Muchos testigos de Jehová están disfrutando de la experiencia de escribir cartas para predicar. Las siguientes experiencias llegan de Estados Unidos y muestran que los esfuerzos que se están haciendo para consolar a las personas con el mensaje de la Biblia están dando buenos resultados.

Carlee Ruggles es una Testigo de 13 años que vive en Blue Ash, en el estado de Ohio. Ella recibió una respuesta inesperada a una de sus cartas, y así descubrió el impacto que pueden tener.

Una tarde, Carlee estaba en la entrada de su casa y vio que se acercaba una motocicleta. El conductor de la moto se bajó y, con un sobre en la mano, gritó: “¡¿Quién me envío esta carta?!”. Carlee se dio cuenta de que era una de las cartas que ella había escrito.

Los padres de Carlee se acercaron corriendo para no dejarla sola, pero ella contestó sin miedo: “Señor, fui yo”.

Carlee y sus padres se sorprendieron mucho cuando el hombre contestó: “Tu carta fue justo lo que necesitaba”. Entonces, les explicó que la carta lo había consolado en un momento en el que se sentía muy solo por culpa de la pandemia. También les contó que hacía poco había fallecido su hermano y que la carta lo había ayudado en esos momentos de dolor.

Le dijo a Carlee: “No dejes de escribirle a la gente. Aunque no te respondan, tus cartas les llegan al corazón”.

Ahora Carlee está más decidida que nunca a seguir escribiéndoles a sus vecinos. Ella dice: “Me dio mucha alegría saber que Jehová me usó para animar a alguien. Nuestras cartas realmente pueden ayudar a la gente”.

Myrna Lopez, que vive en Center (Texas), se preguntaba si sus cartas servían para algo. Entonces se enteró de que un sobrino suyo había sido encarcelado y decidió escribirle. De niño, su sobrino iba a las reuniones de los testigos de Jehová, y en su carta Myrna le aseguró que Jehová no se había olvidado de él.

Su sobrino le respondió la carta y le dijo que, después de su arresto, se había sentido triste y perdido. Ahora que estaba en prisión, había estado pensando en su infancia y había comenzado a leer la Biblia y a orarle a Jehová. Le dijo que esa carta era una respuesta a sus oraciones y que le demostraba que Jehová todavía se preocupaba por él.

Natalie Bibbs, que vive en Norcross (Georgia), recibió una nota de una mujer que había encontrado una carta suya mientras salía a correr. La mujer vio la carta doblada en el camino y pasó de largo. Pero después, por alguna razón que no puede explicar, decidió regresar para recogerla.

La mujer le escribió lo siguiente a Natalie: “Había tenido una semana horrible y necesitaba que pasara algo bueno. Y de repente me encuentro con esa carta”.

Natalie cuenta: “Recibir esa nota me enseñó que, sin importar el método que usemos para predicar, Jehová siempre nos está apoyando”.

Laura Martinez vive en Athens (Texas). Cuando va a comprar comida, suele darles cartas a los empleados que le llevan las cosas al auto. Una de las empleadas le dijo que la carta la había animado mucho. Después de eso, Laura le escribió otras dos cartas, y ahora estudian la Biblia juntas.

Estas experiencias nos recuerdan que no sabemos dónde echarán raíces las semillas de la verdad. Lo que sí sabemos es que Jehová puede usar cualquier método de predicación para consolar y dar esperanza a las personas sinceras (Eclesiastés 11:6).