9 DE JUNIO DE 2023
COLOMBIA

Una asamblea muy especial para los que hablan guambiano y embera chamí

Una asamblea muy especial para los que hablan guambiano y embera chamí

El domingo 26 de marzo de 2023, se celebró en Cali (Colombia) un acontecimiento muy especial: por primera vez, una asamblea de circuito en español se interpretó simultáneamente al guambiano y al embera chamí. Asistieron más de 1.600 personas. Entre ellas había 48 hablantes de guambiano y 78 de embera chamí.

Actualmente, en Colombia, el guambiano es la lengua materna de más de 21.000 personas, y el embera chamí, de más de 77.000. Hasta ahora, los Salones de Asambleas de Colombia no contaban con el equipo necesario para interpretar el programa simultáneamente. Así que los hablantes de estas lenguas indígenas asistían a las asambleas en español, aunque algunos no lo entendían bien.

Cuando se enteraron de que se celebraría esta asamblea, muchas familias de estas comunidades indígenas de inmediato se pusieron a ahorrar para el viaje. Eso fue lo que hizo la familia Carrasco. Ellos son 8 y viven en una zona muy apartada. Para llegar al Salón de Asambleas, tienen que caminar durante 3 horas y después hacer un viaje en autobús de 12 horas. Pero nada de eso les robó el entusiasmo. Con varios meses de anticipación, comenzaron a fabricar y vender artesanías tradicionales para pagar el viaje. Uno de los hijos de la familia, que tiene 12 años y se llama Henry, fue uno de los dos hablantes de embera chamí que se bautizó en la asamblea. También se bautizaron dos hermanos que hablan guambiano.

Hermanos que hablan guambiano y embera chamí escuchan el programa de la asamblea en su idioma.

La hermana Adrianin Morales, una de las intérpretes de guambiano, dijo: “Tener una asamblea en mi lengua materna fue muy hermoso. Me hizo muy feliz ver que todos los asistentes podían escuchar el mensaje de Jehová en su propio idioma”.

El hermano Diomedes Velasco, otro intérprete de guambiano, comentó: “Cuando me dijeron que iba a ser intérprete, me dio miedo. Pero, cuando vi todo lo que Jehová está haciendo por estos pueblos indígenas, me sentí mejor y más seguro. Para mí fue todo un privilegio colaborar de esta manera”.

Qué bonito es ver a personas de todos los idiomas decir: “Vamos, subamos a la montaña de Jehová” (Isaías 2:3).