ARTÍCULO DE ESTUDIO 22
Mejoremos nuestra manera de estudiar
Asegurémonos de “las cosas más importantes” (FILIP. 1:10).
CANCIÓN 70 Asegurémonos de lo más importante
AVANCE *
1. ¿Por qué a algunos cristianos les cuesta ponerse a estudiar?
HOY día cuesta mucho ganarse la vida. Gran cantidad de hermanos trabajan de sol a sol para conseguir simplemente lo básico para su familia. Otros muchos dedican varias horas a ir a su lugar de empleo y regresar a casa. Los hay que se ganan la vida con un agotador trabajo físico. Al final del día, estos hermanos están tan cansados que lo último que quieren hacer es ponerse a estudiar.
2. ¿Cuándo saca usted tiempo para estudiar?
2 Lo cierto es que debemos sacar tiempo para estudiar la Palabra de Dios y las publicaciones cristianas, pero estudiar de verdad. Nuestra amistad con Jehová y la vida eterna dependen de ello (1 Tim. 4:15, 16). Algunos hermanos se levantan pronto todos los días para estudiar cuando la casa está en silencio y tienen la mente fresca tras una noche de descanso. Otros dedican unos minutos al final del día para estudiar y meditar en un ambiente tranquilo.
3, 4. ¿Qué cambios se han hecho en la cantidad de información que se publica, y por qué?
3 Todos estamos de acuerdo en que es importante sacar tiempo para estudiar. Pero ¿qué debemos estudiar? Tal vez pensemos que tenemos muchas cosas para leer, y nos resulta difícil mantenernos al día con todo el alimento espiritual que recibimos. Algunos sí lo logran, pero a muchos hermanos les cuesta hacerlo. El Cuerpo Gobernante lo sabe, y por eso decidió hace poco reducir la cantidad de información que se publica en papel y en formato electrónico.
4 Por ejemplo, ya no publicamos el Anuario de los testigos de Jehová, pues podemos encontrar muchas experiencias animadoras en nuestro sitio de Internet, jw.org®, y en los programas mensuales de JW Broadcasting®. Además, ahora solo se publican tres números al año de la edición para el público de La Atalaya y ¡Despertad! Estos cambios no se han hecho para que tengamos más tiempo para otras actividades, sino para que demos la debida atención a “las cosas más importantes” (Filip. 1:10). Veamos a continuación a qué debemos dar prioridad y cómo sacar el mayor provecho del estudio personal de la Biblia.
A QUÉ DEBEMOS DAR PRIORIDAD CUANDO ESTUDIAMOS
5, 6. ¿Qué debemos estudiar con atención?
5 ¿A qué debemos dar prioridad? Está claro que tenemos que dedicar tiempo todos los días a estudiar la Palabra de Dios. Actualmente, el programa de lectura semanal de la Biblia para la congregación es más corto. Así tenemos más tiempo para meditar y buscar información adicional. Nuestro objetivo no debe ser solo leer los capítulos asignados, sino permitir que el mensaje de la Biblia nos toque el corazón y nos acerque más a Jehová (Sal. 19:14).
6 ¿Qué más debemos estudiar con atención? Por supuesto, debemos prepararnos el artículo de estudio de La Atalaya, así como el Estudio bíblico de la congregación y el resto de la reunión de entre semana. También debemos leer todos los números de La Atalaya y ¡Despertad!
7. ¿Debemos desanimarnos si no logramos mantenernos al día con todo lo que aparece en nuestro sitio de Internet y en JW Broadcasting?
7 Pero alguien pudiera decir: “¿Y qué hago con todo lo que aparece en nuestro sitio de Internet y en el canal JW Broadcasting? Porque es mucha información...”. Pensemos en el siguiente ejemplo. En un bufé se ofrece una gran variedad de platos deliciosos. Los clientes no podrán probarlos todos, así que escogen unos pocos. De modo parecido, no nos desanimemos si no logramos mantenernos al día con todo lo que se publica en formato electrónico. Leamos y veamos lo que podamos. Ahora bien, ¿qué implica estudiar, y cómo podemos sacar el mayor provecho del estudio?
EL ESTUDIO IMPLICA ESFUERZO
8. a) ¿Qué pasos podemos seguir al prepararnos para el Estudio de La Atalaya? b) ¿Cómo nos ayudará seguir estos pasos?
8 Estudiar no es solo leer por encima la información y subrayar las respuestas. Implica leer algo con atención con el propósito de aprender. Veamos cómo hacer esto al prepararnos para el Estudio de La Atalaya. En primer lugar, fijémonos en lo que dice el avance, que aparece al inicio del artículo. Después, analicemos el título, los subtítulos y las preguntas de repaso. Luego, leamos el artículo despacio y con atención. Fijémonos en lo que podemos llamar la oración temática, que por lo general es la primera frase de cada párrafo. Normalmente, esta frase indica de qué trata el párrafo. Mientras leamos el artículo, pensemos en cómo cada párrafo apoya el subtítulo y se relaciona con el tema general del artículo. Anotemos las palabras que no conozcamos y las ideas que queramos investigar más a fondo.
