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YAĆHACHICUY 31

‘Masïsu mana jucmanyällalmi chalapaculcänayqui’

‘Masïsu mana jucmanyällalmi chalapaculcänayqui’

‘Cuyaśha chalapacü-masïcuna, masïsu mana jucmanyällal chalapaculcay’ (1 COR. 15:58).

TAQUI 122 ¡Mantengámonos firmes, inmovibles!

AVANCE a

1, 2. ¿Imamanmi cristianocunaca camalacunchic juc jatun edificiunmannü? (1 Corintios 15:58).

 A FINALES de los años setenta, se inició la construcción de un rascacielos de 60 pisos en Tokio (Japón). Al pasar, las personas se preguntaban si sería capaz de aguantar los frecuentes terremotos. Pero ¿qué hicieron los ingenieros para lograr que se mantuviera en pie? Lo diseñaron para ser sólido y a la vez flexible, lo que le permitía amortiguar las sacudidas. Los cristianos somos como ese rascacielos. ¿En qué sentido?

2 La persona que sirve a Jehová debe mantener el equilibrio entre la firmeza y la flexibilidad. Por un lado, tiene que ser firme e inamovible cuando se trata de apoyar las normas y las leyes de Jehová (lea 1 Corintios 15:58). Tiene que estar “lista para obedecer” a Dios y no violar nunca sus principios. Por otro lado, tiene que ser “razonable”, es decir, flexible, siempre que sea posible o incluso necesario (Sant. 3:17). Si tenemos este punto de vista equilibrado, no nos iremos a los extremos; no seremos ni demasiado rígidos ni tampoco permisivos. En este artículo veremos en qué campos debemos ser firmes e inamovibles. También hablaremos de cinco tácticas con las que Satanás intenta debilitar nuestra determinación y de cómo hacerle frente.

¿IMACUNAĆHUMI MASÏSU CANANCHIC?

3. ¿Ima leycunactam umanchic Jehová Hechos 15:28, 29 texto niśhanćhu?

3 Jehová es el Legislador supremo, la máxima autoridad que da leyes, y siempre le ha dado a su pueblo normas muy claras (Is. 33:22). Por ejemplo, el cuerpo gobernante del siglo primero señaló tres campos en los que los cristianos tenemos que mantenernos firmes. Indicó que debemos 1) rechazar la idolatría y adorar solo a Jehová, 2) respetar la sangre como algo sagrado y 3) cumplir fielmente las altas normas de moralidad sexual que están en la Biblia (lea Hechos 15:28, 29). ¿Cómo podemos hoy en día mantener una postura firme en estos tres campos?

4. Jehovallacta adoranapä, ¿imacunactam mana lulachwanchu? (Apocalipsis 4:11).

4 Rechazamos la idolatría y adoramos solo a Jehová. Él les mandó a los israelitas que le dieran devoción exclusiva (Deut. 5:6-10). Y, cuando Jesús fue tentado por el Diablo, dejó claro que debemos adorar solo a Jehová (Mat. 4:8-10). Por eso, no veneramos imágenes religiosas. Tampoco idolatramos a ningún ser humano; no tratamos como si fueran dioses a los líderes religiosos, a los políticos o a las estrellas del deporte y del entretenimiento. Más bien, nos ponemos de parte de Jehová, el Creador de todas las cosas, y lo adoramos únicamente a él (lea Apocalipsis 4:11).

5. ¿Imapïmi respetananchic cawsaycäta ñatac yawarcäta?

5 Respetamos la vida y la sangre como algo sagrado. ¿Por qué? Porque Jehová dice que la sangre representa la vida, y la vida es un precioso regalo de parte de él (Lev. 17:14). Cuando Jehová autorizó por primera vez que los seres humanos se alimentaran con la carne de animales, les prohibió comer sangre (Gén. 9:4). Luego repitió esta prohibición cuando le dio la Ley mosaica a Israel (Lev. 17:10). Y, en el siglo primero, hizo que el cuerpo gobernante les diera a todos los cristianos el mandato de abstenerse de sangre (Hech. 15:28, 29). Nosotros seguimos firmemente este mandato cuando tenemos que tomar decisiones sobre asuntos médicos. b

6. ¿Imam yanapamäśhun Jehovata cäsucunanchicpä?

