Danielle, una testigo de Jehová de Sudáfrica, se encontró un maletín que alguien había olvidado en una cafetería. Dentro del maletín había una cartera con dinero y tarjetas de crédito. Como Danielle quería devolverle el maletín a su dueño, buscó una dirección o un número de teléfono, pero solo encontró el nombre de un señor. Trató de localizarlo a través de su banco, pero no hubo manera. Entonces vio que en el maletín había una receta médica y llamó al número que aparecía en ella. Resulta que era el teléfono de un consultorio médico, y la recepcionista dijo que le pasaría al hombre el número de Danielle.
Al hombre le sorprendió que lo llamaran del consultorio y le dijeran que alguien había encontrado su maletín y quería devolvérselo. Cuando fue a recogerlo, estaban allí Danielle y su padre. Ellos aprovecharon para explicarle por qué habían movido cielo y tierra para encontrarlo. Le dijeron que, como son testigos de Jehová, intentan vivir de acuerdo con lo que dice la Biblia, y que por eso es tan importante para ellos ser personas honradas (Hebreos 13:18).
Unas horas más tarde, el hombre les envió un mensaje a Danielle y a su padre para agradecerles lo que habían hecho. Les escribió: “Muchísimas gracias por esforzarse tanto para encontrarme. Me encantó conocerlos. Siempre recordaré lo amables que fueron conmigo, y me gustaría hacerles una donación como muestra de mi gratitud. Sé que hacen muchos sacrificios para cumplir con la misión que Dios les ha confiado. La honradez de Danielle es una prueba de la clase de personas que son. Así que gracias otra vez, y que Dios bendiga su ministerio”.
Unos meses después, aquel hombre volvió a hablar con el padre de Danielle y le contó algo que le había pasado recientemente. Resulta que estaba de compras y se encontró un monedero tirado en el suelo. Buscó a la dueña y, cuando se lo devolvió, le explicó por qué lo había hecho. Y es que, hacía poco, alguien había tenido el mismo detalle con él. Dijo: “Un pequeño gesto de honradez y bondad puede llevar a otro, y así la vida de todo el mundo es mejor”.
Los testigos de Jehová brindamos muchos servicios a la comunidad. Por ejemplo, damos valiosa ayuda espiritual, así como clases de alfabetización. Además, participamos en labores de socorro.