Esperemos con aguante el día de Jehová
Esperemos con aguante el día de Jehová
“Suministren a su fe [...] aguante.” (2 PEDRO 1:5, 6.)
1, 2. ¿En qué consiste el aguante, y por qué lo necesitamos los cristianos?
EL GRAN día de Jehová está muy cerca (Joel 1:15; Sofonías 1:14). Los cristianos anhelamos el día en que la soberanía de Dios quede vindicada; mientras tanto, estamos decididos a mantenernos leales a él pese a que afrontamos odio, oprobio, persecución y hasta la muerte debido a nuestra fe (Mateo 5:10-12; 10:22; Revelación [Apocalipsis] 2:10). Por eso necesitamos aguante, es decir, la capacidad de soportar las adversidades. El apóstol Pedro nos exhorta: “Suministren a su fe [...] aguante” (2 Pedro 1:5, 6). No hay duda de que necesitamos esta cualidad, pues Jesús dijo: “El que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo” (Mateo 24:13).
2 También sufrimos enfermedades, la pérdida de seres queridos y otras situaciones adversas. ¡Cuánto complacería a Satanás que perdiéramos la fe! (Lucas 22:31, 32.) Sin embargo, con el apoyo de Jehová, es posible aguantar cualquier dificultad (1 Pedro 5:6-11). Veamos algunos casos de la vida real que demuestran que todos podemos esperar el día de Jehová con aguante y una fe firme.
La enfermedad no los detuvo
3, 4. Cite un ejemplo que demuestre que podemos servir fielmente a Jehová a pesar de las enfermedades.
3 En nuestro tiempo, Dios no efectúa curaciones milagrosas, pero sí nos da fuerzas para aguantar las enfermedades (Salmo 41:1-3). Una cristiana llamada Sharon comentó: “Hasta donde alcanzan mis recuerdos, la silla de ruedas ha sido mi compañera inseparable. Desde que nací, la parálisis cerebral me privó de los gozos de la infancia”. Conocer a Jehová y sus promesas de salud perfecta le infundió esperanza, y aunque habla y camina con dificultad, el ministerio cristiano le produce gozo. Hace unos quince años, Sharon dijo: “Quizás mi salud siga empeorando, pero mi confianza en Dios y mi intimidad con él me seguirán sosteniendo. ¡Qué feliz me siento de tener el apoyo constante de Jehová y contarme entre su pueblo!”.
4 El apóstol Pablo instó a los cristianos de Tesalónica a “habl[ar] confortadoramente a las almas abatidas” (1 Tesalonicenses 5:14). Factores como una gran decepción o frustración pueden llevar a una persona a deprimirse. En 1993, Sharon escribió: “Sentí que había fracasado totalmente, y [...] me sumí en un período de tres años de profunda depresión. [...] Los ancianos me consolaron y me dieron algunos consejos. [...] Por medio de La Atalaya, Jehová me ayudó con ternura a comprender mejor lo que es la depresión grave. Él se interesa de verdad en su pueblo y entiende nuestros sentimientos” (1 Pedro 5:6, 7). Esta hermana sigue sirviendo fielmente a Jehová y esperando su gran día.
5. ¿Qué prueba existe de que los cristianos pueden aguantar situaciones de mucha tensión emocional?
5 A algunos cristianos les provocan mucha tensión emocional las experiencias traumáticas que vivieron en el pasado. Harley, por ejemplo, presenció encarnizados combates en la segunda guerra mundial y, como consecuencia, tenía pesadillas. Dormido, gritaba: “¡Cuidado! ¡Cuidado!”, y se despertaba bañado en sudor. Felizmente, amoldó su vida a las normas divinas, y con el tiempo, la intensidad y la frecuencia de esos sueños disminuyeron.
6. ¿Cómo se enfrentó un cristiano a sus problemas emocionales?
6 A cierto cristiano que sufría de trastorno bipolar le costaba mucho predicar de casa en casa. Sin embargo, no se dio por vencido, pues sabía que el ministerio significaba vida para él y para quienes respondieran al mensaje bíblico (1 Timoteo 4:16). A veces, cuando iba a tocar el timbre de una casa, le faltaba el valor para hacerlo. “Al cabo de un rato, lograba controlar mis emociones —relata el hermano—, me dirigía a la próxima casa y lo intentaba de nuevo. La participación constante en el ministerio me permitió, dentro de las circunstancias, mantener fuerte mi espiritualidad.” Asistir a las reuniones tampoco se le hacía nada fácil. Pero como estaba convencido de la importancia de relacionarse con otros cristianos, se esforzaba por estar presente (Hebreos 10:24, 25).