9. a) ¿Por qué debemos prestar mucha atención a los textos bíblicos cuando estudiamos La Atalaya, y cómo tenemos que hacerlo? b) Como indica Josué 1:8, ¿qué debemos hacer además de leer los textos?
9 El Estudio de La Atalaya es en realidad un estudio de la Biblia. Por eso, prestemos mucha atención a los textos bíblicos, sobre todo los que se leerán cuando la congregación analice el artículo. Fijémonos en especial en cómo las palabras o expresiones clave de los textos apoyan la idea que se explica en el párrafo. Además, dediquemos tiempo a meditar en los textos y en cómo ponerlos en práctica en nuestra vida (lea Josué 1:8).
10. Teniendo en cuenta lo que dice Hebreos 5:14, ¿por qué deben los padres usar la adoración en familia para enseñar a sus hijos a estudiar y a investigar?
10 Hablemos ahora de la adoración en familia. Es natural que los padres quieran que sus hijos disfruten de esta ocasión semanal. Y, aunque los padres siempre deben tener algo definido para la adoración en familia, no es necesario que todas las semanas organicen actividades especiales o proyectos emocionantes. Es cierto que pueden ver el programa mensual de JW Broadcasting o trabajar de vez en cuando en algún proyecto especial, como hacer una maqueta del arca de Noé. Pero también es importante que los padres enseñen a sus hijos a estudiar. Los niños tienen que aprender a prepararse para las reuniones o a investigar sobre un asunto que haya surgido en la escuela (lea Hebreos 5:14). Si dedican tiempo a investigar un tema bíblico en casa, les resultará más fácil concentrarse en las reuniones y en las asambleas, donde no siempre se proyecta un video. Claro, el tiempo que duren las sesiones de estudio dependerá de la edad y de la personalidad de los hijos.
11. ¿Por qué es importante que enseñemos a nuestros estudiantes a profundizar en su estudio de la Biblia?
11 Nuestros estudiantes de la Biblia también tienen que aprender a estudiar. Al principio, estamos contentos de que sencillamente subrayen las respuestas en preparación para el curso de la Biblia o para las reuniones. Pero es necesario que les enseñemos a investigar y profundizar en su estudio cuando están solos. Así, cuando se enfrenten a problemas, no pedirán enseguida ayuda a otros en la congregación, sino que sabrán buscar y encontrar en nuestras publicaciones la información que necesitan.
ESTUDIEMOS CON UN OBJETIVO DEFINIDO
12. ¿Qué objetivos podemos tener presentes al estudiar?
12 Si no nos gusta estudiar, tal vez pensemos que no es posible aprender a disfrutar del estudio. Pero sí lo es. Empecemos con períodos breves y aumentemos poco a poco el tiempo que dedicamos al estudio. Tengamos un objetivo presente. Claro, nuestra meta principal es estrechar nuestra amistad con Jehová. Pero un objetivo más inmediato podría ser responder una pregunta que nos hizo alguien o buscar información sobre un problema que tengamos.
13. a) ¿Qué pasos puede dar un joven para defender sus creencias en la escuela? b) ¿Cómo puedes poner en práctica lo que dice Colosenses 4:6?
13 Por ejemplo, ¿eres un joven y vas a la escuela? Puede que todos tus compañeros de clase crean en la teoría de la evolución. Te gustaría defender lo que enseña la Biblia, pero no te sientes capacitado. Así que tienes que hacer investigación. Tu objetivo podría ser doble. Uno, fortalecer tu propia convicción en que Dios creó todas las cosas. Y dos, mejorar tu manera de defender la verdad de la Biblia (Mat. 14:6-11; 1 Ped. 3:15). Lo primero que tendrías que hacer es preguntarte por qué dicen tus compañeros que creen en la evolución. Y, luego, investigar con cuidado lo que explican nuestras publicaciones. Te darás cuenta de que defender tus creencias no es tan difícil. La mayoría de las personas creen en la evolución sencillamente porque alguien a quien respetan les ha dicho que es verdad. Pero, una vez que encuentres un par de ideas interesantes, puedes dar una respuesta satisfactoria a quien te plantee preguntas sinceras (lee Colosenses 4:6).
CULTIVEMOS EL DESEO DE APRENDER
14-16. a) ¿Qué podemos hacer para familiarizarnos mejor con un libro de la Biblia que no conocemos muy bien? b) ¿Cómo nos ayudan los textos citados a tener un cuadro más completo del libro de Amós? (Vea también el recuadro “ Conozcamos mejor a los personajes de la Biblia”).
14 Supongamos que en una próxima reunión analizaremos los escritos de uno de los llamados profetas menores, quizás uno que no conocemos muy bien. Lo primero que deberíamos hacer es cultivar el deseo de conocer mejor lo que el profeta escribió. ¿Cómo lo lograremos?
15 Empecemos preguntándonos qué sabemos del escritor del libro: quién era, dónde vivía y a qué se dedicaba. Este tipo de datos nos ayudará a entender por qué usó ciertas palabras o puso determinados ejemplos. Durante nuestra lectura, busquemos frases que reflejen la personalidad del escritor.
