Los fieles de una religión deben creer que Dios y Cristo la aprueban, si no, no se la tomarían en serio.
Jesucristo no estaba de acuerdo con la idea de que puede haber muchos caminos, o religiones, que conduzcan a la salvación. Más bien, dijo: “Angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:14). Los testigos de Jehová creemos que hemos hallado ese camino. De lo contrario, buscaríamos otra religión.