Siete claves para comer sano y bien
¿Importa lo que uno come?
Su salud depende en gran parte de lo que come. Si prepara la comida de forma higiénica y lleva una dieta equilibrada, su salud puede mejorar. En cambio, preparar los alimentos de forma incorrecta y comer cualquier cosa puede dañar gravemente su salud, igual que el combustible de mala calidad puede dañar el motor de un auto. Tal vez no vea las consecuencias de inmediato, pero llegarán; solo es cuestión de tiempo (Gálatas 6:7).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que “todos los países del mundo están afectados por una o más formas de malnutrición”. El término malnutrición no solo incluye la desnutrición, sino también problemas como el sobrepeso y la obesidad. Los alimentos y bebidas poco saludables aumentan el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, derrames cerebrales, diabetes o cáncer. Según un estudio, la mala alimentación provocó al menos 11 millones de muertes en el 2017. La OMS calcula que los alimentos contaminados matan a más de 1.000 personas al día y, cada año, les causan problemas de salud a cientos de millones.
La Biblia nos enseña a tomar este asunto muy en serio. Nos recuerda que Dios es “la fuente de la vida” (Salmo 36:9). La vida es un regalo, y demostramos que lo agradecemos cuidando nuestra salud y la de nuestra familia. En este artículo encontrará algunas ideas.
Cuatro claves para almacenar y preparar los alimentos
1. Mantenga una buena higiene.
¿Por qué? Porque la comida y el agua pueden tener gérmenes a peligrosos que, si entran en nuestro cuerpo, nos pueden enfermar.
Lo que recomiendan los expertos:
Antes de preparar los alimentos, lávese las manos con agua y jabón. b Frótese las manos durante al menos 20 segundos. Incluya la palma, el dorso y la zona entre los dedos y bajo las uñas. Luego enjuáguese las manos y séqueselas bien.
Use agua y jabón para lavar la tabla de picar o cortar, los platos y cualquier otra cosa que entre en contacto con la comida. No use la misma tabla para los alimentos que va a cocinar que para los que no va a cocinar.
Lave todas las frutas y verduras. También desinféctelas si vive en un lugar donde los cultivos quizás se rieguen con agua contaminada con excremento.
2. Separe la comida cruda de la cocinada.
¿Por qué? Porque los gérmenes de la comida cruda, como la carne y sus jugos, contaminan los otros alimentos.
Lo que recomiendan los expertos:
Los alimentos crudos —especialmente las carnes— no deben entrar en contacto con alimentos preparados, ni cuando los compre en el mercado ni cuando los almacene en casa; siempre debe separarlos.
Después de cortar carne cruda y antes de cortar cualquier otro alimento, lávese muy bien las manos y también el cuchillo y la tabla.
3. Asegúrese de cocinar por completo los alimentos que lo necesitan.
¿Por qué? Porque los gérmenes peligrosos solo mueren a temperaturas muy altas.
Lo que recomiendan los expertos:
Cocine la comida hasta que esté muy caliente. Los alimentos, incluyendo la parte interior de la carne, deben alcanzar 70 °C (160 °F) durante al menos 30 segundos.
Deje que las sopas y los guisados lleguen a hervir.
Si recalienta la comida, asegúrese de que está tan caliente que suelte vapor.
4. Mantenga los alimentos a la temperatura correcta.
¿Por qué? Porque, si la comida se deja a una temperatura de entre 5 y 60 °C (entre 40 y 140 °F) por tan solo 20 minutos, la cantidad de bacterias que hay en ella se puede duplicar. Es más, si la carne cruda no se guarda a la temperatura correcta, algunas bacterias pueden producir toxinas que no se eliminarán al cocinarla.
Lo que recomiendan los expertos:
Para retrasar o evitar que los gérmenes se multipliquen, mantenga la comida caliente o fría, pero no tibia.
Nunca deje la comida a temperatura ambiente por más de dos horas, o por más de una hora si la temperatura ambiente es de más de 32 °C (90 °F).
Después de haber cocinado la comida, manténgala caliente hasta servirla.
Tres claves para comer sano
1. Coma diferentes frutas y verduras todos los días.
Las frutas y verduras son una fuente importante de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para tener una buena salud. La OMS dice que nuestro cuerpo necesita al menos cinco raciones —o sea, 400 gramos (14,1 onzas)— de frutas y verduras al día. Estas raciones no incluyen raíces o tubérculos con almidón, como las papas o la yuca.
2. Controle la cantidad de grasa y aceite que come.
La OMS recomienda controlar la cantidad de comida frita y procesada o de alimentos preparados industrialmente, ya que suelen contener grasas poco saludables. Siempre que sea posible, cocine con aceites vegetales, con grasas no saturadas. c Estos aceites son mejores que los que tienen muchas grasas saturadas.
3. Cuidado con la sal y el azúcar.
La OMS recomienda que los adultos coman menos de una cucharadita de sal al día. También recomienda consumir menos de 60 mililitros (12 cucharaditas) de azúcares libres al día. d El azúcar es el ingrediente principal de muchos alimentos y bebidas procesados. Por ejemplo, un refresco cualquiera de 355 mililitros (12 onzas) contiene hasta 50 mililitros (10 cucharaditas) de azúcar. Los refrescos tienen muchas calorías y poco o ningún valor nutricional.
La Biblia dice: “El prudente ve el peligro y se esconde, pero los inexpertos siguen adelante y sufren las consecuencias” (Proverbios 22:3). Si tenemos cuidado con lo que comemos y hacemos los cambios necesarios, le demostramos a Dios que valoramos la vida y la salud.
Algunas ideas equivocadas
Idea equivocada: “La comida que se ve bien, huele bien y sabe bien no le hace daño a nadie”.
La realidad: Se necesitan más de 10.000 millones de bacterias para que un litro (1 cuarto de galón) de agua se vea sucia, pero solo hacen falta de 15 a 20 bacterias peligrosas para enfermarnos. Para estar seguros de que nuestros alimentos y bebidas están en buenas condiciones, hay que prepararlos, servirlos y almacenarlos a la temperatura correcta y respetando los tiempos recomendados.
Idea equivocada: “Las moscas no le hacen nada a la comida”.
La realidad: Las moscas comen suciedad y se reproducen en lugares asquerosos, como el excremento. Así que es normal que en sus patas lleven millones de gérmenes que provocan enfermedades. Para que las moscas no contaminen la comida preparada, hay que cubrirla por completo.
Idea equivocada: “Llevo toda la vida comiendo mal. Cambiar ahora no servirá de nada”.
La realidad: Según los expertos, si usted empieza a comer sano ahora, reducirá el riesgo de sufrir una muerte prematura. Y, cuanto más tiempo mantenga una dieta saludable, mayores serán los beneficios.
a Los gérmenes o microorganismos son seres vivos tan pequeños que no se ven a simple vista. Incluyen bacterias, virus y parásitos. Algunos microorganismos son buenos, pero otros pueden hacernos daño o incluso matarnos.
b Con agua y jabón se eliminan más gérmenes que solo con agua.
c A temperatura ambiente, las grasas no saturadas son líquidas, no sólidas.
d Los azúcares libres incluyen azúcares concentrados o procesados como el azúcar blanca, la miel, los jarabes o los jugos de fruta. No incluyen el azúcar natural que hay en la leche, las verduras y las frutas frescas.
Puede que también le interese
¡DESPERTAD!
Cómo defenderse del contagio
Vea cinco factores de riesgo y la mejor manera de defenderse. Aprenda cómo protegerse durante una epidemia.
OTROS TEMAS