LOS JÓVENES PREGUNTAN
¿Cómo puedo dejar de pensar en el sexo?
“Cuando menos me lo espero, empiezo a pensar en el sexo y no puedo controlarme. Es como si tuviera el cerebro de otra persona en mi cabeza” (Vera).
“Me parece imposible dejar de pensar en el sexo. Creo que sería más fácil empezar a mover los brazos y salir volando” (John).
¿Te sientes igual que Vera y John? Entonces, este artículo te puede ayudar.
¿Por qué es importante que dejes de pensar en el sexo?
“Mi tío me dijo que Dios no me hubiera dado los deseos sexuales si no estuviera de acuerdo en que los hiciera realidad”, dice un joven llamado Alex.
Algo de lo que dijo el tío de Alex es cierto: Dios nos creó con deseos sexuales, y lo hizo por un buen motivo. De hecho, los humanos seguimos existiendo hoy como resultado de las relaciones sexuales. Entonces, ¿por qué deberías dejar de pensar en el sexo? Veamos dos buenas razones:
La Biblia enseña que el propósito de Dios es que las relaciones sexuales solo existan entre un hombre y una mujer que están casados entre sí (Génesis 1:28; 2:24).
Si no estás casado y quieres respetar esta norma de Dios, es mejor que dejes de pensar en el sexo. De lo contrario, solo conseguirás sentirte frustrado. Tal vez, acabes por caer en la tentación y tengas relaciones sexuales, algo de lo que muchos se han arrepentido.
Dejar de pensar en el sexo tiene que ver con un asunto más importante: el autocontrol (1 Corintios 9:25).
El autocontrol es muy importante para que seas feliz ahora y en el futuro. De hecho, un estudio indica que los niños que tienen autocontrol probablemente tendrán menos problemas legales, de salud y de dinero. a
¿Por qué es tan difícil?
Además de que vivimos en un mundo obsesionado con el sexo, las hormonas hacen que sea más difícil dejar de pensar en el sexo.
“Parece que todos los programas de televisión pintan como algo positivo las relaciones sexuales antes del matrimonio, como si no existiera ningún peligro. No es fácil dejar de tener malos pensamientos cuando las relaciones sexuales inmorales se presentan como inofensivas” (Ruth).
“En el trabajo oigo muchas conversaciones vulgares sobre sexo, y eso despierta mi curiosidad. La inmoralidad se ve como algo tan normal que es difícil verla como algo malo” (Nicole).
“Es fácil confiarte mientras ves fotos en las redes sociales. Una imagen sexual puede grabarse en tu cerebro y volverse casi imposible de borrar” (María).
Cosas como estas pueden hacerte sentir como se sintió el apóstol Pablo. Él escribió: “Cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está presente conmigo” (Romanos 7:21).
Lo que puedes hacer
Ponte a pensar en otras cosas. Trata de concentrarte en cosas que no estén relacionadas con el sexo. Por ejemplo, céntrate en un pasatiempo, deporte, ejercicio o cualquier otra actividad que te distraiga. Una joven llamada Valerie dice: “A mí me ayuda mucho leer la Biblia”. Y añade: “Si llenas tu mente con los pensamientos superiores que contiene, ya no quedará lugar para nada más”.
Es cierto que los pensamientos sobre sexo pueden entrar en tu mente. Pero lo que hagas con ellos depende de ti. La decisión de rechazarlos es tuya.
“Cuando siento que voy a perder el control de mis pensamientos, me obligo a pensar en otras cosas. Trato de descubrir qué le abrió la puerta a esos pensamientos. Tal vez fue una canción que debería quitar de mi lista de reproducción o una foto que debería borrar” (Helena).
Texto bíblico clave: “Cuantas cosas [...] sean justas, cuantas sean castas [es decir, puras en sentido moral] [...], continúen considerando estas cosas” (Filipenses 4:8).
Elige bien con quién te juntas. Si tus amigos solo hablan de sexo, será muy difícil que mantengas limpia tu mente.
“Durante mi adolescencia, tuve que luchar para controlar mis malos pensamientos. Gran parte del problema eran las personas con las que me juntaba. Cuando te rodeas de gente que ve normal lo inmoral, acabas dejándote llevar. Es como echarle más leña al fuego” (Sara).
Texto bíblico clave: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal” (Proverbios 13:20).
Evita el entretenimiento inapropiado. No es un secreto que prácticamente todo tipo de entretenimiento tiene contenido sexual. “A mí, la música es lo que más me afecta”, comenta Nicole. Y añade: “A veces enciende deseos tan fuertes que parecen incontrolables”.
“Empecé a ver películas y programas de televisión con contenido sexual. Sin darme cuenta, pensaba cada vez más en el sexo. Era fácil ver dónde estaba el origen de esos pensamientos. En cuanto dejé de ver esas películas y programas, dejé de pensar tanto en el sexo. Si escojo bien lo que veo para entretenerme, mi lucha contra los pensamientos inmorales es más fácil” (Joanne).
Texto bíblico clave: “Que la fornicación y la inmundicia de toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre ustedes” (Efesios 5:3).
Conclusión: Hay personas que piensan que sus impulsos sexuales ni se pueden ni se deben controlar. Pero la Biblia enseña algo diferente. Nos dignifica, pues dice que sí podemos controlar nuestros pensamientos, y eso nos ayuda a controlar los impulsos.
Texto bíblico clave: “Deben ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente” (Efesios 4:23).
a Las personas casadas también necesitan autocontrol. Por eso, es bueno que desarrolles esta cualidad antes de casarte.
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