(4 mins.) PREDICACIÓN INFORMAL. Mientras conversa con una persona, busque la forma de hablarle sobre su labor como maestro de la Biblia (lmd 5:3).
5. Haga revisitas
(3 mins.) PREDICACIÓN INFORMAL. Ofrézcale un curso de la Biblia a una persona que muestra interés pero que no quiso estudiar con los Testigos en el pasado (lmd 8:4).
6. Haga discípulos
(5 mins.) Converse con alguien que estudia la Biblia con usted pero no progresa (lmd 12:5).
Los siervos de Jehová no somos inmunes a la ansiedad. Por ejemplo, David sintió ansiedad en varios momentos de su vida, y en la actualidad a muchos hermanos les pasa lo mismo (Sl 13:2; 139:23). Tristemente, los jóvenes tampoco se libran de sentirse así. Puede que, por culpa de la ansiedad, las actividades del día a día —como ir a la escuela o asistir a las reuniones— se conviertan en una carga realmente abrumadora. Y, en ocasiones, la ansiedad puede llegar hasta el punto de provocarles ataques de pánico o pensamientos suicidas.
Joven, si alguna vez te sientes agobiado por culpa de la ansiedad, habla con uno de tus padres o con un cristiano maduro. Y no te olvides de pedirle a Jehová que te ayude (Flp 4:6). Él siempre estará ahí (Sl 94:17-19; Is 41:10). Fíjate en el ejemplo de Steing.
Ponga el VIDEOJehová se interesa por mí. Luego pregunte:
• ¿Qué texto de la Biblia le ayudó a Steing, y por qué?
• ¿Cómo cuidó Jehová de él?
Padres, ustedes pueden ayudar a sus hijos a combatir la ansiedad. Escúchenlos con paciencia, exprésenles cuánto los quieren y ayúdenlos a fortalecer su confianza en que Jehová también los ama (Tit 2:4; Snt 1:19). Recuerden que Jehová puede darles el consuelo y las fuerzas que ustedes necesitan, así que apóyense en él.
¿Hay alguien en su congregación que esté luchando contra la ansiedad? Puede que sí y que no lo sepamos. O a lo mejor sí conocemos algún caso pero nos cuesta entender cómo se siente el hermano. Aun así, hay algo que podemos hacer: tratar a todos con cariño para que se sientan queridos y aceptados (Pr 12:25; Heb 10:24).