7. ¿Qué ejemplo de aguante dan algunos hermanos que tienen miedo de hablar en público o asistir a una reunión?
7 Otros cristianos sufren fobias, que se definen como un miedo obsesivo hacia ciertos objetos o situaciones. Por ejemplo, quizás les dé miedo hablar en público o hasta asistir a una reunión. Imaginemos lo difícil que se les hace comentar en las reuniones cristianas o tener una intervención en la Escuela del Ministerio Teocrático. Aun así, demuestran aguante, y todos apreciamos muchísimo su presencia y participación.
8. ¿Qué resulta especialmente eficaz para sobrellevar los problemas emocionales?
8 Algo que puede ayudar a la persona a sobrellevar los problemas emocionales es descansar y dormir más. Quizás sea aconsejable también seguir un tratamiento médico. Sin embargo, confiar en Dios y orarle de continuo resulta especialmente eficaz. Salmo 55:22 dice: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo”. Sin falta, pues, ‘confiemos en Jehová con todo nuestro corazón’ (Proverbios 3:5, 6).
Cuando se pierde a un ser querido
9-11. a) ¿Qué nos permitirá sobrellevar el dolor de haber perdido a un ser amado? b) ¿Cómo nos ayuda el ejemplo de Ana?
9 Cuando la muerte nos separa de algún familiar, esa enorme pérdida puede producir mucha angustia. Abrahán lloró la muerte de su amada esposa, Sara (Génesis 23:2). Hasta Jesús, que era un hombre perfecto, “cedió a las lágrimas” al morir su amigo Lázaro (Juan 11:35). De modo que es natural sentirse triste cuando la muerte nos arrebata a un ser amado. No obstante, los cristianos sabemos que habrá una resurrección (Hechos 24:15). Por eso ‘no nos apesadumbramos como los que no tienen esperanza’ (1 Tesalonicenses 4:13).
10 ¿Cómo podemos sobrellevar la pérdida de un ser querido? Quizás una comparación resulte útil. Cuando un amigo sale de viaje, por lo general no caemos en un estado prolongado de tristeza, porque esperamos verlo a su regreso. Pues bien, tener un punto de vista similar sobre la muerte de un cristiano fiel puede aliviar nuestro dolor, ya que sabemos que le espera la resurrección (Eclesiastés 7:1).
11 La confianza total en “el Dios de todo consuelo” nos permitirá asimismo sobrellevar la pérdida (2 Corintios 1:3, 4). También nos será de provecho reflexionar en el ejemplo de una viuda de tiempos bíblicos llamada Ana. Ella había perdido a su esposo cuando apenas llevaba siete años casada. Sin embargo, a sus 84 años aún acudía al templo para servir a Jehová (Lucas 2:36-38). El hecho de llevar una vida de plena devoción le ayudó sin duda a sobreponerse al dolor y la soledad. De igual modo, nuestra participación regular en las actividades cristianas, entre ellas la predicación del Reino, nos ayudará a soportar el dolor de haber perdido a un ser amado.
Ayuda para afrontar otras adversidades
12. ¿A qué problema familiar han hecho frente algunos cristianos?
12 Algunos cristianos tienen que hacer frente a graves problemas familiares. Por ejemplo, pensemos en el devastador efecto que causa la infidelidad conyugal. Debido a la conmoción y el dolor de sentirse traicionado, el cónyuge inocente quizás llore sin poder controlarse y sufra de insomnio. Incluso tareas sencillas pueden provocarle tanta tensión que acabe cometiendo errores o teniendo un accidente. Tal vez pierda el apetito, baje de peso y desarrolle algún trastorno emocional. Es muy posible que le cueste llevar a cabo las actividades cristianas. ¡Y cuánto pueden sufrir los hijos!
13, 14. a) ¿Cómo nos anima la oración que ofreció Salomón durante la inauguración del templo? b) ¿Por qué debemos pedir espíritu santo?
