ARTÍCULO DE ESTUDIO 18
Pongámonos metas espirituales que podamos alcanzar
“Reflexiona sobre estas cosas; dedícate de lleno a ellas, para que todos vean claramente tu progreso” (1 TIM. 4:15).
AVANCE *
1. ¿Qué metas espirituales podemos ponernos?
LOS cristianos verdaderos amamos mucho a Jehová y queremos darle un servicio de la mejor calidad posible. Pero para lograrlo debemos ponernos metas espirituales, como desarrollar cualidades cristianas, adquirir nuevas habilidades y buscar maneras de hacer cosas por otros. *
2. ¿Por qué deberíamos ponernos metas espirituales y esforzarnos por alcanzarlas?
2 ¿Por qué deberíamos ponernos metas espirituales y esforzarnos por alcanzarlas? Principalmente porque queremos agradar a nuestro cariñoso Padre, Jehová. Él se alegra de que usemos al máximo nuestros talentos y habilidades para servirle. Además, queremos seguir progresando como cristianos para poder ayudar más a los hermanos (1 Tes. 4:9, 10). Sin importar el tiempo que llevemos en la verdad, todos tenemos que seguir creciendo en sentido espiritual. Veamos cómo podemos hacerlo.
3. ¿Qué consejos le dio Pablo a Timoteo? (1 Timoteo 4:12-16).
3 Timoteo era joven cuando el apóstol Pablo le escribió la primera carta que lleva su nombre, pero ya tenía experiencia como anciano. Aun así, Pablo lo animó a seguir progresando en sentido espiritual (lea 1 Timoteo 4:12-16). Si nos fijamos en las palabras de Pablo, nos daremos cuenta de que animó a Timoteo a mejorar en dos campos. Por un lado, a desarrollar cualidades cristianas como el amor, la fe y la castidad. Y, por otro, a mejorar sus habilidades al leer en público, aconsejar y enseñar. En este artículo, analizaremos el ejemplo de Timoteo y veremos que ponernos metas razonables nos ayuda a crecer en sentido espiritual. También examinaremos algunas maneras de hacer más en nuestro servicio a Dios.
DESARROLLEMOS CUALIDADES CRISTIANAS
4. Según Filipenses 2:19-22, ¿por qué usó tanto Jehová a Timoteo?
4 ¿Por qué fue Timoteo tan útil para Jehová? Porque tenía unas cualidades cristianas sobresalientes (lea Filipenses 2:19-22). Por la descripción que hizo Pablo de Timoteo, vemos que era humilde, leal, trabajador y confiable. Trataba a los hermanos con cariño y se preocupaba sinceramente por ellos. Por eso, Pablo lo quería mucho y no dudó en confiarle asignaciones difíciles (1 Cor. 4:17). Si nosotros desarrollamos las cualidades que le gustan a Jehová, nos ganaremos su cariño, y él nos usará más en la congregación (Sal. 25:9; 138:6).
5. a) ¿Cómo podemos saber en qué aspectos de nuestra personalidad debemos mejorar? b) ¿Qué hace la hermana joven de la imagen para mostrar más empatía?
5 Pongámonos una meta específica. Oremos a Jehová para que nos ayude a saber en qué aspectos de nuestra personalidad debemos mejorar. Seleccionemos uno en particular y centrémonos en él. ¿Será que necesitamos mostrar más empatía o aumentar nuestro deseo de ayudar a los demás? ¿Deberíamos ser más pacíficos o estar más dispuestos a perdonar a otros? Si tenemos dudas, preguntémosle a un amigo de confianza cómo nos ve (Prov. 27:6).
6. ¿Cómo podemos alcanzar la meta de desarrollar una cualidad?
6 Esforcémonos por alcanzar nuestra meta. ¿Cómo? Empecemos buscando información sobre la cualidad en la que queremos trabajar. Por ejemplo, supongamos que nos damos cuenta de que debemos perdonar más. Sería útil leer sobre personajes bíblicos que perdonaron a otros con generosidad y sobre quienes no lo hicieron, y meditar en su ejemplo. Pensemos en Jesús. Él estuvo dispuesto a perdonar a la gente (Luc. 7:47, 48). No se fijaba en sus defectos, sino que se concentraba en el potencial que tenían. Sin embargo, los fariseos “pensaban que los demás no eran nada” (Luc. 18:9). Después de meditar en estos ejemplos, preguntémonos: “¿Cómo veo a los demás? ¿En qué cualidades de ellos me fijo?”. Si nos resulta difícil perdonar a alguien, hagamos una lista con todas las cualidades buenas que vemos en esa persona y preguntémonos: “¿Cómo la ve Jesús? ¿La perdonaría?”. Un proyecto de estudio como este puede ayudarnos a cambiar nuestra forma de pensar. Al principio tal vez nos resulte difícil perdonar a alguien que nos ha hecho daño. Pero, si nos esforzamos, conseguiremos mejorar este aspecto de nuestra personalidad.
ADQUIRAMOS HABILIDADES QUE SEAN ÚTILES
7. ¿De qué maneras usa Jehová hoy día a los que son hábiles en su trabajo? (Proverbios 22:29).
