6 DE MAYO DE 2020
SRI LANKA

La predicación en lenguaje de señas produce buenos resultados a pesar del aislamiento

La predicación en lenguaje de señas produce buenos resultados a pesar del aislamiento

Al igual que ha pasado en muchos países, el gobierno de Sri Lanka ha tomado medidas por todo el país para combatir la pandemia del COVID-19. A fin de obedecerlas, los testigos de Jehová que predican en lenguaje de señas están usando la tecnología para comunicarse con personas sordas o con dificultades auditivas.

Vihanga Fernando es una precursora que predica por carta. En sus cartas, ella explica las verdades de la Biblia usando dibujos porque a muchas personas sordas les cuesta entender el lenguaje escrito.

Vihanga Fernando explica con dibujos y palabras en cingalés que el nombre de Dios es Jehová.

Rosie Chithravelautham al principio pensó que no iba a poder dar cursos bíblicos por videollamada. Ella explica: “Como la conexión no era buena, cada vez que llamaba a una persona sorda, le costaba entender mis señas”. Pero nada iba a impedir que Rosie siguiera con su labor durante la pandemia, así que decidió intentarlo de nuevo. Desde entonces, está dando tres cursos bíblicos, y ahora los estudiantes ven las reuniones por videoconferencia.

Nirosha Shiranthi, una Testigo sorda que se bautizó en marzo de 2020, tuvo que superar su miedo a predicar por videollamada. Hizo una oración para contarle a Jehová lo que le preocupaba, y después llenó una solicitud para ser precursora auxiliar durante la temporada de la Conmemoración. Muchas de las personas sordas a las que invitó a ese evento aceptaron la invitación para verlo, y algunos querían aprender más sobre la señal de los últimos días. Nirosha comenzó siete cursos bíblicos. Ella dijo: “Me hace muy feliz participar en la predicación, y es posible seguir haciéndolo aunque estemos confinados en casa. Jehová siempre consigue lo que se propone”. Nirosha ha decidido ser precursora auxiliar todos los meses.

Nos encanta escuchar estas experiencias tan animadoras de Sri Lanka. Son el resultado de los muchos esfuerzos que nuestros hermanos sordos y con dificultades auditivas hacen para alabar el nombre de Jehová (Salmo 113:1).