ARTÍCULO DE ESTUDIO 27

¿Por qué debemos temer a Jehová?

¿Por qué debemos temer a Jehová?

“La amistad íntima con Jehová es para quienes le temen” (SAL. 25:14).

CANCIÓN 8 Jehová es mi Refugio

AVANCE a

1, 2. Según Salmo 25:14, ¿qué debemos hacer para tener una amistad estrecha con Jehová?

 ¿QUÉ cualidades diría que hacen falta para ser un buen amigo? Tal vez responda que los buenos amigos tienen que quererse y apoyarse. Seguramente, en esa lista de cualidades no incluiría el temor. Pero, tal como dice el texto temático, quienes quieren tener una amistad estrecha con Jehová deben temerle (lea Salmo 25:14).

2 Sin importar el tiempo que llevemos en la verdad, todos debemos seguir temiendo a Jehová. Ahora bien, ¿qué significa temer a Dios? ¿Qué nos ayudará a cultivar ese temor saludable? Y ¿qué nos enseñan sobre el temor de Dios los ejemplos de un mayordomo llamado Abdías, del sumo sacerdote Jehoiadá y del rey Jehoás?

¿QUÉ SIGNIFICA TEMER A DIOS?

3. ¿Cómo nos protege el temor?

3 Sentir temor es una reacción normal si creemos que algo nos puede hacer daño. Esa clase de temor es saludable porque nos ayuda a actuar con prudencia. Veamos algunos ejemplos. El temor a caernos hará que no nos acerquemos demasiado al borde de un precipicio. El temor a hacernos daño nos impulsará a alejarnos de situaciones peligrosas. Y el temor a perder una amistad que valoramos mucho evitará que digamos o hagamos algo hiriente.

4. ¿Qué quiere Satanás que sintamos hacia Jehová?

4 Satanás quiere que la gente le tenga miedo a Jehová. Desea que creamos lo que Elifaz le dijo a Job: que Jehová es un Dios vengativo, que está lleno de ira y que nunca está contento con nosotros (Job 4:18, 19). Su objetivo es que el miedo nos paralice y dejemos de servir a Jehová. Para no caer en esa trampa, tenemos que cultivar el temor de Dios, que es una cualidad positiva.

5. ¿Qué significa temer a Dios?

5 La persona que teme o respeta profundamente a Dios lo ama y no quiere hacer nada que ponga en peligro su amistad con él. Un buen ejemplo de alguien que tuvo “temor de Dios” fue Jesús (Heb. 5:7). Lo que él sentía por Jehová no era terror (Is. 11:2, 3). Al contrario, Jesús amaba a su Padre con todo su corazón y quería obedecerlo (Juan 14:21, 31). Nosotros también sentimos un profundo respeto por Jehová y le servimos con reverencia porque es un Dios de amor, sabiduría, justicia y poder. Además, sabemos que, como nos quiere muchísimo, nuestros actos influyen en él. Si lo desobedecemos, se entristece, pero, si lo obedecemos, su corazón se alegra (Sal. 78:41; Prov. 27:11).

¿QUÉ NOS AYUDARÁ A CULTIVAR EL TEMOR DE DIOS?

6. ¿Cuál es una manera de cultivar el temor de Dios? (Salmo 34:11).

6 El temor de Jehová no es una cualidad con la que nacemos; tenemos que cultivarla (lea Salmo 34:11). Una manera de hacerlo es observando la creación. Al percibir en “las cosas creadas” la sabiduría de Jehová, su poder y lo mucho que nos ama, crecen el respeto y el amor que sentimos por él (Rom. 1:20). Una hermana llamada Adrienne dijo: “Cuando me fijo en la creación de Jehová y veo lo sabio que es, siento una gran admiración y me convenzo de que él sabe lo que es mejor para mí”. Después de meditar sobre este asunto, llegó a la siguiente conclusión: “Por nada del mundo querría hacer algo que me alejara de Jehová, quien me dio la vida”. ¿Podría usted sacar un poco de tiempo esta semana para meditar en algún aspecto de la creación? Eso lo ayudará a respetar y amar más a Jehová (Sal. 111:2, 3).

