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CAPÍTULO 3

‘Paiguna espíritu santohua undashca anauca’

‘Paiguna espíritu santohua undashca anauca’

Jesusta catijcuna Pentecostés istai espíritu santora chasquinuca

Basado en Hechos 2:1-47

1. ¿Imara ruranuj aca Pentecostés istai?

 HAY mucho movimiento en Jerusalén. a En el templo, el humo del altar se eleva mientras los levitas entonan el Hallel (los Salmos 113 a 118). Quizás unos cantan una parte y otros les responden, lo que se conoce como canto antifonal. Y las calles están repletas de extranjeros que vienen de tierras tan lejanas como Elam, Mesopotamia, Capadocia, el Ponto, Egipto y Roma. b ¿Qué se celebra? La Fiesta de Pentecostés, o “el día de los primeros frutos maduros” (Núm. 28:26). Es una fiesta anual llena de alegría que marca el final de la cosecha de la cebada y el principio de la del trigo.

2. Huata 33pi ¿imara tucuca Pentecostés istai?

2 En este día primaveral del año 33, a eso de las nueve de la mañana, pasa algo sorprendente que se recordará por siglos. De repente, hay “un ruido desde el cielo, como el de una fuerte ráfaga de viento”, o un “viento huracanado” (Hech. 2:2; La Biblia de Nuestro Pueblo). El estruendo llena la casa donde están reunidos unos 120 discípulos de Jesús. Entonces, increíblemente, aparece algo similar a lenguas de fuego, y se va posando una sobre cada uno de ellos. c Luego estos discípulos se llenan de espíritu santo y, como resultado, comienzan a hablar en otros idiomas. Cuando salen de la casa, los extranjeros los escuchan asombrados hablar “en su propio idioma” (Hech. 2:1-6).

3. a) 33 huatai Pentecostés istai ¿ima chuyaj aduranai valij rurana tiai callarica? b) ¿Imasnara Pedro utilizaca ‘ahua pacha mandana punda llavi’ nishcara Pentecostés istai?

3 Esta apasionante narración relata un acontecimiento histórico de la adoración pura: la fundación del Israel espiritual, la congregación de cristianos ungidos (Gál. 6:16). Pero eso no es todo. Aquel mismo día, un poco más tarde, Pedro habló ante la multitud. Así usó la primera de las tres “llaves del Reino”, con las que les abriría oportunidades especiales a distintos grupos de personas (Mat. 16:18, 19). La primera llave haría posible que judíos y prosélitos d aceptaran las buenas noticias y fueran ungidos con espíritu. De este modo se convertirían en miembros del Israel espiritual y, por lo tanto, tendrían la esperanza de llegar a ser gobernantes y sacerdotes en el Reino mesiánico (Apoc. 5:9, 10). Esa misma oportunidad se les abriría en segundo lugar a los samaritanos y en tercer lugar a los gentiles (o sea, a los que no eran ni judíos ni prosélitos). ¿Qué aprendemos de los sucesos tan importantes que ocurrieron en aquel Pentecostés?

“Tucui shu iyaillahua pariju tandarishca anauca” (Hechos 2:1-4)

4. ¿Imarasha ninchi cuna timpu Jesusta catijcuna congregación, 33 huatai callarishcasna catiun nisha?

4 Como vimos, la congregación cristiana nació cuando unos 120 discípulos que “estaban juntos en el mismo lugar” —el cuarto de arriba de una casa— fueron ungidos con espíritu santo (Hech. 2:1). Pero para el final del día ya se habían bautizado miles de personas. Y ese solo era el principio de un crecimiento que ha continuado hasta nuestros días. En efecto, la congregación cristiana actual es una organización formada por hombres y mujeres que aman a Dios y están predicando “las buenas noticias del Reino [...] en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones” antes de que llegue el fin (Mat. 24:14).

5. Punda sigloi, cuna timpuis congregaciombi asha ¿ima bendicionda charishun?

5 La congregación cristiana también serviría para ayudar y animar a quienes formaran parte de ella: los ungidos y, con el tiempo, las “otras ovejas” (Juan 10:16). Pablo valoraba mucho el apoyo que los hermanos se daban unos a otros. Por eso les escribió a los cristianos de Roma: “Estoy deseando verlos para transmitirles algún don espiritual a fin de fortalecerlos, o, más bien, para que nos animemos unos a otros mediante nuestra fe, tanto la de ustedes como la mía” (Rom. 1:11, 12).

6, 7. ¿Imasnara pactachirianun cuna timpui tiaj Jesusta catijcuna intiru mundui Diospa Shimimanda yachachinara?

6 Hoy, la congregación tiene los mismos objetivos que en el siglo primero. Para empezar, tiene que cumplir esta tarea —difícil pero fascinante— que Jesús les encargó a sus seguidores: “Hagan discípulos de gente de todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo. Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado” (Mat. 28:19, 20).

