Las Buenas Noticias según Mateo 15:1-39

  • Jesús denuncia tradiciones humanas (1-9)

  • Lo que contamina sale del corazón (10-20)

  • La gran fe de una mujer fenicia (21-28)

  • Jesús cura a muchos enfermos (29-31)

  • Alimenta a 4.000 hombres (32-39)

15  Entonces se acercaron a Jesús unos fariseos y escribas que venían de Jerusalén+ y le dijeron:  “¿Por qué tus discípulos pasan por alto las tradiciones de los hombres de tiempos antiguos? Por ejemplo, ellos no se lavan las manos* antes de comer”.+  Él les respondió: “¿Y por qué pasan por alto ustedes los mandamientos de Dios por seguir sus propias tradiciones?+  Por ejemplo, Dios dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’,+ y ‘Al que hable con desprecio de* su padre o su madre se le dará muerte’.+  Pero ustedes dicen: ‘El que le diga a su padre o a su madre “Todo lo que tengo que podría usar para ayudarte a ti es un regalo que está dedicado a Dios”,+  ese ya no tiene ninguna obligación de honrar a sus padres’. Así es como ustedes, por seguir sus tradiciones, han anulado la palabra de Dios.+  Hipócritas, con razón Isaías dijo proféticamente de ustedes:+  ‘Este pueblo me honra de labios para afuera, pero su corazón está muy lejos de mí.  De nada sirve que me estén adorando, porque enseñan doctrinas que son mandatos de hombres’”.+ 10  Entonces le pidió a la multitud que se acercara y dijo: “Escuchen y comprendan lo que estoy diciendo:+ 11  lo que contamina a una persona no es lo que entra por su boca, sino lo que sale de su boca; eso es lo que la contamina”.+ 12  Entonces se le acercaron los discípulos y le dijeron: “¿Sabes que los fariseos se ofendieron* al oír lo que dijiste?”.+ 13  Él les contestó: “Toda planta que no ha sido plantada por mi Padre celestial será arrancada de raíz. 14  Así que déjenlos. Guías ciegos es lo que son. Y, si un ciego guía a otro ciego, los dos se van a caer en un hoyo”.+ 15  Pedro entonces le pidió: “Explícanos la comparación”.* 16  A lo que él dijo: “Pero ¿es que ustedes tampoco son capaces de entenderlo todavía?+ 17  ¿No se dan cuenta de que todo lo que entra por la boca pasa por el estómago y luego termina en la letrina? 18  En cambio, las cosas que salen por la boca vienen del corazón, y esas cosas contaminan a una persona.+ 19  Por ejemplo, del corazón salen razonamientos malvados:+ asesinatos, adulterios, inmoralidad sexual,* robos, falsos testimonios y blasfemias. 20  Estas son las cosas que contaminan a una persona, pero comer sin lavarse las manos* no contamina a nadie”. 21  Jesús salió de allí y se fue a la región de Tiro y Sidón.+ 22  Y resulta que llegó una mujer fenicia* de esa región y gritó: “¡Ten compasión* de mí, Señor, Hijo de David! Mi hija está cruelmente poseída por un demonio”.+ 23  Pero él no le contestó ni una sola palabra. Así que sus discípulos se le acercaron y se pusieron a rogarle: “Dile que se vaya, porque no deja de gritar detrás de nosotros”. 24  Él respondió: “Solo se me envió a las ovejas perdidas de la nación* de Israel”.+ 25  Pero la mujer vino, se inclinó ante él* y le suplicó: “¡Señor, ayúdame!”. 26  Él le contestó: “No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos”. 27  “Cierto, Señor —admitió ella—, pero la verdad es que los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus dueños”.+ 28  Entonces Jesús le respondió: “Mujer, ¡qué fe tan grande tienes! Que se te cumpla lo que deseas”. Y en ese momento su hija quedó sana. 29  Después de irse de allí, Jesús llegó a un lugar cercano al mar de Galilea+ y subió a la montaña. Mientras estaba ahí sentado, 30  se le acercaron grandes multitudes que le traían cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los ponían a sus pies, y él los curaba.+ 31  La gente se quedó asombrada al ver que los mudos hablaban, que los lisiados quedaban curados, que los cojos caminaban bien y que los ciegos veían, y le dieron gloria al Dios de Israel.+ 32  Entonces, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me conmueve profundamente ver a esta multitud,+ porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. No quiero mandarlos de vuelta con hambre,* no sea que se desmayen por el camino”.+ 33  Pero los discípulos le dijeron: “Este es un lugar retirado... ¿De dónde vamos a sacar suficiente pan para dejar satisfecha a esta multitud tan grande?”.+ 34  Entonces, Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos le respondieron: “Siete, y unos cuantos pescaditos”. 35  Así que, después de mandarle a la multitud que se sentara en el suelo, 36  tomó los siete panes y los pescados, le dio gracias a Dios, los partió y comenzó a dárselos a los discípulos, quienes, a su vez, se los dieron a las multitudes.+ 37  Y todos comieron y quedaron satisfechos. Y recogieron siete canastas grandes* llenas de los pedazos que sobraron.+ 38  Comieron 4.000 hombres, además de las mujeres y los niños. 39  Finalmente, después de despedir a las multitudes, se subió a la barca y llegó a la región de Magadán.+

Notas

Se refiere a la limpieza ceremonial de las manos.
O “injurie a”, “maldiga a”.
O “tropezaron”.
O “parábola”, “ilustración”.
Aquí la palabra griega pornéia aparece en plural. Ver glosario.
Se refiere a la limpieza ceremonial de las manos.
O “cananea”.
Lit. “misericordia”.
Lit. “casa”.
O “le rindió homenaje”.
O “en ayunas”.
O “cestas de provisiones”.