7. ¿Cómo nos ayuda la oración a temer a Jehová?

7 Otra cosa que nos ayudará a temer a Jehová es tener la costumbre de orarle. Cuanto más hablamos con nuestro Dios, más real es para nosotros. Cada vez que le pedimos fuerzas para aguantar una prueba, pensamos en su inmenso poder. Cuando le damos las gracias por haber dado a su Hijo por nosotros, recordamos cuánto nos ama. Y, cuando le suplicamos su guía para enfrentar un problema, grabamos en nuestro corazón lo sabio que es. Esas oraciones nos ayudan a respetarlo más y a estar más decididos a evitar cualquier cosa que pueda dañar nuestra amistad con él.

8. ¿Qué tenemos que hacer para no dejar de temer a Jehová?

8 Para no dejar de temer a Jehová, tenemos que estudiar la Biblia con el objetivo de aprender de los buenos y malos ejemplos que encontramos en sus páginas. Veamos tres de esos ejemplos. Primero, hablaremos de dos siervos fieles de Jehová: Abdías, que era el encargado de la casa del rey Acab, y el sumo sacerdote Jehoiadá. Después repasaremos la vida del rey Jehoás de Judá, que empezó bien pero acabó mal, lejos de Jehová.

SEAMOS VALIENTES COMO ABDÍAS

9. ¿Cómo ayudó a Abdías el temor de Dios? (1 Reyes 18:3, 12).

9 La primera vez que la Biblia menciona a Abdías b dice: “Abdías temía mucho a Jehová” (lea 1 Reyes 18:3, 12). ¿Cómo lo ayudó el temor de Dios? Por un lado, lo convirtió en un hombre honrado y de confianza. Gracias a eso, el rey lo nombró encargado de la casa real (compare con Nehemías 7:2). Y, por otro lado, lo ayudó a demostrar una valentía extraordinaria, una cualidad que sin duda necesitó. ¿Por qué? Porque vivió durante el reinado del malvado Acab, que “fue peor a los ojos de Jehová que todos los [reyes] que hubo antes de él” (1 Rey. 16:30). Además, Acab estaba casado con Jezabel, que adoraba a Baal y odiaba a Jehová con todo su ser, tanto que quería acabar con la adoración pura en Israel, el reino del norte. Incluso mató a muchos profetas del Dios verdadero (1 Rey. 18:4). ¡Qué época tan complicada para servir a Jehová!

10. ¿Cómo demostró Abdías una valentía extraordinaria?

10 ¿Cómo demostró Abdías una valentía extraordinaria? Cuando Jezabel empezó a perseguir a los profetas de Jehová para matarlos, Abdías escondió en cuevas a 100 de ellos “en grupos de 50” y se encargó “de darles pan y agua” (1 Rey. 18:13, 14). Si Jezabel se hubiera enterado, este hombre tan valiente habría sido ejecutado. Claro, como cualquier persona de carne y hueso, Abdías no quería morir. Pero el amor que sentía por Jehová y sus siervos era más grande que el amor que le tenía a su propia vida.

En un lugar donde nuestra obra está prohibida, un hermano se arma de valor y les lleva a otros Testigos publicaciones bíblicas. (Vea el párrafo 11). c

11. ¿Cómo siguen el ejemplo de Abdías muchos siervos de Jehová? (Vea también la imagen).

11 En nuestros días, muchos siervos de Jehová viven en lugares donde nuestra obra está prohibida. Respetan a las autoridades, pero, igual que Abdías, nuestros queridos hermanos le dan a Jehová lo que le corresponde solo a él: su adoración (Mat. 22:21). Demuestran que temen a Dios obedeciéndolo a él en vez de a los hombres (Hech. 5:29). Por eso siguen predicando las buenas noticias y reuniéndose sin llamar la atención (Mat. 10:16, 28). Además, se encargan de que sus hermanos reciban el alimento espiritual que tanto necesitan. Veamos el ejemplo de Henri, que vive en un país de África donde nuestra obra estuvo prohibida. En esa época, Henri se ofreció para llevarles a los hermanos publicaciones bíblicas. Él escribió: “La verdad es que soy muy tímido. Así que estoy convencido de que lo que me ayudó a ser valiente fue el profundo respeto que siento por Jehová”. Usted también puede ser tan valiente como Henri si aprende a temer a Dios.

