“Tengan amor intenso unos para con otros, porque el amor cubre una multitud de pecados.” (1 Pedro 4:8)
Cuando un hombre y una mujer se casan, surgen diversos problemas, causados quizá por diferencias en la manera de pensar y sentir o en la forma como han sido criados. También es posible que las dificultades vengan desde afuera o de situaciones inesperadas.
Lo más fácil sería ignorar la realidad, pero la Biblia aconseja hacerle frente (Mateo 5:23, 24). Logrará las mejores soluciones aplicando los principios bíblicos.
1 HABLE DEL PROBLEMA
LO QUE DICE LA BIBLIA: “Hay un [...] tiempo de hablar” (Eclesiastés 3:1, 7). Dedique tiempo a hablar del problema; exprésele a su cónyuge con franqueza cómo se siente y qué piensa sobre el asunto. Dígale siempre la verdad (Efesios 4:25). Aun si se siente enojado, resista la tentación de pelear. Una respuesta calmada puede impedir que una simple diferencia se convierta en una batalla (Proverbios 15:4; 26:20).
Incluso si no está de acuerdo con su cónyuge, no deje de ser amable; siga mostrándole amor y respeto (Colosenses 4:6). Procure resolver la situación lo antes posible, y no dejen de hablarse (Efesios 4:26).
LO QUE PUEDE HACER:
Fije un momento adecuado para hablar del problema
Cuando su cónyuge esté hablando, resista el impulso de interrumpirle. Ya le llegará a usted el turno de hablar
2 ESCUCHE Y SEA COMPRENSIVO
LO QUE DICE LA BIBLIA: “Ténganse tierno cariño unos a otros. En cuanto a mostrarse honra unos a otros, lleven la delantera” (Romanos 12:10). Es muy importante que sepa escuchar y que trate de comprender el punto de vista de su cónyuge, “compartiendo sentimientos como compañeros”, siendo “de mente humilde” (1 Pedro 3:8; Santiago 1:19). No finja que está escuchando. Siempre que sea posible, deje lo que esté haciendo y dedíquele a su pareja toda su atención, o pregúntele si pueden hablar luego. Si ve a su cónyuge como su compañero de equipo y no como su contrincante, no se sentirá ofendido con facilidad (Eclesiastés 7:9).
LO QUE PUEDE HACER:
Escuche sin cerrarse a lo que dice su cónyuge, aunque no le guste
Capte el mensaje que hay detrás de las palabras. Fíjese en el lenguaje corporal y el tono de voz de su pareja
3 SIGA ESFORZÁNDOSE
LO QUE DICE LA BIBLIA: “Todo trabajo tiene su recompensa, pero lo que se queda en palabras lleva a la miseria” (Proverbios 14:23, La Biblia Latinoamérica, 2011). Encontrar una buena solución entre los dos no basta. Es necesario llevarla a cabo. Quizá exija mucho esfuerzo, pero valdrá la pena (Proverbios 10:4). Si trabajan en equipo, obtendrán un “buen galardón” (Eclesiastés 4:9).
LO QUE PUEDE HACER:
Piense en qué medidas prácticas podría tomar cada uno para solucionar el problema
Cada cierto tiempo, compruebe cuánto han progresado