El 14 de noviembre de 2019, un estudiante disparó a sus compañeros de clase en una escuela de Santa Clarita (California, Estados Unidos). El agresor mató a dos estudiantes, hirió a otros tres y luego se disparó.

Por desgracia, Dominic Blackwell, hijo de una de nuestras hermanas, fue uno de los estudiantes que falleció. Tenía 14 años y solía asistir a las reuniones de los testigos de Jehová junto con su madre, Nancy Blackwell. Los ancianos están usando la Biblia para consolar y apoyar a la familia de Dominic —sus padres y sus tres hermanos menores— y a la congregación.

Nos entristece profundamente esta tragedia. Cuánto deseamos que llegue el día en que Jehová seque nuestras lágrimas y cumpla esta promesa: “La muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor” (Apocalipsis 21:4).