El 25 de mayo de 2023 fue el 30 aniversario de una de las decisiones que, según los expertos, es de las más importantes dictadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos: el caso Kokkinakis contra Grecia. Esa fue la primera vez que el Tribunal Europeo condenó a un país por no respetar el derecho a la libertad religiosa. Desde el año 1993, esa decisión histórica ha servido para proteger el derecho a la libertad de religión en los 46 países miembros del Consejo Europeo. Además, es un precedente importante para defender el derecho a compartir nuestras creencias cuando algún gobierno poderoso, como Rusia, lo quiere eliminar.

En la página oficial del Consejo Europeo, todavía se habla del caso Kokkinakis para describir las libertades que garantiza el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Este caso también se estudia en las universidades de Derecho y se cita en las apelaciones del Tribunal Europeo.

El caso Kokkinakis es importante porque demuestra que “los testimonios, en palabras y actos, se encuentran ligados a la existencia de las convicciones religiosas”, y que la “libertad de ‘manifestar la propia religión’ [...] implica en principio el derecho de intentar convencer al prójimo, por ejemplo, por medio de una ‘enseñanza’”.

Uno de los nueve jueces del Tribunal Europeo que participó en este caso, el juez De Meyer, dijo: “El proselitismo es ‘el celo empleado para transmitir la fe’, así que no se puede castigar porque es una manera perfectamente legítima de ‘manifestar la religión’”.

Durante medio siglo, nuestro hermano Minos Kokkinakis estuvo peleando una batalla legal que terminó con esta decisión histórica. En 1938, cuando Minos tenía 30 años, las autoridades de Grecia lo arrestaron por violar una ley que prohibía el “proselitismo”. Esta ley fue impuesta por el dictador Ioannis Metaxás. Minos fue el primero de los 19.147 testigos de Jehová arrestados entre 1938 y 1992. Durante todos esos años, los Testigos fueron víctimas de acoso y ataques violentos.

Pero, como Minos siguió predicando con valentía, lo arrestaron más de 60 veces, lo llevaron ante los tribunales 18 veces, estuvo más de 6 años en cárceles e islas penales y tuvo que pagar varias multas.

Finalmente, en 1993, el Tribunal Europeo concluyó que Grecia había violado el derecho a la libertad religiosa de Minos, y a él lo declaró inocente. El Tribunal Europeo también le ordenó al gobierno que compensara a Minos por los gastos legales y por sus años de sufrimiento. En ese momento, Minos tenía 84 años. Murió en 1999 a la edad de 90 años.

El juez De Meyer dijo que Minos no había cometido ningún delito, sino que lo habían condenado por compartir con celo su fe.

¿Cómo ha ayudado esta decisión histórica en los casos legales de la actualidad? Philip Brumley, responsable del departamento jurídico de los testigos de Jehová, destacó lo siguiente: “El caso Kokkinakis dejó claro que las personas tienen derecho a hablarles a otros de forma pacífica sobre su fe. Es la sentencia del Tribunal Europeo más importante y que más se cita en los casos sobre libertad religiosa, y no solo dentro de Europa”.

Le agradecemos muchísimo a Jehová la gran victoria en el caso Kokkinakis y todo lo que esta ha conseguido. Además, le pedimos que nos siga dirigiendo y dando sabiduría mientras continuamos “defendiendo y estableciendo legalmente las buenas noticias” (Filipenses 1:7).