Este bajorrelieve de 8 metros (26 pies) de altura con escritura jeroglífica se encuentra cerca de una entrada del antiguo templo dedicado al dios Amón en Karnak (Egipto). Según los expertos, en él se narran las conquistas del faraón Sisaq en tierras ubicadas al noreste de Egipto, entre las que estaban el reino de Judá y el reino de Israel.
En el relieve se ve al dios Amón presentando a más de 150 prisioneros atados ante el faraón Sisaq, también llamado Sesonq.a Cada prisionero representa una ciudad o pueblo conquistado. El nombre de esos pueblos se menciona en las inscripciones ovaladas que hay sobre el cuerpo de cada prisionero. Todavía se pueden leer algunas de las inscripciones. Muchos lectores de la Biblia reconocen el nombre de esos lugares, por ejemplo, Bet-seán, Gabaón, Meguidó y Sunem.
La conquista de Judá se menciona en la Biblia (1 Reyes 14:25, 26). De hecho, la Biblia da detalles específicos de la invasión de Sisaq. Allí dice: “En el año quinto del rey Rehoboam, Sisaq el rey de Egipto subió contra Jerusalén [...] con mil doscientos carros y con sesenta mil hombres de a caballo; y era innumerable la gente que había venido con él desde Egipto [...]. Y logró tomar las ciudades fortificadas que pertenecían a Judá, y finalmente llegó hasta Jerusalén” (2 Crónicas 12:2-4).
El bajorrelieve de Karnak no es la única prueba arqueológica de la invasión de Sisaq en territorio israelita. El nombre de Sesonq también aparece en un fragmento de un monumento de piedra, o estela, hallado en la zona arqueológica de la ciudad bíblica de Meguidó.
La exactitud del relato bíblico de la conquista de Judá por parte de Sisaq es un ejemplo de la honestidad de los escritores de la Biblia. Ellos registraron con fidelidad tanto las victorias como las derrotas de su nación. Esta clase de honestidad no es común entre los escritores de la antigüedad.
a El nombre Sisaq que aparece en la Biblia refleja la pronunciación del nombre en hebreo.