13 Cuando atravesamos dificultades como esas, Jehová nos da la ayuda que necesitamos (Salmo 94:19). Él escucha las oraciones de sus siervos, como lo pone de relieve la oración que ofreció el rey Salomón durante la inauguración del templo de Jehová. El rey dijo así: “Sea cual sea la oración, sea cual sea la petición de favor que se haga de parte de cualquier hombre o de todo tu pueblo Israel, porque ellos conocen cada cual la plaga de su propio corazón, y realmente extiendan las palmas de las manos a esta casa, entonces dígnate oír tú mismo desde los cielos, el lugar establecido de tu morada, y tienes que perdonar y actuar y dar a cada uno conforme a todos sus caminos, porque tú conoces su corazón (porque solo tú mismo conoces bien el corazón de todos los hijos de la humanidad); a fin de que te teman todos los días que estén vivos sobre la superficie del suelo que diste a nuestros antepasados” (1 Reyes 8:38-40).
14 Es de especial importancia no dejar de pedir espíritu santo (Mateo 7:7-11). El fruto del espíritu comprende cualidades como el gozo y la paz (Gálatas 5:22, 23). Por eso, cuando nuestro Padre celestial nos da espíritu santo en respuesta a nuestras oraciones, sentimos un gran alivio: el gozo sustituye al pesar, y la paz, a la angustia.
15. ¿Qué textos bíblicos pueden ayudarnos a calmar la inquietud?
15 Cuando estamos sometidos a gran tensión, es normal que nos sintamos angustiados. Pero conseguiremos calmar hasta cierto grado la inquietud si tenemos presentes estas palabras de Jesús: “Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán. [...] Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios, y todas estas otras cosas les serán añadidas” (Mateo 6:25, 33, 34). El apóstol Pedro nos anima a ‘echar sobre Dios toda nuestra inquietud, porque él se interesa por nosotros’ (1 Pedro 5:6, 7). Por supuesto, nos esforzamos por resolver los problemas. Pero una vez que hemos hecho todo cuanto esté en nuestra mano, lo que nos ayuda es la oración, no la preocupación. “Haz rodar sobre Jehová tu camino, y fíate de él, y él mismo obrará”, cantó el salmista (Salmo 37:5).
16, 17. a) ¿Por qué no podemos librarnos por completo de las preocupaciones? b) ¿Qué sentiremos si aplicamos las palabras de Filipenses 4:6, 7?
16 Pablo escribió: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús” (Filipenses 4:6, 7). Está claro que, como descendientes imperfectos de Adán, no podemos librarnos por completo de las preocupaciones (Romanos 5:12). Por ejemplo, para los fieles Isaac y Rebeca, las mujeres hititas con las que se casó su hijo Esaú “fueron una fuente de amargura de espíritu” (Génesis 26:34, 35). Cristianos como Timoteo y Trófimo debieron de preocuparse por la enfermedad que padecían (1 Timoteo 5:23; 2 Timoteo 4:20). Pablo sintió inquietud por sus hermanos en la fe (2 Corintios 11:28). Pero el “Oidor de la oración” siempre está dispuesto a escuchar a quienes lo aman (Salmo 65:2).
17 Mientras esperamos el día de Jehová, contamos con el respaldo y el consuelo del “Dios de la paz” (Filipenses 4:9). Él es “misericordioso y benévolo”, está “listo para perdonar” y “se acuerda de que somos polvo” (Éxodo 34:6; Salmo 86:5; 103:13, 14). Por consiguiente, ‘démosle a conocer nuestras peticiones’ y sentiremos “la paz de Dios”: una tranquilidad que los seres humanos no alcanzamos a comprender.
18. Según Job 42:5, ¿cómo podemos “ver” a Dios?
18 Cuando Dios contesta nuestras oraciones, nos damos cuenta de que él nos cuida. Tras aguantar las pruebas que le sobrevinieron, Job declaró: “De oídas he sabido de ti [Jehová], pero ahora mi propio ojo de veras te ve” (Job 42:5). Podemos “ver” a Dios como nunca antes si reflexionamos con entendimiento, fe y gratitud en cómo nos ha cuidado. La intimidad con él nos infundirá paz en el corazón y la mente.
19. ¿Qué sucederá si ‘echamos sobre Jehová toda nuestra inquietud’?
