Del 13 al 17 de julio de 2021 se registraron lluvias torrenciales en Alemania, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos, lo que provocó que muchos ríos se desbordaran. Todavía se está evaluando la gravedad de los daños. Las inundaciones —que fueron las peores que estos países han sufrido en un siglo— causaron la muerte de muchas personas.
Impacto en nuestros hermanos
Ningún testigo de Jehová perdió la vida ni sufrió heridas graves.
Por lo menos 304 Testigos tuvieron que ser evacuados.
Unas 100 casas sufrieron daños graves.
Al menos 242 casas sufrieron daños menores.
11 Salones del Reino sufrieron daños.
Labores de socorro
Se formaron cuatro Comités de Socorro: uno en Bélgica, uno en los Países Bajos y dos para atender a los hermanos de Alemania y Luxemburgo.
Actualmente, los Comités de Socorro están organizando las labores de limpieza y las reparaciones. Se han tenido que secar casas, sacar lodo y hacer algunas reparaciones de emergencia.
Los Comités de Socorro y los ancianos locales se están encargando de que quienes tuvieron que dejar sus hogares tengan un lugar donde quedarse y suficiente agua potable.
Los superintendentes de circuito de la zona están animando y consolando con la Biblia a los hermanos afectados por las inundaciones.
Las congregaciones no han dejado de tener sus reuniones por internet. Los miembros del Comité de Sucursal están animando a los hermanos afectados por el desastre.
Todas las labores de socorro se realizan respetando las medidas de seguridad exigidas por el COVID-19.
En los Países Bajos, los ancianos de una congregación ayudaron a una hermanita mayor a salir de su casa, y entonces llamaron a su hijo —que no es testigo de Jehová— para decirle que su madre estaba sana y salva. Él le dijo a su mamá: “¡Qué bueno que estás en esa religión! Se ve que te cuidan mucho”.
En Bélgica, un grupo de bomberos observó a nuestros hermanos realizando labores de socorro. Los felicitaron porque vieron que estaban muy bien organizados y porque todos usaban el equipo de seguridad necesario. En Alemania, otro grupo de bomberos se quedó impresionado al ver que los Testigos siempre estaban dispuestos a seguir sus instrucciones. Uno de esos bomberos dijo: “Ojalá que todos fueran como ustedes”.
Los Testigos afectados por las inundaciones se sienten muy agradecidos por toda la ayuda práctica que han recibido de los hermanos. Además, le dan las gracias al Cuerpo Gobernante porque nos da instrucciones para estar preparados antes de que ocurra un desastre. Y sobre todo le dan gracias a Jehová porque sus siervos pueden sentirse seguros y en paz, incluso cuando azota un desastre (Proverbios 1:33).
