Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos
Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos
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6-12 DE MAYO
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 36, 37
Busquemos perlas escondidas
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Monte, montaña
Estabilidad, permanencia o encumbramiento. Se atribuye a las montañas las cualidades de estabilidad y permanencia. (Isa 54:10; Hab 3:6; compárese con Sl 46:2.) Por lo tanto, cuando el salmista escribió que la justicia de Jehová era como “montañas de Dios” (Sl 36:6), pudo querer decir que la justicia de Jehová es inmutable; o, en vista del encumbramiento de las montañas, quizás se refirió a que la justicia de Dios está muy por encima de la del hombre. (Compárese con Isa 55:8, 9.) En conexión con el derramamiento del séptimo tazón de la ira de Dios, Revelación 16:20 dice: “No se hallaron las montañas”. Estas palabras dan a entender que ni siquiera cosas tan encumbradas como las montañas escaparían del derramamiento de la cólera de Dios. (Compárese con Jer 4:23-26.)
13-19 DE MAYO
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 38, 39
Quítese de encima el exceso de culpa
w02 15/11 20 párrs. 1, 2
Cómo hacer que nuestros días cuenten para Jehová
LOS días de nuestra vida parecen pocos y fugaces. Al meditar sobre la brevedad de la vida, el salmista David se sintió impulsado a pedir en oración: “Hazme conocer, oh Jehová, mi fin, y la medida de mis días... lo que es, para que yo sepa cuán transitorio soy. ¡Mira! Has hecho que mis días sean solo unos cuantos; y la duración de mi vida es como nada enfrente de ti”. David deseaba que su forma de vivir, reflejada en su habla y acciones, agradase a Dios. Reconoció su dependencia de Dios cuando dijo: “Mi expectación está vuelta hacia ti” (Salmo 39:4, 5, 7). Jehová escuchó a David: midió sus actos y lo recompensó como merecía.
Fácilmente podemos enredarnos en una vida acelerada y llena de actividades, queriendo aprovechar hasta el último minuto del día. Ese ritmo de vida pudiera causarnos ansiedad, sobre todo al percibir lo mucho que hay que hacer y experimentar, y el poco tiempo del que disponemos. ¿Queremos, igual que David, vivir de forma que obtengamos la aprobación de Jehová? No hay duda de que Él nos observa y examina cuidadosamente a cada uno de nosotros. Job, hombre temeroso de Dios, reconoció hace unos tres mil seiscientos años que Jehová veía sus caminos y contaba todos sus pasos. Por ello, formuló la siguiente pregunta retórica: “Cuando [él] pida cuentas, ¿qué podré responderle?” (Job 31:4-6, 14). Nosotros podemos hacer que nuestros días cuenten para Jehová si fijamos nuestras prioridades espirituales, obedecemos sus mandamientos y empleamos sabiamente nuestro tiempo. Analicemos con más detalle cómo lograr estos objetivos.
w21.10 15 párr. 4
Cómo reparar su amistad con Jehová
Hable a menudo con Jehová. Su Padre entiende que tal vez no le resulte fácil orarle si se sigue sintiendo culpable por su pecado (Rom. 8:26). Aun así, persevere en la oración y dígale a Jehová lo mucho que desea ser su amigo (Rom. 12:12). Andrej recuerda: “Sentía una inmensa culpa y vergüenza. Pero después de cada oración me sentía más aliviado y en paz”. Si usted no sabe sobre qué orar, medite en las oraciones que hizo el rey David cuando estaba arrepentido y que se encuentran en los Salmos 51 y 65.