6 Nos esforzamos por cumplir fielmente las altas normas de Jehová sobre la moralidad sexual (Heb. 13:4). El apóstol Pablo nos da este consejo: “Den muerte a los miembros de su cuerpo”. Con esta frase tan impactante nos anima a actuar con firmeza para eliminar nuestros malos deseos. Por ejemplo, evitamos mirar o hacer cualquier cosa que pudiera llevarnos a la inmoralidad sexual (Col. 3:5; Job 31:1). Y, cuando nos vemos ante la tentación, rechazamos de inmediato cualquier pensamiento o acción que pudiera perjudicar nuestra amistad con Dios.

7. ¿Imapïmi alli decidido cananchic Jehovata cäsucuyta?

7 Jehová quiere que seamos “obedientes de corazón” (Rom. 6:17). Sus normas y leyes son siempre para nuestro bien y no son negociables (Is. 48:17, 18; 1 Cor. 6:9, 10). Queremos hacer todo lo posible por agradar a Jehová y tener la misma actitud del salmista que dijo: “Estoy decidido a obedecer tus normas todo el tiempo, hasta el final” (Sal. 119:112). Claro, sabemos que Satanás intentará debilitar nuestra determinación de mantenernos firmes. ¿Qué tácticas utiliza?

¿IMACTAM LULAN SATANÁS JEHOVAPITA LAQUIMANANCHICPÄ?

8. ¿Imapïmi Satanás aticaćhan Diospa siervuncunacta?

8 La persecución. Para debilitar nuestra determinación, Satanás nos ataca de manera física y emocional. Su objetivo es devorarnos, es decir, destruir nuestra amistad con Jehová (1 Ped. 5:8). A los cristianos del primer siglo los amenazaron, golpearon y mataron porque estaban decididos a mantenerse firmes (Hech. 5:27, 28, 40; 7:54-60). En nuestros días, Satanás también usa la persecución. Un ejemplo de esto es el trato tan cruel que reciben nuestros hermanos de Rusia y de otros lugares. Además, muchos de nuestros hermanos se enfrentan a otros tipos de oposición.

9. Nïcuy juc ejemplucta, ¿imapïmi cuidacunanchic Diablupa trampancunapi?

9 Las presiones más sutiles. Satanás no solo nos ataca de manera directa, sino que también utiliza “astutas trampas” (Efes. 6:11). Veamos el ejemplo de Bob, que estaba hospitalizado porque le iban a hacer una operación de cirugía mayor. Él les dijo a los médicos que bajo ninguna circunstancia aceptaría una transfusión de sangre. El cirujano se comprometió a respetar su decisión. Pero, la noche antes de la operación, justo después de que se fuera la familia, el anestesista fue a ver a Bob. Le dijo que seguramente no le pondrían sangre, pero que la tendrían a la mano por si acaso. Quizás pensó que Bob cambiaría de opinión, ya que su familia no estaba con él. Pero Bob se mantuvo firme y dijo que no aceptaría sangre pasara lo que pasara.

10. ¿Imapïmi cuidacunanchic Diosta mana sirvï nunacunaca piensaśhampi? (1 Corintios 3:19, 20).

10 La forma de pensar humana. Si empezamos a pensar como las personas del mundo, podríamos darle la espalda a Jehová y pasar por alto sus normas (lea 1 Corintios 3:19, 20). Por lo general, “la sabiduría de este mundo” nos empuja a satisfacer nuestros deseos egoístas. Veamos lo que pasó en las congregaciones de Pérgamo y Tiatira. Algunos cristianos se dejaron influenciar por las personas que los rodeaban, que eran inmorales y adoraban ídolos. Jesús aconsejó de manera firme a estas dos congregaciones por tolerar la inmoralidad sexual (Apoc. 2:14, 20). Hoy en día puede que la gente que nos rodea trate de influir en nosotros para que aceptemos su manera de pensar. Quizás algunos familiares o conocidos nos animen a seguir lo que nos dice el corazón y a pasar por alto las normas de Jehová. Tal vez afirmen que no hay nada de malo en dejarse llevar por los deseos y que las normas de la Biblia están pasadas de moda.

11. ¿Imactam mana lulananchicchu?

11 En ocasiones, quizás pensemos que ciertas instrucciones que nos da Jehová tendrían que ser más detalladas. Puede que hasta sintamos la tentación de ir “más allá de las cosas que están escritas” (1 Cor. 4:6). En los días de Jesús, los líderes religiosos cayeron en ese pecado. Le añadieron a la Ley reglas que ellos mismos inventaron, y eso fue una carga pesada para la gente (Mat. 23:4). Pero Jehová nos da instrucciones claras mediante su Palabra y organización. No hace falta que añadamos nada (Prov. 3:5-7). Por eso no vamos más allá de lo que está escrito en la Biblia ni inventamos normas sobre cuestiones personales para imponérselas a otros.

