayudarían a ser valientes y a estar centrados en la “ciudad del Dios vivo” (Heb. 12:22). Y también pueden ayudarnos a nosotros. ¿Quién no se ha sentido animado al leer cómo Jehová ayudó a Gedeón, Barac, David, Samuel y muchos otros? (Heb. 11:32-35). Y lo mismo nos pasa con los ejemplos de fe de nuestros días. En la central mundial se reciben muchas cartas de hermanos y hermanas que sienten que su fe se ha fortalecido al leer la biografía de un siervo fiel de Jehová de la actualidad.
PABLO LES MOSTRÓ A SUS HERMANOS CÓMO ESTAR EN PAZ UNOS CON OTROS
7. ¿Qué nos enseña lo que aconsejó Pablo en Romanos 14:19-21?
7 Otra manera de edificar a nuestros hermanos es fomentando la paz en la congregación. No permitimos que las diferencias de opinión nos dividan ni insistimos en nuestros derechos cuando no se viola un principio bíblico. Veamos algo que pasó en la congregación de Roma, donde había cristianos judíos y de otras naciones. Como la Ley de Moisés se había anulado, ya no estaba prohibido comer ciertos alimentos (Mar. 7:19). Algunos cristianos judíos se sentían cómodos comiendo todo tipo de alimentos. Pero para otros cristianos judíos eso era algo impensable. Y este asunto dividió la congregación. Pablo destacó la importancia de mantener la paz y les dijo: “Es mejor no comer carne ni beber vino ni hacer nada que haga tropezar a tu hermano” (lea Romanos 14:19-21). Con sus palabras ayudó a sus hermanos a ver que estos conflictos podían hacerles mucho daño a ellos personalmente y a la congregación. Él mismo estuvo dispuesto a cambiar su forma de actuar para no hacer tropezar a otros (1 Cor. 9:19-22). Igual que Pablo, nosotros podemos edificar a los demás y mantener la paz si no peleamos por cuestiones de gusto personal.
8. ¿Qué hizo Pablo cuando un asunto importante amenazó la paz de la congregación?
8 Ahora bien, ¿y si hay diferencias de opinión respecto a asuntos importantes? Para mantener la paz, podemos fijarnos en el buen ejemplo de Pablo. En la congregación del siglo primero había quienes insistían en que los hombres que no eran judíos y se hacían cristianos debían circuncidarse, quizás para que la gente no los criticara (Gál. 6:12). Aunque Pablo no estaba en absoluto de acuerdo con esa manera de pensar, no quiso imponer su opinión, sino que con humildad llevó el asunto ante los apóstoles y los ancianos de Jerusalén (Hech. 15:1, 2). Con su forma de manejar la situación, contribuyó a mantener la paz y la felicidad de la congregación (Hech. 15:30, 31).
9. ¿Qué podemos hacer para seguir el ejemplo de Pablo?
9 Si surge un desacuerdo grave, podemos fomentar la paz buscando la guía de los hermanos que Jehová ha nombrado para cuidar de la congregación. Por lo general, hallaremos guía basada en la Biblia en nuestras publicaciones y en las pautas de la organización. Si nos centramos en seguir esas instrucciones en vez de promover nuestras opiniones personales, contribuiremos a que haya paz en la congregación.
10. ¿De qué otra manera fomentó Pablo la paz en la congregación?
10 Pablo fomentó la paz de otra manera. En lugar de destacar las faltas de los hermanos, se centró en sus buenas cualidades. Por ejemplo, antes de terminar su Carta a los Romanos, mencionó a muchos cristianos y cristianas, y en la mayoría de los casos añadió un comentario positivo o algún detalle personal sobre ellos. ¿Cómo podemos imitar su ejemplo? Hablando abiertamente de las buenas cualidades que vemos en los demás. De esta manera, contribuimos a que los hermanos se quieran más y sean mejores amigos.
11. ¿Cómo podemos recuperar la paz cuando surgen desacuerdos?
11 Puede que a veces hasta los cristianos maduros tengan un desacuerdo o incluso una discusión con otros. Eso les pasó a Pablo y a Bernabé, que eran buenos amigos. El motivo de su desacuerdo fue si debían llevar o no a Marcos en su siguiente viaje misional. ¿Cómo acabó la discusión? La Biblia dice: “Esto provocó un fuerte estallido de ira, y cada uno se fue por su lado” (Hech. 15:37-39). Pero Pablo, Bernabé y Marcos arreglaron las cosas. Así demostraron que para ellos la paz y la unidad de la congregación eran muy importantes. Tiempo después, Pablo habló bien de Bernabé y de Marcos (1 Cor. 9:6; Col. 4:10). Nosotros también debemos resolver cualquier diferencia que tengamos con otros hermanos de la congregación y centrarnos en sus buenas cualidades. De ese modo, fomentaremos la paz y la unidad (Efes. 4:3).
PABLO FORTALECIÓ LA FE DE SUS HERMANOS
12. ¿Cuáles son algunas de las dificultades que afrontan nuestros hermanos?
12 También edificamos a nuestros hermanos cuando fortalecemos su fe en Jehová. Algunos tienen que aguantar las burlas de familiares no Testigos o de compañeros de trabajo o escuela. Otros están muy enfermos o haciendo frente a sentimientos heridos. Y otros tal vez lleven muchos años bautizados y siguen esperando a que llegue el fin. Todas estas situaciones pueden poner a prueba la fe de un cristiano. Los miembros de la congregación del siglo primero pasaron por dificultades parecidas. ¿Qué hizo Pablo para fortalecerlos?