7 Los testigos de Jehová son la congregación cristiana que Dios usa hoy para cumplir esta labor. Claro está, predicar en tantos idiomas es todo un reto; pero lo están superando: los Testigos editan publicaciones bíblicas en más de 1.000 idiomas. ¿Está usted asistiendo a las reuniones y participando en la obra de predicar y hacer discípulos? Puede sentirse feliz, pues es una de las pocas personas en la Tierra que tienen el honor de dar un testimonio completo del nombre de Jehová.

8. ¿Ima bendiciongunara chasquingui congregaciombi?

8 Además, Jehová le regala una hermandad internacional para ayudarle a mantener la alegría y no rendirse en estos tiempos tan difíciles. Fíjese en lo que Pablo les escribió a los cristianos hebreos: “Estemos pendientes unos de otros para motivarnos a mostrar amor y a hacer buenas obras, sin dejar de reunirnos, como algunos tienen por costumbre. Más bien, animémonos unos a otros, sobre todo al ver que el día se acerca” (Heb. 10:24, 25). Como ve, dar y recibir ánimo es una de las muchas bendiciones que Jehová le regala a usted a través de la congregación. Por eso, manténgase muy unido a los hermanos y no deje de asistir a las reuniones.

‘Caran duiñu paihua quiquin shimii rimashcara uyanuca’ (Hechos 2:5-13)

“Los oímos hablar de las cosas magníficas de Dios en nuestros idiomas” (Hechos 2:11).

9, 10. ¿Imara huaquinguna ruranushca shuj shimii rimajcunara Diospa Shimimanda rimangahua?

9 ¡Imagínese la emoción que debieron sentir los judíos y prosélitos aquel día! La mayoría seguramente usaba un idioma en común para comunicarse entre sí, quizás el griego o el hebreo. Pero ahora “cada uno de ellos oía hablar a los discípulos en su propio idioma” (Hech. 2:6). Sin duda, escuchar las buenas noticias en su lengua materna les tocó el corazón. Obviamente, los cristianos ya no tenemos el poder milagroso de hablar en lenguas. No obstante, muchos están predicándoles el mensaje del Reino a personas de todas las naciones. ¿Cómo? Algunos aprenden idiomas para servir en congregaciones de otra lengua o incluso para mudarse a otros países. Y a menudo ven que a sus oyentes les impresionan sus esfuerzos.

10 Así le ocurrió a Christine, quien tomó un curso de gujaratí junto con otros siete Testigos. Al encontrarse con una compañera de trabajo que hablaba gujaratí, la saludó en su idioma. La joven se quedó asombrada y le preguntó por qué estaba aprendiendo ese idioma tan difícil. Christine logró darle un buen testimonio, y la mujer le dijo: “El mensaje de ustedes tiene que ser muy importante”.

11. ¿Imasnara purunturina ushanchi shuj shimii rimajcunara Diospa Shimimanda rimangahua?

11 Es cierto que no todos podemos aprender otra lengua. Pero sí podemos prepararnos para llevarles el mensaje del Reino a personas de otros idiomas. ¿Cómo? Por ejemplo, usando la aplicación JW Language®. Con ella puede aprenderse un saludo en alguna lengua que se hable en su zona. También puede aprenderse algunas frases que sirvan para despertar el interés de la gente. Podría decirles que entren al sitio jw.org, o incluso podría mostrarles los videos y publicaciones disponibles en su idioma. Aprovechemos este tipo de herramientas. Así nos sentiremos tan felices como los primeros cristianos cuando vieron que la gente se asombraba al escuchar las buenas noticias en su propio idioma.

‘Pedro shayarica’ (Hechos 2:14-37)

12. a) ¿Imara nica profeta Joel Pentecostés istai milagro pasanamanda? b) ¿Imarasha Jesusta punda catijcuna profeta Joel rimashca pactarichu chaparianuca?

12 El relato continúa diciendo que “Pedro se puso de pie” para dirigirle la palabra a aquel público internacional (Hech. 2:14). Les explicó que los discípulos estaban hablando en lenguas porque Dios estaba cumpliendo lo que había profetizado mediante Joel: “Derramaré mi espíritu sobre todo tipo de personas” (Joel 2:28). En realidad, ya se esperaba que esto se cumpliera en el siglo primero, pues antes de subir al cielo Jesús les había prometido a sus discípulos: “Yo le rogaré al Padre y él les dará otro ayudante”. Y él mismo les dijo cuál era ese ayudante: “El espíritu” (Juan 14:16, 17).

13, 14. ¿Imasnara Pedro, runauna shunguma pactangaj ursarica shinallara imasnara ñucanchis rurana ushanchi?