12. ¿Imanuypam pantachin Satanás nunacunata?

12 Los razonamientos falsos. Satanás utiliza los “razonamientos falsos y vacíos” y “las cosas elementales del mundo” para engañar y dividir a las personas (Col. 2:8). Por ejemplo, en el siglo primero utilizó las filosofías y otras ideas humanas, las enseñanzas judías que no estaban basadas en la Biblia y la creencia de que los cristianos tenían que seguir la Ley mosaica. Eran razonamientos falsos porque hacían que la gente no le prestara atención a la verdadera fuente de la sabiduría, Jehová. En la actualidad, Satanás utiliza los medios de comunicación y las redes sociales para difundir teorías conspiratorias y noticias falsas promovidas por líderes políticos. Durante la pandemia del COVID-19 circuló mucha información falsa. c Los testigos de Jehová que siguieron las instrucciones de la organización se evitaron los problemas y el estrés que tuvieron los que le hicieron caso a información de este tipo (Mat. 24:45).

13. ¿Imactam lulananchic mana laquicacunanchicpä Jehovapi?

13 Las distracciones. No debemos perder de vista “qué cosas son las más importantes” (Filip. 1:9, 10). Las distracciones nos roban el tiempo y la atención que podríamos invertir en cosas más provechosas. Actividades del día a día como comer, beber, divertirnos y trabajar pudieran distraernos si dejamos que se vuelvan el centro de nuestra vida (Luc. 21:34, 35). Además, los debates sociales y políticos se han vuelto el pan de cada día. No debemos permitir que esas cuestiones nos distraigan. De lo contrario, nos arriesgamos a tomar partido, aunque solo sea en nuestro interior. Satanás utiliza estas cinco tácticas para debilitar nuestra determinación de hacer lo correcto. Veamos lo que nos ayudará a hacerle frente y mantenernos firmes.

¿IMACTAM LULACHWAN MASÏSU CANANCHICPÄ?

Para mantenernos firmes, pensemos en por qué nos dedicamos y bautizamos, estudiemos la Palabra de Dios y meditemos en ella, tengamos un corazón firme y confiemos en Jehová. (Vea los párrafos 14 a 18).

14. ¿Imam yanapamachwan masta aśhuycunanchicpä Jehovaman?

14 Pensemos en por qué nos dedicamos y bautizamos. Dimos esos pasos porque deseábamos ponernos de parte de Jehová. Recuerde lo que lo ayudó a convencerse de que esta es la verdad. Llegó a conocer a Jehová, a verlo como su Padre celestial y a respetarlo y amarlo. Su fe creció y lo motivó a arrepentirse de sus pecados. Usted dejó de hacer las cosas que Jehová odia y comenzó a hacer lo que a él le gusta. Sintió un gran alivio al ver que Dios lo perdonaba (Sal. 32:1, 2). Se propuso ir a las reuniones y hablar con otros de las maravillosas enseñanzas que iba aprendiendo. Ahora que es un cristiano dedicado y bautizado, está andando por el camino que lleva a la vida y está decidido a no abandonarlo (Mat. 7:13, 14).

15. ¿Imanuypam yanapamanchic Bibliata estudial meditaśhanchic?

15 Estudiemos la Palabra de Dios y meditemos en ella. Un árbol necesita tener raíces profundas para mantenerse firme. De la misma manera, nosotros necesitamos tener una fe arraigada en la Palabra de Dios para mantenernos firmes. A medida que un árbol crece, sus raíces también lo hacen, y van agarrándose con más fuerza de la tierra. Cuando estudiamos y meditamos se fortalece nuestra fe, y nos convencemos más de que las enseñanzas de Dios son las mejores (Col. 2:6, 7). Meditemos en cómo los siervos de Jehová del pasado se beneficiaron de sus instrucciones, consejos y protección. Por ejemplo, Ezequiel observó con mucho cuidado al ángel que iba tomando las medidas del templo que vio en una visión. Esta visión no solo fortaleció la fe de Ezequiel, sino que nos enseña lecciones prácticas sobre cómo respetar las normas de Jehová para la adoración pura (Ezeq. 40:1-4; 43:10-12). d A nosotros también nos ayuda mucho sacar tiempo para estudiar las cosas profundas de la Palabra de Dios y meditar en ellas.