19 Si ‘echamos sobre Jehová toda nuestra inquietud’, podremos aguantar las dificultades con una calma que nos protegerá el corazón y la mente. En lo profundo de nuestro corazón nos sentiremos libres de temores y angustias. Y nuestra mente no se hallará agitada por el desconcierto o las preocupaciones.
20, 21. a) ¿Qué ejemplo de tranquilidad ante la persecución vemos en el caso de Esteban? b) Cite el ejemplo de un cristiano de tiempos modernos que sintiera una gran calma al aguantar las pruebas.
20 El discípulo Esteban demostró esa calma cuando su fe se vio sometida a una terrible prueba. Antes de que diera su testimonio final, todos los que estaban presentes en el Sanedrín “vieron que su rostro era como el rostro de un ángel” (Hechos 6:15). Tenía el semblante tan tranquilo como el de un ángel, como el de un mensajero de Dios. Cuando acusó a los jueces de ser responsables de la muerte de Jesús, ellos “se sintieron cortados hasta el corazón, y se pusieron a crujir los dientes contra él”. Esteban, “lleno de espíritu santo, miró con fijeza al cielo y alcanzó a ver la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios”. Fortalecido por aquella visión, se mantuvo fiel hasta la muerte (Hechos 7:52-60). Aunque nosotros no recibimos visiones milagrosas, cuando se nos persigue podemos contar con la paz de Dios.
21 Pensemos en lo que sintieron algunos cristianos que murieron a manos de los nazis durante la segunda guerra mundial. Al relatar su comparecencia ante el tribunal, uno de ellos dijo: “Decretaron la sentencia de muerte. La escuché, y después que pronuncié las palabras ‘Sé fiel hasta la muerte’ y algunas otras de nuestro Señor, todo había terminado. [...] Pero eso ya no importa, pues siento una paz y tranquilidad como no pueden siquiera imaginar”. Veamos también lo que escribió un joven cristiano a sus padres poco antes de morir decapitado: “Es poco más de la medianoche. Aún puedo cambiar de parecer. Pero ¿podría ser feliz de nuevo en este mundo después de negar a nuestro Señor? ¡Imposible! Sin embargo, ahora pueden tener la seguridad de que dejo este mundo en felicidad y paz”. Estos ejemplos demuestran más allá de toda duda que Jehová apoya a sus siervos leales.
Usted puede aguantar las pruebas
22, 23. ¿Qué seguridad puede tener mientras espera con aguante el día de Jehová?
22 Puede que en su caso no tenga que enfrentarse a situaciones como las que hemos visto. Sin embargo, el fiel Job tenía razón cuando dijo: “El hombre, nacido de mujer, es de vida corta y está harto de agitación” (Job 14:1). Quizás sea usted un padre o una madre que lucha por guiar a sus hijos en sentido espiritual. Ellos, por su parte, tienen que aguantar pruebas en la escuela, y a usted le llena de satisfacción ver que adoptan una postura firme a favor de Jehová y sus justos principios. También es posible que usted afronte dificultades y tentaciones en el trabajo. En cualquier caso, podemos aguantar estas y otras situaciones porque ‘Jehová nos lleva diariamente la carga’ (Salmo 68:19).
23 Quizás le parezca que usted es solo una persona común y corriente, pero recuerde que Jehová nunca olvidará su labor y el amor que demuestra por su santo nombre (Hebreos 6:10). Con la ayuda divina podrá aguantar las situaciones que pongan a prueba su fe. Por consiguiente, pídale a Dios que le ayude a hacer Su voluntad y tómelo en cuenta en sus planes. Si así lo hace, puede tener la seguridad de que recibirá la bendición y el apoyo divinos mientras espera con aguante el día de Jehová.
¿Qué respondería?
• ¿Por qué necesitamos aguante los cristianos?
• ¿Qué nos ayudará a soportar las enfermedades o la pérdida de un ser querido?
• ¿Cómo nos ayuda la oración a aguantar las dificultades?
• ¿Por qué es posible esperar con aguante el día de Jehová?
[Preguntas del estudio]
[Ilustración de la página 29]
La confianza en Jehová nos permite sobrellevar la pérdida de un ser querido
[Ilustración de la página 31]
Orar con sinceridad nos ayuda a aguantar las situaciones que ponen a prueba nuestra fe
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)