13 Pedro concluyó su discurso con unas palabras muy directas: “Que toda la casa de Israel sepa sin duda alguna que Dios hizo Señor y también Cristo a este Jesús a quien ustedes ejecutaron en un madero” (Hech. 2:36). Es verdad que la mayoría de ellos ni siquiera había estado allí cuando mataron a Jesús; pero, como eran parte de la nación que lo asesinó, ellos también eran responsables. Sin embargo, notemos que el apóstol se dirigió a sus hermanos judíos con respeto y con la intención de llegarles al corazón. No quería condenarlos; quería que se arrepintieran. Y ellos no se ofendieron. Más bien, “sintieron que un dolor les atravesaba el corazón”, y por eso preguntaron: “¿Qué debemos hacer?”. La forma en que Pedro les habló seguramente contribuyó a que lograra su objetivo y a que muchos se arrepintieran (Hech. 2:37).

14 Nosotros hacemos bien en imitar a Pedro para llegar al corazón de la gente. Cuando damos testimonio, no nos ponemos a corregir todas las ideas equivocadas de las personas. Más bien, nos concentramos en los puntos en que estamos de acuerdo, y entonces podemos ayudarlas a entender lo que dice la Palabra de Dios. Por lo general, cuando hablamos con respeto como lo hizo Pedro, es más probable que las personas de buen corazón acepten el mensaje de la Biblia.

“Caran duiñu bautisarichi” (Hechos 2:38-47)

15. a) ¿Ima shimira Pedro rimaca, shinallara uyajcuna imara ruranuca? b) ¿Imasnara Pentecostés istai huaranga huaranga runauna Diospa Shimira uyajcuna chi punzhallara bautisaringaj ña purunturishca anuca?

15 En aquel día tan emocionante, Pedro les dijo a los prosélitos y a los judíos que aceptaron el mensaje: “Arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se bautice” (Hech. 2:38). Por lo tanto, unas 3.000 personas se bautizaron, probablemente en estanques de Jerusalén y los alrededores. e ¿Actuaron por puro impulso? ¿Da a entender este relato que los estudiantes de la Biblia y los hijos de Testigos deben bautizarse cuanto antes, aunque no estén preparados? Por supuesto que no. Hay que tomar en cuenta que los prosélitos y los judíos que se bautizaron en Pentecostés ya eran buenos estudiantes de las Escrituras y pertenecían a una nación dedicada a Jehová. Además, habían demostrado ser personas espirituales, pues muchos de ellos habían viajado grandes distancias para estar en la fiesta. Lo único que les faltaba era aceptar las verdades fundamentales acerca del papel que tiene Jesucristo en el propósito divino. Una vez que lo hicieron, estuvieron listos para seguir sirviendo a Dios, pero ahora bautizados como seguidores de Cristo.

16. ¿Imasnara Jesusta punda catijcuna cuyaj shungu charishcara ricuchinuca?

16 Está claro que Jehová estaba bendiciendo a ese grupo, pues el relato sigue diciendo: “Todos los que se hacían creyentes estaban juntos y compartían todo lo que tenían, y vendían sus posesiones y propiedades y repartían lo recaudado según lo que cada uno necesitara” (Hech. 2:44, 45). f Sin duda, los cristianos de la actualidad hacemos bien en imitar su amor y generosidad.

17. ¿Ima rurana anchi bautisaringaj?

17 Ahora bien, quien quiera dedicarse a Jehová y bautizarse tiene que dar los pasos que indica la Biblia. Primero, tiene que aprender lo que enseña la Palabra de Dios (Juan 17:3). Luego, demostrar fe y arrepentirse de sus errores del pasado, lo que implica probar que de veras los lamenta (Hech. 3:19). A continuación, debe convertirse —es decir, cambiar de dirección en la vida— y comenzar a hacer lo que Jehová espera de sus siervos (Rom. 12:2; Efes. 4:23, 24). Después de dar estos pasos, podrá hacer una oración para dedicarle su vida a Dios y luego bautizarse (Mat. 16:24; 1 Ped. 3:21).

18. ¿Ima sumaj bendicionda bautisarijcuna charinchi?

18 Y usted, ¿ya es un cristiano dedicado y bautizado? En ese caso, tal como Jehová hizo con los discípulos del siglo primero, a usted también le dará su espíritu para que pueda dar un testimonio completo de la verdad y hacer su voluntad. ¡Qué privilegio tan valioso!

a Vea el recuadro “ Jerusalén, el centro del judaísmo”.

c Notemos que la Biblia dice que “vieron aparecer algo similar a lenguas de fuego”. Esto indica que cuando el espíritu santo fue derramado sobre cada discípulo se veía como fuego, pero no era fuego de verdad.

d Vea el recuadro “ ¿Quiénes eran los prosélitos?”.

e A modo de comparación, el 7 de agosto de 1993 se bautizaron 7.402 personas en 6 piscinas en una asamblea internacional de los testigos de Jehová celebrada en Kiev (Ucrania). Todo el proceso tomó 2 horas y 15 minutos.

f Como muchos visitantes se quedaron en Jerusalén para aprender más sobre su nueva fe, se tomó esta medida de manera temporal para atender sus necesidades. Los bienes se compartían voluntariamente, así que no se trataba de ningún tipo de comunismo, como algunos afirman (Hech. 5:1-4).