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La pornografía: ¿inofensiva o perjudicial?
La pornografía ha infestado el mundo. a Se encuentra en la televisión, la moda, la música y la Internet (como en los sitios para compartir fotos); en anuncios, películas, revistas, videojuegos, teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles. Parece ser un elemento básico de la cultura popular. Más y más personas están consumiendo más y más pornografía que en cualquier otra época (vea el recuadro “Datos sobre la pornografía”).
La opinión de la gente sobre lo que es pornografía también está cambiando. La profesora Gail Dines escribe: “Las imágenes se han hecho tan explícitas que lo que antes se consideraba pornografía dura ahora es pornografía blanda”.
¿Usted qué opina? ¿Es un pasatiempo inofensivo, o un veneno mortífero? Jesús dijo: “Todo árbol bueno produce fruto excelente, pero todo árbol podrido produce fruto inservible” (Mateo 7:17). ¿Qué “fruto” produce la pornografía? Para averiguarlo, analicemos el asunto desde tres ángulos.
¿Qué efecto tiene la pornografía en la persona?
LO QUE DICEN LOS EXPERTOS: La pornografía es sumamente adictiva, tanto que algunos investigadores y terapeutas han llegado a compararla al crack (una forma de cocaína).
Brian, b que fue adicto a la pornografía por Internet, cuenta: “Nada podía detenerme. Era como si estuviera drogado. Me sentía tan culpable que hasta temblaba y me dolía la cabeza. Traté por todos los medios de dejarla, pero me tomó años”.
Quienes están enviciados con la pornografía suelen ocultarlo. Son herméticos y engañosos, y no es de extrañar que muchos se aíslen y sientan vergüenza, ansiedad, depresión e ira. Algunos incluso desarrollan tendencias suicidas. “Me aislé del mundo y estaba desesperado —dice Sergio, quien descargaba pornografía casi a diario en su teléfono móvil—. Me sentía inútil, culpable, solo y atrapado. Estaba demasiado avergonzado y asustado como para buscar ayuda.”
Hasta un contacto momentáneo o accidental con la pornografía puede tener resultados lamentables. En su testimonio ante un comité del Senado de Estados Unidos, la doctora Judith Reisman, destacada investigadora en el campo de la pornografía, dijo: “Las imágenes visuales pornográficas imprimen y alteran el cerebro, provocando una huella instantánea, involuntaria, pero duradera, en la memoria bioquímica [...] y son difíciles o imposibles de suprimir”. Susan, joven de 19 años que vio por accidente pornografía en Internet y que luego se hizo adicta, cuenta: “Las imágenes se me han quedado grabadas. Me vienen a la mente cuando menos me lo espero. Parece que nunca podré borrarlas por completo”.
CONCLUSIÓN: La pornografía esclaviza y hace mucho daño a sus víctimas (2 Pedro 2:19).
¿Qué efecto tiene la pornografía en la familia?
LO QUE DICEN LOS EXPERTOS: “La pornografía destroza matrimonios y familias.” (The Porn Trap [Las trampas del porno], de Wendy y Larry Maltz.)
La pornografía hiere a los matrimonios y las familias...
... al debilitar la confianza, la intimidad y el amor del matrimonio (Proverbios 2:12-17).
... al promover el egoísmo, el distanciamiento emocional y la insatisfacción en la relación de pareja (Efesios 5:28, 29).
... al alimentar fantasías y deseos malsanos (2 Pedro 2:14).
... al incitar al usuario para que obligue a su cónyuge a realizar actos sexuales cuestionables (Efesios 5:3, 4).
... al promover la infidelidad emocional y física (Mateo 5:28).
La Biblia dice que los cónyuges no deben traicionarse (Malaquías 2:16). Pues bien, la infidelidad es una traición que destroza los matrimonios y conduce a la separación y el divorcio, lo cual causa, a su vez, graves daños a los hijos.
La pornografía también afecta a los niños de maneras más directas. Brian sigue contando: “Cuando tenía unos 10 años, encontré las revistas pornográficas de mi padre mientras jugaba a esconderme. Empecé a mirarlas en secreto, aunque no sabía realmente por qué me atraían aquellas imágenes. Así comenzó una costumbre destructiva que mantuve hasta la edad adulta.” Varios estudios demuestran que la pornografía puede llevar a los adolescentes a tener relaciones sexuales a edades más tempranas y a hacerse promiscuos y sexualmente agresivos. Además, crea en ellos inestabilidad emocional y psicológica.
CONCLUSIÓN: La pornografía es un veneno que destruye los lazos de amor y causa dolor y sufrimiento (Proverbios 6:27).
¿Qué dice la Palabra de Dios sobre la pornografía?
LO QUE DICE LA BIBLIA: “Den muerte a todos sus malos deseos; no tengan relaciones sexuales prohibidas, no sean indecentes, dominen sus malos deseos, y no busquen amontonar dinero, pues es lo mismo que adorar a dioses falsos” (Colosenses 3:5, Traducción en lenguaje actual).
En pocas palabras, Jehová c detesta la pornografía. Pero no porque sea puritano. Él nos hizo con la facultad de tener relaciones sexuales y su propósito era que los casados se valieran de ellas para complacerse mutuamente, sentirse más unidos y compartir la felicidad de traer hijos al mundo (Santiago 1:17).
Entonces, ¿por qué decimos que Jehová condena la pornografía? Veamos algunas razones.
Jehová sabe que la pornografía puede arruinar la vida de las personas (Efesios 4:17-19).
Él nos ama y no quiere que suframos (Isaías 48:17, 18).
Desea proteger a los matrimonios y las familias (Mateo 19:4-6).
Quiere que seamos personas morales y que respetemos los derechos de los demás (1 Tesalonicenses 4:3-6).
Quiere que respetemos nuestras facultades reproductivas y las utilicemos de manera digna (Hebreos 13:4).
Él sabe que la pornografía transmite un punto de vista retorcido, egoísta y satánico del sexo (Génesis 6:2; Judas 6, 7).
CONCLUSIÓN: La pornografía perjudica la amistad de la persona con Dios (Romanos 1:24).
No obstante, Jehová se compadece de quienes quieren liberarse de ese vicio. La Biblia dice: “Jehová es misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa. Pues él mismo conoce bien la formación de nosotros, y se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:8, 14). Dios invita a los humildes a que acudan a él a fin de obtener “misericordia y [hallar] bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado” (Hebreos 4:16; vea el recuadro “Cómo liberarse de la pornografía”).
Un sinfín de personas han aceptado la ayuda de Dios. ¿Les ha funcionado? Veamos lo que dice la Biblia de algunas que lograron superar hábitos perjudiciales: “Ustedes han sido lavados, [...] ustedes han sido santificados, [...] ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios” (1 Corintios 6:11). Tales personas se identifican con estas palabras del apóstol Pablo: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder” (Filipenses 4:13).
Susan, que consiguió vencer su adicción a la pornografía, confiesa: “Jehová es el único que puede ayudarlo a uno a dejar ese vicio. Si le pedimos su ayuda y guía, tendremos una vida limpia y una buena relación con él. Dios nunca nos fallará”.
LA ATALAYA