¿SABES lo que dice esta niña? Le habla a la señora acerca de Eliseo el profeta de Jehová, y las cosas maravillosas que Jehová le ayuda a hacer. La señora no sabe de Jehová, porque no es israelita. Por eso, veamos por qué la niña está en la casa de esta señora.
La señora es siria. El esposo de ella es Naamán, el jefe del ejército sirio. Los sirios han capturado a esta niña israelita, y ahora es sierva de la esposa de Naamán.
Naamán tiene una mala enfermedad llamada lepra. Esta enfermedad puede hacer que hasta parte de la carne de uno se le caiga. Esto es lo que la niña está diciendo: ‘Si mi amo pudiera ir al profeta de Jehová en Israel, él lo curaría de su lepra.’ Después esto se le dice al esposo de la señora.
Naamán quiere sanarse; así que decide ir a Israel. Cuando llega allí, va a la casa de Eliseo. Eliseo hace que su siervo salga y le diga a Naamán que se lave siete veces en el río Jordán. Naamán se enoja mucho, y dice: ‘¡Los ríos de mi país son mejores que cualquier río de Israel!’ Dicho esto, se va.
Pero uno de sus siervos le dice: ‘Señor, si Eliseo te dijera que hicieras algo difícil, lo harías. Pues, ¿por qué no puedes solo lavarte, como él dijo?’ Naamán presta atención a su siervo y se hunde en el río Jordán siete veces. ¡Cuando hace esto, su carne se hace firme y saludable!
Naamán está muy contento. Vuelve a donde Eliseo y le dice: ‘Ahora estoy seguro de que el Dios de Israel es el único Dios en toda la Tierra. Por eso, por favor, toma este regalo.’ Pero Eliseo dice: ‘No, no lo voy a tomar.’ Eliseo sabe que sería malo que él aceptara el regalo, porque era Jehová quien había sanado a Naamán. Pero Guejazi el siervo de Eliseo quiere apoderarse del regalo.
Así es que hace esto. Después que Naamán se va, Guejazi corre y lo alcanza. ‘Eliseo me mandó a decirte que quiere parte de tu regalo para unos visitantes que acaban de llegarle,’ dice. Esto es una mentira. Pero Naamán no lo sabe; así que le da a Guejazi algunas de las cosas.
Cuando Guejazi vuelve, Eliseo sabe lo que ha hecho. Jehová se lo ha dicho. Así que dice: ‘Porque hiciste esta cosa mala, la lepra de Naamán la tendrás tú.’ ¡Y así pasa, enseguida!
¿Qué podemos aprender de todo esto? Primero, que debemos ser como la niñita y hablar acerca de Jehová. Esto puede hacer mucho bien. Segundo, no debemos ser orgullosos como Naamán al principio, sino obedecer a los siervos de Jehová. Y tercero, no debemos mentir como Guejazi. ¿Verdad que podemos aprender mucho de la Biblia?