7 Otra meta que podemos ponernos es adquirir una nueva habilidad. Piense, por ejemplo, en todos los hermanos que colaboran en la construcción de sucursales, Salones de Asambleas y Salones del Reino. Muchos de ellos aprendieron lo que saben porque trabajaron con otros que tenían más experiencia. Como se ve en las imágenes, tanto hombres como mujeres están aprendiendo lo que hay que hacer para darles mantenimiento a los Salones de Asambleas y Salones del Reino. De estas y otras maneras, Jehová, el “Rey de la eternidad”, y Jesús, el “Rey de […] reyes”, se valen de estas personas capaces para conseguir grandes logros (1 Tim. 1:17; 6:15; lea Proverbios 22:29). Queremos trabajar duro y usar nuestras habilidades para darle gloria a Jehová, no a nosotros mismos (Juan 8:54).
8. ¿Qué nos ayudará a decidir en qué habilidad queremos centrarnos?
8 Pongámonos una meta específica. ¿En qué habilidad podríamos centrarnos? Hablemos con los ancianos de la congregación y quizá con el superintendente de circuito para que nos ofrezcan sugerencias. Por ejemplo, si nos animan a mejorar en la oratoria o en la enseñanza, podríamos preguntarles en qué aspecto específico creen que deberíamos trabajar. Después, pongamos manos a la obra. ¿Cómo?
9. ¿Cómo podemos alcanzar la meta de adquirir una habilidad?
9 Esforcémonos por alcanzar nuestra meta. Supongamos que queremos ser mejores maestros. Podemos estudiar en profundidad el folleto Seamos mejores signantes y maestros. Y, antes de presentar una asignación en la reunión de entre semana, podríamos pedirle a otro hermano con más experiencia que nos escuche y nos diga en qué mejorar. Si preparamos con tiempo las asignaciones, seremos mejores maestros y los demás verán que somos trabajadores y confiables (Prov. 21:5; 2 Cor. 8:22).
10. Dé un ejemplo de lo que podemos hacer para desarrollar una habilidad.
10 ¿Qué hay si queremos mejorar en algo en lo que no somos buenos por naturaleza? ¡No nos rindamos! Veamos el caso de un hermano llamado Garry, al que le costaba mucho trabajo leer. Él recuerda que sentía mucha vergüenza cuando tenía que leer en las reuniones. Pero no se rindió; siguió esforzándose por mejorar. Gracias a la ayuda de otros hermanos y de las publicaciones, ahora él presenta discursos en las reuniones, las asambleas de circuito y las asambleas regionales.
11. Como en el caso de Timoteo, ¿qué nos ayudará a estar preparados para recibir más responsabilidades?
11 ¿Llegó Timoteo a ser un buen orador y un excelente maestro? La Biblia no lo dice, pero sabemos que siguió los consejos de Pablo. Así que seguro que poco a poco se hizo más hábil y pudo cumplir mejor con sus responsabilidades (2 Tim. 3:10). Al igual que Timoteo, si nos hacemos más hábiles, estaremos preparados para recibir más responsabilidades.
BUSQUEMOS MANERAS DE HACER COSAS POR OTROS
12. ¿Cómo lo han ayudado otros a usted?
12 ¡Qué contentos nos sentimos cuando otros nos ayudan! Por ejemplo, si estamos hospitalizados, cuánto nos anima recibir la visita de los hermanos del Comité de Enlace con los Hospitales o del Grupo de Visita a Pacientes. O, al pasar por un momento difícil en nuestra vida, qué agradecidos nos sentimos de que un anciano saque tiempo para escucharnos y consolarnos. Y, si necesitamos ayuda con un curso bíblico, qué bueno es contar con el apoyo de un precursor de experiencia que nos acompañe y nos dé sugerencias para mejorar. Jesús dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hech. 20:35). Todos estos hermanos experimentan esa felicidad al ayudarnos. Y nosotros también nos sentiremos muy felices si hacemos lo mismo. Si tenemos la meta de servir más a Jehová de estas o de otras maneras, ¿cómo podemos alcanzarla?
13. Cuando nos pongamos una meta, ¿qué debemos tener en cuenta?
13 No nos pongamos metas que sean demasiado generales. Por ejemplo, quizá pensemos: “Me gustaría hacer más en la congregación”. Pero tal vez sea difícil saber por dónde empezar y casi imposible darnos cuenta de si lo hemos logrado o no. Así que es mejor escoger una meta clara y específica. Podríamos apuntarla e incluso escribir qué vamos a hacer para conseguirla.
14. ¿Por qué tenemos que ser flexibles cuando nos pongamos metas?
14 Debemos ser flexibles a la hora de ponernos metas. ¿Por qué? Porque no podemos controlar todo lo que pasa a nuestro alrededor. Por ejemplo, el apóstol Pablo había ayudado a formar la congregación de Tesalónica, y probablemente tenía la meta de quedarse allí un tiempo para apoyar a aquellos nuevos cristianos. Pero sus enemigos lo obligaron a huir de la ciudad (Hech. 17:1-5, 10). Si se hubiera quedado, habría puesto en peligro a la congregación. Pero Pablo no se rindió. Más bien, se adaptó a las circunstancias y más tarde envió allí a Timoteo para que fortaleciera la fe de los hermanos (1 Tes. 3:1-3). Qué contentos debieron sentirse los tesalonicenses al ver que Timoteo estaba dispuesto a ir adonde hiciera falta.
