Muchas personas creen que los testigos de Jehová somos una religión nueva. Sin embargo, hace más de dos mil setecientos años ya se dijo que los siervos del único Dios verdadero eran sus “testigos” (Isaías 43:10-12). Antes de 1931, se nos conocía como Estudiantes de la Biblia. Entonces, ¿por qué decidimos cambiarnos el nombre al de testigos de Jehová?
Porque dice quién es nuestro Dios. El nombre de Dios, Jehová, aparece miles de veces en la Biblia, como lo demuestran diversos manuscritos antiguos. En muchas traducciones, este nombre ha sido sustituido por títulos como Señor o Dios. Pero el Dios verdadero se presentó a sí mismo ante Moisés como Jehová y le dijo: “Este es mi nombre para siempre” (Éxodo 3:15). Así se distinguió de los dioses falsos. A nosotros nos enorgullece llevar el santo nombre de Dios.
Porque destaca nuestra misión. Comenzando con el justo Abel, una gran cantidad de personas dieron testimonio de su fe en Jehová. A lo largo de los siglos, otros, como Noé, Abrahán, Sara, Moisés y David, se sumaron a esta “nube de testigos tan grande” (Hebreos 11:4-12:1). Así como alguien testifica a favor de una persona inocente en un tribunal, nosotros estamos decididos a dar a conocer la verdad acerca de nuestro Dios.
Porque imitamos a Jesús. La Biblia llama a Jesús “el testigo fiel y verdadero” (Apocalipsis 3:14). Él mismo dijo que había dado a conocer el nombre de su Padre y que había venido “para dar testimonio de la verdad” sobre Dios (Juan 17:26; 18:37). Por eso, sus verdaderos discípulos deben llevar el nombre de Jehová y darlo a conocer. Eso es lo que los testigos de Jehová nos esforzamos por hacer.
¿Por qué decidimos cambiarnos el nombre de Estudiantes de la Biblia a testigos de Jehová?
¿Desde cuándo ha tenido Jehová testigos en la Tierra?
¿Quién es el testigo de Jehová más importante de la historia?
¿QUIÉNES HACEN LA VOLUNTAD DE JEHOVÁ EN NUESTROS DÍAS?