16. ¿Imanuypam yanapala Bob śhutiyüta confiayta Jehovaman? (Salmo 112:7).

16 Tengamos un corazón firme. En una canción, el rey David dijo que nunca dejaría de amar a Jehová. Lo expresó de esta manera: “Mi corazón está firme, oh, Dios” (Sal. 57:7). Nosotros también podemos tener un corazón que esté firme, que confíe en Jehová totalmente (lea Salmo 112:7). Volvamos al ejemplo de Bob, de quien hablamos en el párrafo 9. ¿Cómo le ayudó tener un corazón firme? Cuando le dijeron que tendrían sangre disponible por si acaso, contestó que, si había la más mínima posibilidad de que le pusieran sangre, se iría de inmediato. Bob cuenta: “No lo dudé ni un segundo, y tampoco me preocupaba lo que pudiera pasar”.

Si desarrollamos una fe fuerte, podemos mantenernos firmes ante cualquier prueba que se nos presente. (Vea el párrafo 17).

17. ¿Imactam yaćhanchic Bob śhutiyüpi? (Licaycuytac dibujucunata).

17 Bob no esperó a estar en el hospital para tomar la decisión de mantenerse firme. Ya la había tomado desde mucho antes. En primer lugar, deseaba de todo corazón hacer feliz a Jehová. En segundo lugar, estudió lo que dicen la Biblia y nuestras publicaciones sobre la santidad de la vida y la sangre. Por último, estaba convencido de que Jehová lo recompensaría si seguía sus normas. Al igual que Bob, podemos tener un corazón firme ante cualquier prueba que se nos presente.

Barac y sus hombres persiguen con valor al ejército de Sísara. (Vea el párrafo 18).

18. ¿Imactam yaćhachimanchic Baracpa ejemplunpi? (Licaycuy jananin dibujuta).

18 Confiemos en Jehová. Pensemos en el juez Barac y en lo bien que le fue por seguir las instrucciones de Jehová sin dudar. En esa época, los israelitas no estaban preparados para ir a la batalla. No tenían ni un escudo ni una lanza. A pesar de todo, Jehová le dijo a Barac que se fuera a pelear contra Sísara y su ejército cananeo, que estaban armados hasta los dientes (Juec. 5:8). La profetisa Débora le dijo a Barac que bajara del monte Tabor a la llanura para enfrentarse con Sísara y sus 900 carros. Aunque en terreno llano los carros tendrían ventaja, Barac obedeció. Mientras los soldados bajaban del monte, Jehová mandó un fuerte aguacero. Los carros se atascaron en el lodo, y Jehová le dio a Barac la victoria (Juec. 4:1-7, 10, 13-16). Lo mismo puede decirse de nosotros: Jehová nos dará la victoria si confiamos en él y seguimos las instrucciones que nos da mediante su organización (Deut. 31:6).

ALLI DECIDIDUM CAŚHUN MASÏSU CANANCHICPÄ

19. ¿Imapïmi munanqui jinalla Jehovata cäsucuyta?

19 Mientras dure este sistema, tendremos que seguir luchando para mantenernos firmes (1 Tim. 6:11, 12; 2 Ped. 3:17). Por nada del mundo dejemos que la persecución, las presiones más sutiles, la forma de pensar humana, los razonamientos falsos y las distracciones nos sacudan (Efes. 4:14). Mantengámonos firmes e inamovibles, y estemos siempre decididos a amar a Jehová y obedecer sus normas. Al mismo tiempo, tenemos que ser razonables. En el siguiente artículo veremos que Jehová y Jesús son las personas más razonables que existen y cómo imitarlos.

TAQUI 129 Servimos con aguante

a Desde los días de Adán y Eva, Satanás ha promovido la idea de que cada uno debe decidir por sí mismo lo que está bien y lo que está mal. Le gustaría que adoptáramos esa misma actitud hacia las leyes de Jehová y las instrucciones de su organización. Este artículo nos ayudará a evitar la actitud independiente, que es tan común en el mundo de Satanás, y a estar más decididos que nunca a obedecer a Jehová en todo.

b Para saber más detalles sobre cómo respetar el punto de vista de Jehová sobre la sangre, vea la lección 39 del libro Disfrute de la vida.

c Vea en jw.org el artículo “Cómo protegerse de la información falsa”.

d Para saber más detalles, vea los capítulos 13 y 14 del libro La adoración pura de Jehová: ¡por fin restaurada!