A veces, algunos siervos de Dios se preguntan si vale la pena invertir tanto tiempo y esfuerzo en vivir de acuerdo con las normas de la Biblia (Salmo 73:2, 3). Incluso puede que hayan empezado a hacer cosas que están en contra de las leyes de Jehová. Después, esconden su mala conducta, y así tratan de engañar a otras personas que también sirven a Dios.

 Este artículo está preparado para ayudar a quienes se han ido por ese mal camino pero quieren corregir su rumbo.

En este artículo veremos lo siguiente:

•  ¿Qué significa llevar una doble vida?

•  ¿Me convierte en una mala persona llevar una doble vida?

•  ¿Qué puedo hacer para dejar de llevar una doble vida?

•  Lo que opinan otros jóvenes

 Llevar una doble vida significa que, cuando estás con compañeros que no obedecen a Jehová, haces cosas que sabes que están mal. Pero, cuando estás con hermanos fieles de la congregación, te comportas como si de verdad quisieras servir a Jehová. Es como si tuvieras dos vidas y en las dos llevaras puesta una máscara.

 “Cuando llevas una doble vida, estás ocultando cosas en las dos vidas; total, que nadie sabe cómo eres realmente. Y es que una doble vida es una doble traición” (Erin).

 ¿Sabías esto? Llevar una doble vida también incluye hacer cosas en privado que sabes que a Jehová no le gustan.

 “Cuando tenía 14 años, comencé a ver imágenes inmorales en internet. Delante de otras personas fingía que odiaba la pornografía, pero en mi corazón yo sabía que eso no era verdad” (Nolan).

 Texto bíblico clave: “Nadie puede ser esclavo de dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o le será leal a uno y despreciará al otro” (Mateo 6:24).

 No necesariamente. Claro, algunas personas han decidido que no quieren vivir bajo las normas de la Biblia. ¿Pero de verdad es eso lo que te está pasando a ti? Quizás haya otras razones, como por ejemplo alguna de estas:

•   Te da miedo ser diferente a otros jóvenes.

•   Sientes que tienes más cosas en común con tus compañeros de clase que con los hermanos de la congregación.

•   Sientes que simplemente no tienes ni las fuerzas ni la capacidad para cumplir con todas las normas de Dios.

 “Creo que algunos jóvenes que llevan una doble vida se sienten cómodos con quienes no tienen los mismos valores cristianos. Necesitan encajar en algún sitio, sea como sea” (David).

 Claro, estas razones no justifican llevar una doble vida. Pero sí explican cómo es posible que hasta una persona buena pueda enredarse en una doble vida. Si eso te está pasando a ti, ¿qué puedes hacer?

1.  1. Piensa detenidamente en la vida que llevas ahora. Pregúntate: “¿De verdad soy la clase de persona que quiero ser? Si sigo así, ¿adónde voy a llegar?”.

    Texto bíblico clave: “La persona prudente ve el peligro [...], pero los inexpertos siguen adelante y sufren las consecuencias” (Proverbios 27:12).

2.  2. Díselo a alguien. Cuéntales lo que te está pasando a tus padres o a un amigo maduro que respete las leyes de Jehová. Seguro que se alegrarán de que les hayas pedido ayuda, y se sentirán muy orgullosos de ver que quieres hacer lo correcto.

    “Una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mi vida ha sido confesarle a alguien lo que estaba haciendo. Pero después me sentí muchísimo mejor” (Nolan).

    Texto bíblico clave: “Al que esconde sus pecados no le irá bien, pero al que los confiesa y los abandona se le mostrará misericordia” (Proverbios 28:13).

3.  3. Acepta las consecuencias. Recuerda que, si les estuviste ocultando algo a tus padres y a la congregación, es normal que ya no confíen tanto en ti. Y puede que tus padres o los ancianos de la congregación no te permitan hacer algunas cosas durante un tiempo. Pero acepta las consecuencias y decídete a comportarte “con honradez en todo” de ahora en adelante (Hebreos 13:18).

    Texto bíblico clave: “Escucha los consejos y acepta la disciplina para que te hagas sabio en el futuro” (Proverbios 19:20).

4.  4. Convéncete de que Dios te ama. Como Jehová te quiere, está muy pendiente de todo lo que haces. Por eso, él sabe si estás llevando una doble vida, y eso le parte el corazón. Pero él se preocupa por ti y de verdad quiere ayudarte a hacer las cosas bien (1 Pedro 5:7).

    Texto bíblico clave: “Los ojos de Jehová están vigilando toda la tierra para mostrar su fuerza a favor de los que le sirven con un corazón completo” (2 Crónicas 16:9).