20-26 DE MAYO
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 40, 41
¿Por qué ayudar a los demás?
w15 15/12 24 párr. 7
Jehová lo cuidará
7 Lo anterior no quiere decir que Dios no nos apoye cuando estamos enfermos. Él nos consuela y nos da sabiduría tal como hizo con sus siervos del pasado. El rey David escribió: “Feliz es cualquiera que obra con consideración para con el de condición humilde; en el día de calamidad Jehová le proveerá escape. Jehová mismo lo guardará y lo conservará vivo” (Sal. 41:1, 2). Como es obvio, David no estaba diciendo que Dios conservaría vivo hasta nuestros días al que hubiera mostrado consideración a los necesitados. Entonces, ¿cómo lo ayudaría? Apoyándolo y fortaleciéndolo mientras estuviera enfermo en su “diván”, es decir, en su cama (Sal. 41:3). Así es, la persona considerada puede estar segura de que Dios sabe lo que ha hecho y no lo olvidará. Además, Jehová creó el cuerpo humano con la capacidad de luchar contra las enfermedades, lo que de por sí es una gran ayuda.
27 DE MAYO A 2 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 42-44
Aproveche al máximo la enseñanza que viene de Jehová
w06 1/6 9 párr. 4
Puntos sobresalientes del libro segundo de los Salmos
42:4, 5, 11; 43:3-5. Si por alguna razón más allá de nuestro control se nos separa temporalmente de la congregación cristiana, nos sostendrá recordar los momentos felices pasados con nuestros hermanos. Aunque tales recuerdos quizá aumenten nuestra soledad al principio, también nos ayudarán a tener presente que Dios es nuestro refugio y que necesitamos esperar en él para recibir alivio.
Busquemos perlas escondidas
w09 15/11 9 párrs. 11, 12
Chacal
11 Estudiar los salmos puede mejorar la calidad de nuestras oraciones y ayudarnos a esperar pacientemente la respuesta de Dios. Pensemos en el ejemplo de cierto levita exiliado. Él deseaba ir al templo de Jehová, pero durante cierto tiempo no pudo hacerlo. De modo que cantó lo siguiente: “¿Por qué estás desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona y como Dios mío” (Sal. 42:5, 11; 43:5).
12 ¿Qué podemos aprender de este levita? Que si alguna vez se nos encarcela por causa de la verdad y no podemos reunirnos con nuestros hermanos, hemos de aguardar con paciencia a que Dios actúe (Sal. 37:5). Mientras esperamos a que él nos permita volver a reunirnos con su pueblo, reflexionemos en las alegrías que nos ha dado su servicio y pidámosle fuerzas para perseverar.
3-9 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 45-47
Una canción sobre la boda de un rey
w14 15/2 9, 10 párrs. 8, 9
¡Alegrémonos por la boda del Cordero!
8 (Lea Salmo 45:13, 14a.) La novia se presenta “toda gloriosa” para la boda real. En Revelación 21:2 se la compara a una ciudad, la Nueva Jerusalén, y se dice que está “adornada para su esposo”. Esta ciudad celestial tiene “la gloria de Dios” y está radiante, como “una piedra preciosísima, como piedra de jaspe que brillara con claridad cristalina” (Rev. 21:10, 11). El resplandor de la Nueva Jerusalén se describe hermosamente en el libro de Revelación (Rev. 21:18-21). ¡Con razón el salmista dice que la novia va “toda gloriosa”! Al fin y al cabo, la boda real está teniendo lugar en el cielo.
9 La novia es llevada ante el Novio, el Rey Mesiánico. Él la ha estado preparando, “limpiándola con el baño de agua por medio de la palabra”, de modo que es “santa y [está] sin tacha” (Efes. 5:26, 27). Pero, además, debe estar vestida adecuadamente para la boda. ¡Y, desde luego, lo está! “Su ropa tiene engastes de oro” y “en ropaje tejido [es] llevada al rey”. Para la boda del Cordero “se le ha concedido estar vestida de lino fino, brillante y limpio, porque el lino fino representa los actos justos de los santos” (Rev. 19:8).
