“Los seres humanos [...] [mostrarán] falta de amor o afecto por los íntimos o la familia.” (2 TIMOTEO 3:1-3, Comentario Concordia; nota)
● Chris trabaja en una asociación contra la violencia doméstica del norte de Gales. “Un día vino una mujer tan golpeada que no logré reconocerla —dice—. Otras mujeres que acuden a nosotros están tan maltratadas psicológicamente que ni siquiera levantan la vista del suelo.”
¿QUÉ INDICAN LOS DATOS? En un país africano, cerca del treinta por ciento de las mujeres ha sufrido abusos sexuales en su niñez. Una encuesta en ese país reveló que más de un tercio de los hombres cree que no está mal pegarle a su esposa. Ahora bien, las mujeres no son las únicas víctimas de la violencia doméstica. En Canadá, casi el treinta por ciento de los hombres han sido golpeados o sufrido otras vejaciones a manos de sus parejas.
OBJECIÓN. Siempre ha habido violencia doméstica, solo que ahora se le da más importancia.
¿ES VÁLIDA LA OBJECIÓN? La opinión pública se ha sensibilizado en las últimas décadas, pero ¿ha servido para reducir la cantidad de agresiones? No precisamente. La pérdida del afecto familiar se ha generalizado aún más.
¿QUÉ OPINA? ¿Se está cumpliendo 2 Timoteo 3:1-3? ¿Carecen muchas personas del amor que deberían tener por sus familias?
La quinta profecía que vemos cumplirse está relacionada con nuestro hogar: el planeta Tierra. Veamos lo que dice la Biblia.
[Comentario de la página 7]
“La violencia doméstica se considera uno de los delitos menos denunciados de nuestra sociedad. Una mujer soporta unas treinta y cinco agresiones por parte de su pareja antes de recurrir a la policía.” (PORTAVOZ DEL SERVICIO DE AYUDA CONTRA EL MALTRATO DOMÉSTICO DE GALES)