En enero de 2023, después de casi tres años, se reanudaron las asambleas de circuito presenciales. Al mismo tiempo, en muchos países se reanudaron las clases presenciales de las escuelas teocráticas. Claramente, se está viendo la bendición de Jehová en todo esto.
En Villahermosa (estado de Tabasco, México), unos 200 publicadores participaron en la limpieza del Salón de Asambleas antes de la asamblea de circuito. Algunos llegaron a viajar seis horas hasta el lugar. Una hermana dijo: “Hace mucho tiempo que no veía a tantos hermanos juntos. Simplemente, no podíamos perdernos la oportunidad de colaborar”.
En una asamblea de circuito en Crownsville (Maryland, Estados Unidos), una hermana comentó: “Estoy superfeliz. He llorado tanto desde que llegué que se me han acabado los pañuelos para secarme las lágrimas. No puedo parar, y eso que el programa todavía no ha empezado. No cambiaría esto por nada del mundo”.
Los estudiantes de muchos lugares están encantados de poder asistir a las clases presenciales de la Escuela para Evangelizadores del Reino y de la Escuela para Superintendentes de Circuito y sus Esposas. Giovanny Cabezas, instructor en el centro educativo de Palm Coast (Florida, Estados Unidos), dijo: “Fue muy emocionante saber que volvíamos a tener las escuelas presenciales. Este es un lugar increíble en el que todos, instructores, estudiantes y voluntarios, se entregan en cuerpo y alma a hacer la voluntad de Jehová”.
Satoko Nakata asistió con su esposo a la Escuela para Superintendentes de Circuito y sus Esposas en enero de 2023. Ella cuenta: “Estuvo muy bien tener las reuniones y las escuelas de precursores por Zoom durante la pandemia. Pero era difícil conversar tranquilamente, escuchar a los demás reírse o cantar. Así que asistir presencialmente a esta escuela fue un maravilloso regalo de Jehová. Podíamos hablar con nuestros compañeros y cantar juntos con alegría; podíamos reír con ellos y a veces hasta llorar con ellos. Estoy inmensamente agradecida a Jehová y al Cuerpo Gobernante”.
Sin duda, a Jehová le da mucha alegría ver que nos reunimos de nuevo para adorarlo y beneficiarnos de la educación que él nos da. Sentimos lo mismo que el rey David cuando dijo: “Te daré gracias en la gran congregación; te alabaré entre las multitudes del pueblo” (Salmo 35:18).