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Guerra
Cuando concluya esta guerra, la Tierra disfrutará de paz durante mil años. El salmo declara a este respecto, “[Jehová] hace cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra. Quiebra el arco y verdaderamente corta en pedazos la lanza; quema los carruajes en el fuego”. Este salmo tuvo su primer cumplimiento cuando Dios trajo paz a la tierra de Israel al destruir los instrumentos de guerra del enemigo. Pero una vez que Jesucristo derrote a los instigadores de la guerra en Har-Magedón, se disfrutará de paz completa y satisfaciente hasta la extremidad de esta esfera terrestre. (Sl 46:8-10.) Finalmente, las personas favorecidas con vida eterna serán las que habrán batido “sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas” y que no habrán ‘aprendido más la guerra’. “Porque la boca misma de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.” (Isa 2:4; Miq 4:3, 4.)
10-16 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 48-50
Padres, ayuden a sus hijos a confiar cada vez más en la organización de Jehová
w12 15/8 12 párr. 5
Comportémonos como ciudadanos del Reino
5 Estudiar la historia. Quienes deseen hacerse ciudadanos de una nación tal vez tengan que aprender algo de su historia. De la misma forma, quienes desean ser ciudadanos del Reino de Dios hacen bien en aprender todo lo que puedan sobre ese gobierno. Pensemos en un ejemplo del antiguo Israel. Los descendientes de Coré le tenían cariño a Jerusalén y su lugar de adoración, y les encantaba relatar la historia de la ciudad. Lo que más les impresionaba no eran las piedras y la argamasa, sino lo que dicho lugar y Jerusalén representaban. Esta era la ciudad “del gran Rey”, Jehová, pues constituía el centro de la adoración pura. Era allí donde se enseñaba la Ley de Dios, y era al pueblo que Jehová gobernaba como Rey de Jerusalén a quien él expresó su bondad amorosa (léase Salmo 48:1, 2, 9, 12, 13). ¿Tiene usted el mismo deseo que ellos de estudiar y relatar la historia de la parte terrestre de la organización de Jehová? Cuanto más aprenda sobre ella y el apoyo que Jehová brinda a su pueblo, más real será el Reino de Dios para usted y más intenso se hará su deseo de predicar las buenas nuevas de ese Reino (Jer. 9:24; Luc. 4:43).
Busquemos perlas escondidas
it-2 857
Riquezas
Como una nación próspera, los israelitas podían disfrutar de comer y beber (1Re 4:20; Ec 5:18, 19), y sus riquezas servían para protegerlos de los problemas de la pobreza. (Pr 10:15; Ec 7:12.) Sin embargo, aunque el propósito de Jehová era que los israelitas disfrutaran de prosperidad por su duro trabajo (compárese con Pr 6:6-11; 20:13; 24:33, 34), también se encargó de advertirles del peligro que suponía olvidarse de que Él era la Fuente de su prosperidad y ponerse a confiar en las riquezas. (Dt 8:7-17; Sl 49:6-9; Pr 11:4; 18:10, 11; Jer 9:23, 24.) Se les recordó que las riquezas eran transitorias (Pr 23:4, 5); no podían entregarlas a Dios como un rescate para librar a alguien de la muerte (Sl 49:6, 7) y no eran de ningún valor para los muertos. (Sl 49:16, 17; Ec 5:15.) Se les mostró que el dar indebida importancia a las riquezas les conduciría a prácticas fraudulentas y al disfavor de Jehová. (Pr 28:20; compárese con Jer 5:26-28; 17:9-11.) También se les estimuló a “[honrar] a Jehová con [sus] cosas valiosas”. (Pr 3:9.)
17-23 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 51-53
¿Qué puedo hacer para no cometer un pecado grave?
w15 15/6 14 párrs. 5, 6
Luche contra los malos deseos
5 Jehová le dará la ayuda que necesita para vencer si se la pide. Cuando se acerque a él por medio de la oración, él se acercará a usted. Le dará su espíritu en abundancia para que le sea más fácil resistir los pensamientos inmorales y mantenerse limpio. Por eso, dígale que usted quiere agradarlo con sus pensamientos (Sal. 19:14). Pídale con humildad que lo examine y le ayude a descubrir cualquier “camino doloroso”, es decir, cualquier deseo o pensamiento que pudiera ser dañino para usted (Sal. 139:23, 24). Pídale una y otra vez que lo ayude a mantenerse firme cuando surja la tentación (Mat. 6:13).
