A principios de agosto de 2019, un monzón provocó lluvias torrenciales y fuertes ráfagas de viento en Filipinas, donde se registraron inundaciones y deslizamientos de tierra. Por desgracia, en Natonin, provincia de Mountain, un deslizamiento afectó a dos precursores especiales temporales: uno falleció y el otro sufrió heridas de menor gravedad. En otro caso, los escombros hirieron a un niño de 10 años, que recibió atención médica adecuada.

Las casas de los Testigos no sufrieron daños graves. Sin embargo, en Negros Occidental, los fuertes vientos provocaron que se cayera parte del techo de un Salón del Reino.

Nuestra sucursal en Filipinas y el superintendente de circuito de la zona están dando apoyo emocional y espiritual a las familias de los Testigos afectados.

Nos entristece mucho la trágica pérdida de nuestro hermano, y le pedimos a Jehová que consuele a su familia y amigos. Estamos deseando que llegue el día en que todas estas desgracias ya “no serán recordadas” (Isaías 65:17).