Él es nuestro Padre, porque nos creó. Un buen padre se preocupa por sus hijos y los educa para que les vaya bien. Dios también se preocupa por nosotros. Por eso está enseñando a personas de todo el mundo cuál es la mejor manera de vivir.
Él nos enseña verdades que nos hacen felices y nos dan esperanza.
Si lo obedecemos, Dios promete darnos guía, protección y ayuda.
Y también nos promete que viviremos para siempre.
Dios mantendrá vivos a quienes lo obedecen (Isaías 55:3)