6 A veces, la crianza de una persona o su conducta del pasado pueden hacer que se sienta atraída por las cosas que Jehová condena. Pero aun así, Dios puede ayudarla a hacer los cambios necesarios. Después de haber cometido adulterio con Bat-seba, David le imploró lo siguiente a Jehová: “Crea en mí hasta un corazón puro, [...] y pon en mí un espíritu nuevo, uno que sea constante” (Sal. 51:10, 12). Aunque el deseo de cometer inmoralidad sea muy intenso, Jehová puede hacer que nuestro deseo de obedecerlo sea más intenso aún. Aunque los malos deseos estén muy arraigados en nuestro corazón y nos cueste tener pensamientos puros, Jehová puede ayudarnos a vivir una vida limpia. Él nos ayudará a mantener la mente libre de pensamientos impuros (Sal. 119:133).
24-30 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 54-56
Dios está de su parte
w06 1/8 22 párrs. 10, 11
Seamos sabios: temamos a Dios
10 En cierta ocasión, David se refugió en los dominios de Akís, rey de la ciudad filistea de Gat, la misma ciudad donde Goliat había nacido (1 Samuel 21:10-15). Entonces, los siervos del rey lo acusaron de ser un enemigo de la nación. ¿Qué hizo David en aquella peligrosa situación? Oró con fervor a Jehová (Salmo 56:1-4, 11-13). Para escapar, tuvo que fingir que estaba loco, pero él sabía que era Jehová quien lo había liberado al bendecir sus actos. Su confianza absoluta en Él demostró que verdaderamente era un hombre temeroso de Dios (Salmo 34:4-6, 9-11).
11 Al igual que David, nosotros podemos demostrar que tememos a Dios. ¿De qué manera? Confiando en su promesa de ayudarnos cuando atravesamos dificultades. “Haz rodar sobre Jehová tu camino, y fíate de él, y él mismo obrará”, escribió David (Salmo 37:5). Ahora bien, eso no significa que en vez de hacer lo posible por resolver nuestros problemas, se los dejemos a Jehová para que él se encargue de ellos. Después de pedirle ayuda a Dios, David no se quedó cruzado de brazos. Más bien, empleó las capacidades físicas y mentales que Jehová le había dado y afrontó el problema. Sin embargo, sabía que el ser humano no puede depender únicamente de sus propias fuerzas. Y así es como nosotros debemos verlo. Una vez que hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance, tenemos que dejar el resto en manos de Jehová. La verdad es que, muchas veces, lo único que podemos hacer es confiar en él. Entonces es cuando el temor de Dios se convierte en algo mucho más real para nosotros. Sin duda, estas sinceras palabras de David resultan muy alentadoras: “La intimidad con Jehová pertenece a los que le temen” (Salmo 25:14).
cl 243 párr. 9
Nada puede “separarnos del amor de Dios”
9 Jehová también valora nuestro aguante (Mateo 24:13). Recuerde que Satanás quiere que usted le dé la espalda a Dios. Así que cada día que le es leal a Jehová es un día más en que contribuye a responder a los desafíos del Diablo (Proverbios 27:11). Claro, a veces es difícil aguantar. Si tenemos problemas de salud, económicos, emocionales o de otro tipo, cada día puede convertirse en una prueba. Además, si nuestras expectativas tardan en cumplirse, podríamos desanimarnos (Proverbios 13:12). Jehová valora mucho que, a pesar de todo esto, le sigamos sirviendo con aguante. Por eso, con total seguridad, el rey David le pidió que recogiera sus lágrimas en un odre y le dijo: “¿Acaso no están anotadas en tu libro?” (Salmo 56:8). Jehová ve nuestras lágrimas y todo lo que sufrimos por serle leales. Él recuerda todo esto con cariño y lo valora muchísimo.