SEAMOS LEALES COMO JEHOIADÁ

12. ¿Cómo demostraron Jehoiadá y su esposa que eran muy leales a Jehová?

12 El sumo sacerdote Jehoiadá temía a Jehová, y eso lo impulsó a ser leal y a fomentar la adoración verdadera. Cuando Atalía, la hija de Jezabel, se apoderó ilegalmente del trono de Judá, Jehoiadá demostró lo mucho que temía a Dios. Atalía era una mujer temible. Era tan cruel y tenía tanta sed de poder que para poder reinar intentó acabar con todos los herederos del rey, ¡sus propios nietos! (2 Crón. 22:10, 11). Pero, gracias a Jehosabeat, la esposa de Jehoiadá, se salvó uno de ellos, un niñito que se llamaba Jehoás. Ella y su esposo lo escondieron y lo cuidaron. Así protegieron el linaje de reyes de la familia de David. Jehoiadá fue leal a Jehová y no se quedó de brazos cruzados por miedo a Atalía (Prov. 29:25).

13. ¿Cómo volvió a demostrar Jehoiadá su lealtad?

13 Cuando Jehoás tenía siete años, Jehoiadá volvió a demostrar su lealtad a Jehová. Ideó un plan. Si las cosas le salían bien, el rey sería Jehoás, un heredero legítimo de David. Pero, si fracasaba, lo más seguro era que Jehoiadá perdiera la vida. Gracias a la bendición de Jehová, el plan fue todo un éxito. Con el apoyo de los jefes de las casas paternas y de los levitas, Jehoiadá nombró rey a Jehoás y ordenó que mataran a Atalía (2 Crón. 23:1-5, 11, 12, 15; 24:1). Luego “hizo un pacto entre Jehová y el rey y el pueblo; en él se comprometían a seguir siendo el pueblo de Jehová” (2 Rey. 11:17). “También colocó a los porteros junto a las puertas de la casa de Jehová para que no pudiera entrar nadie que de algún modo estuviera impuro” (2 Crón. 23:19).

14. ¿Qué honra recibió Jehoiadá por haber honrado a Jehová?

14 Jehová había dicho: “Honraré a los que me honran”, y así lo hizo en el caso de Jehoiadá (1 Sam. 2:30). Por ejemplo, se encargó de que se escribieran en su Palabra las cosas buenas que hizo este sumo sacerdote para que nos sirvieran de ejemplo (Rom. 15:4). Y, cuando Jehoiadá murió, recibió un honor muy especial: “lo enterraron en la Ciudad de David junto con los reyes, porque había hecho el bien en Israel en lo relacionado con el Dios verdadero y su casa” (2 Crón. 24:15, 16).

Si tememos a Jehová como el sumo sacerdote Jehoiadá, seremos leales a nuestros hermanos y los ayudaremos. (Vea el párrafo 15). d

15. ¿Qué nos enseña la historia de Jehoiadá? (Vea también las imágenes).

15 El relato sobre Jehoiadá nos ayuda a todos a temer más a Dios. Los ancianos pueden seguir su ejemplo manteniéndose atentos para proteger con lealtad al rebaño de Dios (Hech. 20:28). Los hermanos mayores pueden aprender que, si temen a Jehová y son leales, él puede contar con ellos para cumplir su voluntad; no los excluye. Los jóvenes pueden fijarse en cómo Jehová trató a Jehoiadá y tratar a los hermanos mayores con dignidad y respeto, en especial a los que tienen una larga trayectoria de servicio fiel (Prov. 16:31). Y, por último, todos podemos aprender una lección de los jefes de las casas paternas y de los levitas: tenemos que apoyar lealmente a los que nos dirigen y obedecerlos (Heb. 13:17).

