Según un estudio realizado a nivel mundial, a 1 de cada 4 personas se siente sola.

•   “El aislamiento social puede afectar a cualquier persona, de cualquier edad y en cualquier lugar” (Chido Mpemba, copresidenta de la Comisión de la Organización Mundial de la Salud sobre Conexión Social).

 Sorprendentemente, la soledad no solo afecta a las personas mayores o a las que viven aisladas, sino también a los que son jóvenes, saludables, que están casados o que les va bien en la vida. El aislamiento social y la soledad pueden afectar gravemente la salud física y emocional de una persona.

•   “La soledad es mucho más que solo una mala sensación [...]. El riesgo de morir por estar socialmente aislado equivale al de fumar 15 cigarrillos al día” (Vivek Murthy, director general de Salud Pública de Estados Unidos).

 Nuestro Creador no quiere que nos aislemos. Dios siempre ha querido que tengamos buenos amigos con los que pasar ratos agradables.

•   Texto bíblico: “Dios dijo: ‘No es bueno que el hombre siga solo’” (Génesis 2:18).

 Dios quiere que seamos sus amigos. Él promete acercarse a nosotros si nosotros nos esforzamos por acercarnos a él (Santiago 4:8).

•   Texto bíblico: “Felices los que reconocen sus necesidades espirituales, porque el Reino de los cielos es de ellos” (Mateo 5:3).

 Dios quiere que lo adoremos junto a otras personas. Cuando lo hacemos, nos sentimos más felices.

•   Texto bíblico: “Estemos pendientes unos de otros para motivarnos a mostrar amor y a hacer buenas obras, sin dejar de reunirnos [...]. Más bien, animémonos unos a otros” (Hebreos 10:24, 25).

 Si desea saber más sobre por qué es importante luchar contra la soledad, lea el artículo “Soledad en la era de la comunicación”.