Del 20 de julio al 20 de agosto de 2023, más de dos millones de personas asistieron al torneo mundial de fútbol femenino, que se llevó a cabo en diferentes ciudades de Australia y Nueva Zelanda. Durante el torneo, unos 1.200 hermanos y hermanas participaron en una campaña especial de predicación en nueve ciudades de esos dos países. Al menos 18 personas solicitaron un curso de la Biblia.

Dos mujeres jóvenes de la India se acercaron a uno de nuestros carritos en Sídney (Australia) y vieron el cartel que ofrecía cursos de la Biblia gratuitos. Les preguntaron a las hermanas dónde podían asistir a esos cursos, y las hermanas les explicaron que se trataba de clases particulares de la Biblia. También les dijeron que podían solicitar una visita escaneando el código QR del folleto Disfrute de la vida. Las dos mujeres llenaron enseguida el formulario en línea para solicitar un curso bíblico, y empezaron a recibir clases de la Biblia.

Un matrimonio de Testigos de Brisbane (Australia) se ofreció a ayudar a una joven que parecía que se había perdido. La joven les explicó que estaba buscando su hotel, y los hermanos se ofrecieron amablemente a ayudarla. Mientras se dirigían al hotel, ella les dijo que venía de Papúa Nueva Guinea y se alegró muchísimo al enterarse de que ellos habían vivido allí. Tuvieron una conversación muy animada, y al final intercambiaron sus datos de contacto. El matrimonio quedó con la joven para enseñarle la ciudad más tarde y aprovecharon la oportunidad para hablarle de las verdades de la Biblia. Cuando ella regresó a su país, aceptó un curso bíblico.

En Auckland (Nueva Zelanda), una hermana llamada Terina se puso a hablar con dos guardias de seguridad de habla punyabí en un estacionamiento público. Entonces otro guardia los interrumpió y empezó a hablar en punyabí con los dos hombres. La hermana pensó que los estaba regañando por hablar con ella mientras estaban trabajando. Pero él le explicó, para su sorpresa, que solo les había traducido lo que ella les había dicho. Y comentó: “Ellos me preguntaron qué es la Biblia, y yo les respondí que es un libro de Dios. ¿Es correcto?”. Terina dijo que sí y le mostró a cada uno cómo solicitar un curso bíblico en su idioma a través de jw.org.

Un señor de Colombia que se llama Nicholas se acercó a uno de nuestros carritos en Brisbane (Australia) y pidió información sobre nuestras reuniones. Explicó que su mamá y sus abuelos son testigos de Jehová y que lo habían animado a ir a un Salón del Reino. Los hermanos se encargaron de que alguien de una congregación de habla hispana se pusiera en contacto con él. En menos de una hora, un Testigo que habla español contactó con Nicholas y lo ayudó para que pudiera asistir a la Asamblea Regional “Tengan paciencia” ese mismo fin de semana.

Nos encanta que nuestros hermanos de Australia y Nueva Zelanda tuvieran la oportunidad de brillar “como luces resplandecientes” al predicar las buenas noticias durante este evento (Filipenses 2:15).