NO SEAMOS COMO JEHOÁS

16. ¿Cómo mostró Jehoás que era espiritualmente débil?

16 De joven, el rey Jehoás se esforzó por agradar a Jehová gracias a la buena influencia de Jehoiadá (2 Rey. 12:2). Pero, después de la muerte de Jehoiadá, Jehoás escuchó a príncipes apóstatas. Como resultado, tanto él como el pueblo “se pusieron a servir a los postes sagrados y los ídolos” (2 Crón. 24:4, 17, 18). Aunque eso le dolió muchísimo a Jehová, “no dejaba de enviarles profetas para traerlos de vuelta”. Pero “ellos se negaban a escuchar”. Ni siquiera le hicieron caso al hijo de Jehoiadá, Zacarías, que era profeta y sacerdote, y además era el primo de Jehoás. Y, por si fuera poco, Jehoás mandó matar a Zacarías aunque le debía la vida a su familia. ¡Qué desagradecido! (2 Crón. 22:11; 24:19-22).

17. ¿Cómo acabó Jehoás?

17 Jehoás dejó de temer a Dios, y lo pagó muy caro, pues tal como Jehová había dicho: “Los que me desprecian serán tratados con desprecio” (1 Sam. 2:30). Tiempo después, un ejército sirio que “contaba con pocos hombres” derrotó al ejército de Jehoás, que era “muy grande”, y él quedó “gravemente herido”. Cuando los sirios se retiraron, los propios siervos de Jehoás lo mataron por haber asesinado a Zacarías. Y, como fue tan malo, ni siquiera lo enterraron “en las sepulturas de los reyes” (2 Crón. 24:23-25; vea la nota de estudio “hijo de Baraquías”, de Mateo 23:35).

18. Según Jeremías 17:7, 8, ¿qué tenemos que hacer para no ser como Jehoás?

18 ¿Qué lección sacamos de la historia de Jehoás? Él era como un árbol con raíces poco profundas que, para mantenerse en pie, necesitaba el apoyo de un tutor o estaca, el sumo sacerdote Jehoiadá. Cuando este murió y soplaron los vientos de la apostasía, Jehoás se vino abajo. Este caso encierra una poderosa lección: no podemos temer a Jehová solo porque otros hermanos y familiares lo hagan y nos den su apoyo. Para estar fuertes en sentido espiritual, tenemos que alimentar el amor y el respeto que sentimos por Jehová estudiando, meditando y orando con regularidad (lea Jeremías 17:7, 8; Col. 2:6, 7).

19. ¿Qué espera Jehová de nosotros?

19 Jehová no nos pide imposibles. Lo que él espera de nosotros se resume muy bien en Eclesiastés 12:13: “Teme al Dios verdadero y obedece sus mandamientos, porque eso es todo lo que el hombre debe hacer”. Si tememos a Jehová, podremos enfrentarnos a cualquier dificultad que venga y mantenernos firmes como Abdías y Jehoiadá. Nuestra amistad con Jehová será indestructible.

CANCIÓN 7 Jehová es mi fuerza y mi salvación

a En la Biblia, la palabra temor tiene varios significados. Según el contexto, puede comunicar la idea de terror, respeto o admiración. Este artículo nos ayudará a cultivar la clase de temor que nos impulsará a servir a nuestro Padre celestial con valentía y lealtad.

b Este Abdías no es el profeta Abdías, que vivió siglos más tarde y escribió el libro bíblico que lleva su nombre.

c DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN: En esta representación, un hermano les lleva publicaciones bíblicas a otros Testigos en un lugar donde nuestra obra está prohibida.

d DESCRIPCIÓN DE LAS IMÁGENES: Una hermana joven aprende a predicar por teléfono observando a una hermana mayor. Un hermano mayor demuestra valentía al participar en la predicación pública. Un hermano con mucha experiencia les enseña a otros a hacer labores de mantenimiento en el Salón del Reino.