16 Luego, averigüemos cuándo se escribió el libro. Para ello, nos resultará útil consultar la “Tabla de los libros de la Biblia”, que aparece al principio de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias). También podemos repasar la tabla de profetas y reyes que se encuentra en la sección 3 del folleto Guía para el estudio de la Palabra de Dios. Como el libro que estudiamos es profético, será conveniente que investiguemos sobre las condiciones que existían cuando se escribió. Podemos investigar qué malas actitudes o prácticas esperaba corregir el profeta y quiénes eran sus contemporáneos. Con el fin de tener un cuadro general completo, quizás debamos consultar otros libros de la Biblia. Por ejemplo, para entender mejor lo que sucedía en los días del profeta Amós, podemos leer los versículos de los libros de 2 Reyes y 2 Crónicas que aparecen en las referencias marginales de Amós 1:1. También nos ayudaría leer el libro de Oseas, quien al parecer fue contemporáneo de Amós. Gracias a toda esta información, comprenderemos mejor cómo era la época en la que vivió Amós (2 Rey. 14:25-28; 2 Crón. 26:1-15; Os. 1:1-11; Amós 1:1).
FIJÉMONOS EN LOS DETALLES
17, 18. Explique cómo nos ayuda a disfrutar más la lectura de la Biblia dar atención a los detalles que parecen pequeños. Utilice los ejemplos de los párrafos o cualquier otro.
17 Debemos leer la Biblia con mucha curiosidad. Por ejemplo, imaginemos que estamos leyendo el capítulo 12 de la profecía de Zacarías, que predice la muerte del Mesías (Zac. 12:10). Al llegar al versículo 12, leemos que “la familia de la casa de Natán” lloraría amargamente la muerte del Mesías. En vez de pasar por alto este detalle, nos preguntamos: “¿Qué relación tienen el Mesías y la casa de Natán? ¿Dónde encuentro más información?”. Así que nos ponemos a investigar un poco. Una referencia marginal nos manda a 2 Samuel 5:14, donde dice que Natán era uno de los hijos de David. La otra referencia es Lucas 3:31, que indica que Jesús era un descendiente directo de Natán a través de María (vea La Atalaya de agosto de 2017, página 32, párrafo 4). ¡Qué detalles tan interesantes! Sabíamos que se había predicho que Jesús sería descendiente de David (Mat. 22:42). Pero David tenía más de veinte hijos. Al fijarnos en estos detalles, no nos sorprende que Zacarías diga que la casa de Natán en concreto tendría motivos para llorar la muerte de Jesús.
18 Pensemos en otro ejemplo. En el primer capítulo de Lucas, leemos que el ángel Gabriel visitó a María y le hizo este anuncio sobre el hijo que iba a tener: “Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre” (Luc. 1:32, 33). Puede que nos centremos en la primera parte del mensaje del ángel, que dice que a Jesús se le llamaría “Hijo del Altísimo”. Pero Gabriel también predijo que Jesús sería rey. Así que podríamos preguntarnos qué entendió María al oír estas palabras. ¿Pensó que Jesús sustituiría a Herodes o uno de sus sucesores en el trono de Israel? ¿Imaginó que en ese caso ella sería la reina madre y que su familia viviría en el palacio? No hay ningún indicio en la Biblia de que ella le planteara esa posibilidad a Gabriel. Tampoco leemos que pidiera ocupar una posición especial en el Reino, como sí hicieron dos discípulos de Jesús (Mat. 20:20-23). Este detalle nos confirma que María fue una mujer sumamente humilde.
19, 20. Como indican Santiago 1:22-25 y 4:8, ¿qué objetivos debemos tener al estudiar?
19 Recordemos que nuestro objetivo fundamental al estudiar la Palabra de Dios y las publicaciones cristianas es acercarnos más a Jehová. Pero también queremos ver mejor qué clase de personas somos y qué cambios debemos hacer para agradar a Dios (lea Santiago 1:22-25; 4:8). Por ello, cada vez que nos pongamos a estudiar, es esencial pedirle a Jehová que nos dé su espíritu. Asimismo, es necesario que le roguemos que nos ayude a sacar el máximo provecho al estudio y a vernos como él nos ve.
20 Que todos seamos como el siervo de Dios que se describe en el Salmo 1:2, 3: “Su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja. Y [...] todo lo que haga tendrá éxito”.
CANCIÓN 69 Hazme conocer tus caminos
^ párr. 5 Nuestro generoso Dios, Jehová, nos da muchísimo que ver, leer y estudiar. Este artículo nos ayudará a decidir qué estudiar y nos dará sugerencias para que aprovechemos al máximo el estudio.
^ párr. 61 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Unos padres les enseñan a sus hijos a prepararse para el estudio semanal de La Atalaya.
^ párr. 63 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. Un hermano investiga sobre el escritor bíblico Amós. Los dibujos del fondo representan lo que se imagina al leer los relatos bíblicos y meditar en ellos.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)