TODOS necesitamos sentirnos queridos. ¿Qué opinas tú?a... La Biblia nos habla de Dorcas, una mujer a la que todos amaban mucho.
Fue una de las primeras discípulas de Jesús y vivió en Jope, una ciudad de la costa del mar Mediterráneo que estaba a solo unos 56 kilómetros (35 millas) de Jerusalén.
¿Por qué te parece que Dorcas era tan querida?... Pues bien, la Biblia cuenta que hizo generosos regalos y muchas cosas buenas. Todo indica que confeccionaba bonitas prendas de vestir para las viudas, es decir, mujeres a las que se les había muerto el esposo. Además, imitando a Jesús, hablaba a todo el mundo acerca del Dios verdadero, Jehová.
¿Sabes qué le sucedió a Dorcas?... Resulta que se enfermó de gravedad y murió. Todos sus amigos se pusieron muy tristes, así que mandaron llamar al apóstol Pedro, que estaba a unos 16 kilómetros (10 millas) de distancia, y le pidieron que se apresurara. Cuando llegó el apóstol, subió al cuarto donde estaba Dorcas, y las mujeres le enseñaron llorando las prendas que ella les había hecho.
Entonces Pedro les dijo a todos que salieran de la habitación. Él y otros apóstoles ya habían hecho milagros, pero ninguno había resucitado a un muerto. ¿Qué crees que hizo Pedro a continuación?...
Se arrodilló junto al cadáver y oró a Jehová. Luego le ordenó a Dorcas que se levantara, ¡y ella así lo hizo! Pedro le dio la mano para ayudarla a ponerse de pie y llamó a las viudas y a los demás para que la vieran. ¿Te imaginas lo contentos que se pusieron todos?...
Veamos qué podemos aprender de esta historia de la resurrección de Dorcas. Una cosa es que si ayudas a los demás, muchos te van a querer. Pero más importante aún, Dios te amará y te recordará; nunca olvidará las cosas buenas que hayas hecho y te dejará vivir feliz para siempre en el Paraíso.