13. ¿Cómo ayudó Pablo a quienes sufrían burlas por ser cristianos?
13 Pablo usó las Escrituras para edificar la fe de sus hermanos. Por ejemplo, puede que los cristianos judíos no supieran cómo responder cuando sus familiares les decían que el judaísmo estaba por encima del cristianismo. Seguro que la carta que Pablo les escribió a los hebreos los fortaleció muchísimo (Heb. 1:5, 6; 2:2, 3; 9:24, 25). Aquellos cristianos podían usar los poderosos razonamientos de Pablo para dejar sin argumentos a quienes los criticaban. ¿Y nosotros? ¿Cómo podemos ayudar a los hermanos que sufren las burlas de otras personas? Enseñándoles a usar bien nuestras publicaciones para defender sus creencias. Por ejemplo, con los folletos ¿Es la vida obra de un Creador? y El origen de la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis podemos ayudar a los jóvenes a encontrar argumentos con los que explicar por qué creen que la vida fue creada.
14. ¿Qué hizo Pablo aunque estaba muy ocupado predicando y enseñando?
14 Pablo animó a sus hermanos a mostrar amor haciendo “buenas obras” (Heb. 10:24). No solo los ayudó con sus palabras, sino también con sus acciones. Por ejemplo, cuando los cristianos de Judea pasaron por una época de hambre, Pablo fue uno de los encargados de llevarles ayuda (Hech. 11:27-30). De hecho, aunque estaba muy ocupado predicando y enseñando, siempre buscaba maneras de ayudar a los cristianos que eran pobres (Gál. 2:10). Así fortalecía la confianza de los hermanos en que Jehová los cuidaría. Hoy en día, nosotros también edificamos la fe de nuestros hermanos cuando usamos nuestro tiempo, energías y habilidades en las labores de socorro y cuando hacemos donaciones de manera regular para la obra mundial. De estas y otras maneras, ayudamos a los hermanos a confiar en que Jehová jamás los abandonará.
15, 16. ¿Cómo debemos tratar a quienes se han debilitado en sentido espiritual?
15 Pablo no dio por perdidos a quienes se habían debilitado en sentido espiritual. Les mostró compasión y les habló de manera positiva y cariñosa (Heb. 6:9; 10:39). Por ejemplo, en su Carta a los Hebreos, muchas veces les habló de “nosotros”, no de “ustedes”, para indicar que él también tenía que aplicar los consejos que daba (Heb. 2:1, 3). Igual que Pablo, nosotros no damos por perdidos a quienes se han debilitado en sentido espiritual. Al contrario, les demostramos nuestro interés para edificarlos y así confirmarles nuestro amor. Recordemos que las palabras que les digamos son importantes, pero también lo son la ternura y el cariño con que hablemos.
16 Pablo les confirmó a sus hermanos que Jehová no había olvidado sus buenas obras (Heb. 10:32-34). Nosotros podemos hacer algo parecido cuando tratamos de ayudar a un hermano que se ha debilitado en sentido espiritual. Podemos pedirle que nos cuente cómo conoció la verdad o ayudarlo a recordar ocasiones en las que vio la mano de Jehová. Aprovechemos esas oportunidades para asegurarle que Jehová no ha olvidado el amor que demostró en el pasado y que él no lo abandonará en el futuro (Heb. 6:10; 13:5, 6). Estas conversaciones pueden avivar en nuestros queridos hermanos el deseo de seguir sirviendo a Jehová.
“SIGAN ANIMÁNDOSE UNOS A OTROS”
17. ¿Cómo podemos hacernos más eficientes en la labor de edificar a otros?
17 Con el paso del tiempo, un obrero de la construcción se va haciendo más hábil. Nosotros también podemos hacernos más eficientes en la labor de edificar a otros. Fortalezcamos a nuestros hermanos para que puedan soportar las pruebas hablándoles del ejemplo de aguante de otros siervos de Jehová. Fomentemos la paz diciendo las cosas buenas que vemos en los demás, protejámosla cuando esté en peligro y recuperémosla cuando surjan desacuerdos. Y sigamos edificando la fe de nuestros hermanos hablando con ellos sobre verdades bíblicas importantes, dándoles ayuda práctica y apoyando a quienes estén débiles en sentido espiritual.
18. ¿Qué está usted decidido a hacer?
18 Quienes participan en la construcción de lugares de adoración se sienten satisfechos y felices. Nosotros podemos sentirnos igual cuando colaboramos con la edificación espiritual de nuestros hermanos. A diferencia de un edificio, que con el tiempo se deteriora, los resultados de nuestra labor pueden durar para siempre. Así que hagamos todo lo posible por poner en práctica las palabras de 1 Tesalonicenses 5:11: “Sigan animándose unos a otros y edificándose unos a otros”.
CANCIÓN 50 Dios nos enseña a amar
a La vida en este sistema es muy complicada. Nuestros hermanos soportan muchas presiones. Podemos ayudarlos mucho si buscamos maneras de animarlos. El ejemplo del apóstol Pablo nos mostrará cómo hacerlo.
b DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Un padre le explica a su hijita cómo poner en práctica las sugerencias de las publicaciones para que pueda resistir la presión de celebrar la Navidad.
c DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Un matrimonio ha viajado a otra parte de su país para ayudar en las labores de socorro.
d DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: Un anciano visita a un hermano que está débil en sentido espiritual. Le muestra algunas fotos de la Escuela del Servicio de Precursor en la que estuvieron juntos años atrás. Al verlas, recuerdan momentos felices. El hermano empieza a añorar la alegría que sentía al servir a Jehová. Con el tiempo regresa a la congregación.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)