LOS JÓVENES PREGUNTAN

¿Soy una persona responsable?

¿Soy una persona responsable?

 Autoanálisis

  •  Mira cada una de las siguientes cualidades y piensa si eres así siempre, casi siempre, a veces o nunca.

    •  Honrado

    •  Cumplidor

    •  Puntual

    •  Trabajador

    •  Ordenado

    •  Servicial

    •  Justo

    •  Respetuoso

    •  Bondadoso

  •    ¿Cuál de estas características dirías que es tu fuerte?

     ¡Excelente! Sigue manifestando esa cualidad como lo has estado haciendo (Filipenses 3:​16).

  •    ¿En cuál de los aspectos de la lista necesitas mejorar?

 Las siguientes sugerencias pueden ayudarte.

 ¿Qué significa ser responsable?

 Ser responsable significa cumplir con las obligaciones del hogar, la escuela y la comunidad y estar dispuesto a rendir cuentas de lo que uno hace. Cuando alguien responsable comete un error, lo reconoce, pide perdón y se esfuerza por corregir su falta.

 La Biblia dice: “Cada uno llevará su propia carga de responsabilidad” (Gálatas 6:5).

 ¿Por qué vale la pena ser responsable?

  Las personas responsables saben usar bien su inteligencia y habilidades, y así se ganan el respeto de los demás. Si son jóvenes, es más probable que los mayores los traten como a adultos y les concedan más libertad.

 La Biblia dice: “¿Has contemplado a un hombre hábil en su trabajo? Delante de reyes es donde él se apostará” (Proverbios 22:29).

  Como quienes son responsables suelen ser amables y generosos, tienen más probabilidades de hacer buenos amigos.

 La Biblia dice: “Practiquen el dar, y se les dará” (Lucas 6:​38).

  Estas personas disfrutan de un sentido de logro y satisfacción, lo cual fortalece su autoestima.

 La Biblia dice: “Que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo” (Gálatas 6:4).

 ¿Cómo puedo mejorar?

 Los siguientes comentarios te ayudarán a responder esta pregunta. Fíjate en cuáles describen mejor tu caso.

 “Es desesperante que me traten como a un bebé, que no pueda pasar ni una hora fuera de casa sin que ‘papi’ y ‘mami’ quieran saber de mí.” (Kerri)

 “Mis padres me dejan salir con mis amigos sin ningún problema.” (Richard)

 “Cuando veo lo que a otros chicos de mi edad les dejan hacer, me da envidia y me pregunto por qué mis padres no me dejan hacer lo mismo.” (Anne)

 “Mis padres me permiten hacer prácticamente todo lo que yo quiera. Y les agradezco que me den esa libertad.” (Marina)

 Conclusión → Algunos jóvenes gozan de mayor libertad que otros. ¿Qué es lo que marca la diferencia?

 La realidad de la vida → La libertad que te concedan tus padres dependerá en gran medida de la confianza que te hayas ganado.

 Fíjate en lo que comentan dos de los chicos ya mencionados.

 Richard: “En un tiempo, mis padres creían que si me daban más libertad, no haría las cosas bien. Pero ahora confían en mí porque han visto que soy responsable. No les miento sobre a dónde voy o con quién estaré. Es más, acostumbro decirles mis planes antes de que me pregunten”.

 Marina: “En toda mi vida les he mentido a mis padres dos veces, y las dos veces me descubrieron. Nunca más les he vuelto a decir una sola mentira. De hecho, siempre les cuento lo que hago y los llamo cuando salgo. Ahora confían mucho más en mí”.

¿Qué es lo primero para ti: las tareas o la diversión?

 ¿Te gustaría que te trataran como a Richard y Marina? Entonces, evalúate en los siguientes campos:

EN CASA

  •    ¿Cumples con todas las tareas que se te encargan?

  •    ¿Llegas a casa a la hora que se te pide?

  •    ¿Tratas con respeto a tus padres y hermanos?

 ¿En cuál de estos aspectos crees que debes mejorar?

 La Biblia dice: “Sean obedientes a sus padres” (Efesios 6:1).

EN LA ESCUELA

  •    ¿Entregas tus trabajos escolares a tiempo?

  •    ¿Te esfuerzas por tener buenas calificaciones?

  •    ¿Tienes buenos hábitos de estudio?

 ¿En cuál de estos aspectos crees que debes mejorar?

 La Biblia dice: “La sabiduría es para una protección” (Eclesiastés 7:​12). Una buena educación te ayudará a ser alguien sabio.

EN TU VIDA PERSONAL

  •    ¿Eres honrado con tus padres y con los demás?

  •    ¿Sabes administrar el dinero?

  •    ¿Se te conoce como alguien que cumple con sus compromisos?

 ¿En cuál de estos aspectos crees que debes mejorar?

 La Biblia dice: “Deben vestirse de la nueva personalidad” (Efesios 4:​24). Mejorar tus hábitos y tu reputación está en tus manos.

 Sugerencia: Elige un aspecto en el que quieras mejorar. Pídeles consejos a quienes veas que manifiestan esa cualidad. Escribe específicamente los pasos que piensas dar y ve midiendo tu progreso a lo largo del mes. Lleva un registro diario de lo que has logrado y de las cosas en que has fallado. Analiza los resultados a fin de mes.