15. Explique con un ejemplo qué puede pasar con nuestras metas si cambian las circunstancias.
15 Podemos aprender del ejemplo de Pablo y de lo que le pasó en Tesalónica. Quizá nos hayamos puesto una meta en nuestro servicio a Jehová, pero de repente cambian las circunstancias y ya no nos es posible alcanzarla (Ecl. 9:11). ¿Qué haremos? Pensemos en otra meta que sí esté a nuestro alcance. Eso fue lo que hicieron Ted y Hiedi. Un problema de salud los obligó a dejar Betel. Pero, como querían mucho a Jehová, enseguida buscaron otras maneras de servirle. Primero fueron precursores regulares, luego los nombraron precursores especiales y a Ted lo capacitaron para ser superintendente de circuito sustituto. Pero entonces el límite de edad para ser superintendente de circuito cambió, y Ted y Hiedi se dieron cuenta de que ellos ya no podrían tener esa asignación. Aunque al principio se desanimaron un poco, sabían que podían servir a Jehová de otras formas. Ted dice: “Hemos aprendido a no centrarnos solo en una manera de hacer más por Jehová”.
16. ¿Qué lección nos enseña Gálatas 6:4?
16 No podemos controlar todo lo que pasa en nuestra vida. Así que es importante recordar que lo que nos hace valiosos para Jehová no son las asignaciones que hayamos recibido. Tampoco sirve de nada que nos fijemos en las asignaciones que algunos tienen y nosotros no. Hiedi dice: “Si comparamos nuestra vida con la de los demás, vamos a perder la paz” (lea Gálatas 6:4). Por eso, lo mejor que podemos hacer es seguir buscando maneras de servir a Jehová y ayudar a otros. *
17. ¿Qué podemos hacer si queremos recibir más responsabilidades?
17 Si llevamos una vida sencilla y evitamos las deudas innecesarias, podremos hacernos disponibles para recibir más responsabilidades. Pongámonos ahora metas que nos ayuden a lograr otras metas mayores a largo plazo. Por ejemplo, si usted quiere ser precursor regular, ¿podría servir por un tiempo de precursor auxiliar? O, si quiere ser siervo ministerial, ¿podría pasar más tiempo predicando y visitando a los mayores y a los enfermos de la congregación? Toda la experiencia que adquiera ahora puede abrirle la puerta a más asignaciones en el futuro. Sea como sea, decídase a dar lo mejor en su servicio a Jehová (Rom. 12:11).
18. ¿Qué nos enseña el ejemplo de Beverley? (Vea también la imagen).
18 Nunca somos demasiado mayores para ponernos metas y alcanzarlas. El ejemplo de una hermana de 75 años llamada Beverley es prueba de ello. Por culpa de un problema de salud, no caminaba bien. Pero tenía muchas ganas de participar en la campaña de la Conmemoración. ¿Qué hizo? Se puso metas específicas, y cuando las alcanzó se sintió muy feliz. Su esfuerzo motivó a otros a hacer más en el ministerio. Está claro que Jehová valora mucho todo lo que hacen los hermanos mayores a pesar de sus limitaciones (Sal. 71:17, 18).
19. ¿Cuáles son algunas metas espirituales que podemos ponernos?
19 Pongámonos metas que podamos alcanzar. Desarrollemos cualidades que agraden a Jehová. Adquiramos habilidades para que Dios y su organización puedan usarnos más. Busquemos maneras de hacer más cosas por nuestros hermanos. * Si hacemos todo esto, Jehová nos bendecirá y, como en el caso de Timoteo, los demás verán claramente nuestro progreso (1 Tim. 4:15).
CANCIÓN 39 Un buen nombre ante Dios
^ Timoteo era muy hábil predicando las buenas noticias. Aun así, el apóstol Pablo lo animó a que siguiera progresando en sentido espiritual. Como Timoteo siguió los consejos de Pablo, se convirtió en una herramienta muy útil en las manos de Jehová y pudo ayudar más a sus hermanos. ¿Es usted como Timoteo? ¿Está deseando servir más a Jehová y a los hermanos? Seguro que sí. ¿Qué metas lo ayudarán a lograrlo? ¿Qué debe tener en cuenta al ponerse metas y cómo puede alcanzarlas?
^ IDEA IMPORTANTE: Las metas espirituales son objetivos que nos esforzamos por alcanzar para servir más a Jehová y hacerlo feliz.
^ Vea el subtítulo “Servir donde se necesita ayuda”, del libro Organizados para hacer la voluntad de Jehová, capítulo 10, párrafos 6 a 9.
^ Vea la lección 60 del libro Disfrute de la vida, titulada “Siga creciendo espiritualmente”.
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)