29 DE DICIEMBRE DE 2020
NOTICIAS INTERNACIONALES

Testigos en zonas aisladas usan su ingenio para no perderse las reuniones

Testigos en zonas aisladas usan su ingenio para no perderse las reuniones

Muchas congregaciones por todo el mundo usan dispositivos electrónicos e Internet para seguir teniendo sus reuniones durante la pandemia. Pero hay hermanos que viven en zonas donde no hay buena conexión a Internet y tienen que esforzarse muchísimo para no perderse las reuniones. Al mismo tiempo, deben cumplir con las normas sanitarias sobre el COVID-19. Veamos algunos casos en África.

Malaui

Muchos hermanos no tienen Internet, así que no pueden usar Zoom. Por eso, todas las semanas, la sucursal de Malaui les envía a los ancianos de las congregaciones las reuniones en video usando la red telefónica. Luego ellos les pasan los archivos de video a los publicadores.

Esto era todo un desafío para los 28 publicadores de la congregación Tcharo, que viven en una zona montañosa cerca del lago Malaui. Como las montañas bloquean la cobertura telefónica en la zona, un anciano tenía que viajar muchos kilómetros hasta llegar a un lugar donde hubiera buena señal. Después el anciano tenía que regresar y caminar por las montañas para llegar hasta donde vivían los hermanos. Una vez allí, se acercaba lo suficiente a sus casas como para pasarles los archivos por Bluetooth.

Hace poco, los ancianos se alegraron al descubrir que hay buena señal de teléfono mucho más cerca de sus casas: en el lago Malaui. Los hermanos pueden descargar los videos en una canoa en medio del lago. Esto les ahorra un montón de tiempo de viaje.

Mozambique

Cuando los superintendentes “visitan” las congregaciones en zonas aisladas en el noroeste de Mozambique, dan sus discursos usando teléfonos celulares. Como no siempre se pueden hacer varias llamadas a la vez desde un mismo número, los superintendentes de circuito suelen dar sus discursos frente a varios teléfonos. Cada celular está conectado con una casa diferente.

El hermano Alique Cazawe, superintendente de circuito, da un discurso frente a varios teléfonos. Cada celular está conectado con una casa diferente.

Algunos hermanos viven en zonas donde ni siquiera llega la señal telefónica. Cuando se acerca la hora de la reunión, los hermanos caminan un rato hasta que encuentran señal. Cuando logran conectarse, se sientan ahí mismo y escuchan la reunión.

El hermano Yohane Vinho, que sirve como superintendente de circuito en la zona, nos cuenta: “Muchos hermanos hacen casi lo imposible por no perderse las reuniones”. Esto los ayuda a mantenerse espiritualmente fuertes a pesar de estar aislados. Otro superintendente de circuito, Carlos Cortazão, explica: “Seguimos sintiéndonos como si estuviéramos con los hermanos en el Salón del Reino, cantando juntos y dando comentarios. De verdad vemos que Jehová sigue dándonos el alimento espiritual que necesitamos durante esta pandemia” (Juan 21:17).