CAPÍTULO 11
Los ángeles de Dios nos ayudan
ALGUNAS personas dicen que solo creen en lo que ven, pero eso no tiene sentido. Hay muchas cosas que nunca hemos visto y, sin embargo, existen. ¿Cuáles son algunas?...
¿Podemos sentir el aire que respiramos?... Levanta la mano y sopla sobre ella. ¿Sientes algo?... Sí, el aire, pero ¿verdad que no podemos verlo?...
En capítulos anteriores hablamos de seres espirituales que son invisibles. Aprendimos que algunos son buenos y otros malos. ¿Podrías nombrar algunos de los buenos?... Sí, están Jehová Dios, Jesús y los ángeles buenos. ¿Acaso hay ángeles malos también?... La Biblia dice que sí. ¿Qué aprendiste sobre ellos?...
Sabemos que tanto los ángeles buenos como los malos son más fuertes que nosotros. El Gran Maestro conocía muchas cosas sobre los ángeles porque antes de nacer en la Tierra había sido uno de ellos. Había vivido con millones de ángeles en el cielo. ¿Tienen todos los ángeles nombre?...
Aprendimos que Dios les dio nombre a las estrellas. Así que de seguro los ángeles también tienen nombre. Además, sabemos que se comunican entre ellos, porque la Biblia menciona el ‘idioma de los ángeles’ (1 Corintios 13:1). ¿De qué crees que hablan? ¿Hablarán de nosotros, los que vivimos en la Tierra?...
Vimos que los ángeles de Satanás desean que desobedezcamos a Jehová. Por eso, es posible que hablen sobre cómo lograrlo. Quieren que seamos como ellos para que Jehová no esté contento con nosotros. ¿Y los ángeles fieles? ¿Crees que también hablan de nosotros?... Sí, porque quieren ayudarnos. Te contaré cómo algunos ayudaron a personas que amaban y servían a Jehová.
Por ejemplo, había un hombre llamado Daniel que vivía en Babilonia. Pocas personas allí amaban a Jehová. Incluso hicieron una ley que castigaba a cualquiera que orara a Dios. Pero Daniel no dejó de orar. ¿Sabes qué le hicieron?...
Unos hombres malos hicieron que se arrojara a Daniel a un foso de leones. Daniel estaba solo ante aquellas fieras hambrientas. ¿Qué le sucedió?... Él nos cuenta: “Dios envió a su ángel y cerró la boca de los leones”. ¡No le causaron ningún daño! Los ángeles pueden hacer cosas maravillosas por los siervos de Jehová (Daniel 6:18-22).
En cierta ocasión se encarceló a Pedro, que, como recordarás, era amigo del Gran Maestro, Jesucristo. Algunos se habían enfadado cuando Pedro dijo que Jesús era el Hijo de Dios. Por eso lo metieron en la cárcel y pusieron soldados a vigilarlo para que no se escapara. ¿Podría ayudarle alguien?...
Pedro estaba durmiendo en medio de dos soldados y tenía las manos encadenadas. Pero la Biblia dice: ‘¡Mira! Vino el ángel de Jehová, y una luz brilló en la celda de la prisión. El ángel tocó a Pedro en el costado para despertarlo y le dijo: “¡Deprisa, levántate!”’.
En ese momento, a Pedro se le soltaron las cadenas de las manos, y el ángel le ordenó: ‘Vístete, ponte las sandalias y sígueme’. Los soldados no pudieron detenerlos porque era un ángel quien ayudaba a Pedro. Entonces llegaron ante una puerta de hierro y ocurrió algo extraño: la puerta se abrió sola. El ángel había liberado a Pedro para que siguiera predicando (Hechos 12:3-11).
¿Pueden los ángeles de Dios ayudarnos también a nosotros?... Por supuesto. ¿Significa eso que nunca permitirán que suframos daño?... No. Si actuamos de forma arriesgada, los ángeles no impedirán que nos lastimemos. Sin embargo, habrá veces en que suframos aunque no hayamos hecho nada arriesgado. Dios no ha ordenado a los ángeles que nos protejan todo el tiempo. Pero sí les ha dado una misión especial.
La Biblia habla de un ángel que está diciendo a la gente en todas partes que adore a Dios (Revelación [Apocalipsis] 14:6, 7). ¿Cómo lo hace? ¿Acaso grita desde el cielo para que todo el mundo lo oiga?... No. Son los seguidores de Jesús en la Tierra quienes se encargan de hablar a otras personas de Dios, y los ángeles los guían en su predicación. Los ángeles se aseguran de que las personas que realmente desean conocer a Dios tengan la oportunidad de escuchar. Nosotros podemos participar en esta obra, y los ángeles nos ayudarán.
Pero ¿qué haremos si personas que no aman a Dios nos causan problemas? ¿Y si nos encarcelan? ¿Nos liberarán los ángeles?... Podrían, pero no siempre lo hacen.
En una ocasión, Pablo, uno de los seguidores de Jesús, viajaba como prisionero en un barco durante una terrible tormenta. Pero los ángeles no lo libraron enseguida, porque había otras personas que necesitaban oír sobre Dios. Un ángel le dijo: “No temas, Pablo. Tienes que estar de pie ante César”. Pablo fue llevado ante el emperador de Roma para que le predicara. Los ángeles siempre supieron dónde estaba Pablo y le ayudaron. También nos ayudarán a nosotros si servimos a Dios lealmente (Hechos 27:23-25).
A los ángeles les queda otra misión importantísima que cumplir, y lo harán pronto. Se acerca el momento en que Dios destruirá a los malvados, a todos los que no lo adoran. Quienes dicen que no creen en los ángeles porque no pueden verlos descubrirán lo equivocados que están (2 Tesalonicenses 1:6-8).
¿Qué significará eso para nosotros?... Si nos ponemos del lado de los ángeles de Dios, nos ayudarán. Pero ¿estamos de su lado?... Lo estaremos si servimos a Jehová. Y si le servimos, animaremos a otras personas a servirle también.
Aprenderemos más sobre cómo influyen los ángeles en la vida de la gente leyendo Salmo 34:7; Mateo 4:11; 18:10; Lucas 22:43, y Hechos 8:26-31.
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