La noche del 10 de febrero de 2020, unos agentes de policía de Chita (Rusia) torturaron a Vadim Kutsenko, que es testigo de Jehová. Lo golpearon y asfixiaron repetidas veces, y le dieron descargas eléctricas en el estómago y en una pierna para sacarle información sobre otros Testigos.

La mañana de ese mismo día, agentes del Servicio Federal de Seguridad registraron casi cuarenta casas de Testigos en Chita, entre ellas la del hermano Vadim Kutsenko. A las once de la noche, agentes de las fuerzas especiales arrestaron a Vadim mientras estaba en casa de su suegra. Los agentes lo esposaron, le cubrieron la cabeza, lo llevaron a un bosque cercano y allí lo torturaron. A pesar de las torturas, Vadim no les dio ninguna información. Así que los agentes decidieron llevarlo a la oficina del inspector para seguir interrogándolo.

Después de eso, llevaron a Vadim a un centro de detención temporal junto con otros tres Testigos —Serguéi Kiriliuk, Pável Mamalimov y Vladímir Yermolayev— que habían sido arrestados tras los registros en Chita.

Dos días más tarde, el Tribunal del Distrito de Ingodinski decidió mantener en el centro de detención temporal durante 72 horas a los hermanos Kutsenko, Kiriliuk y Mamalimov. Al hermano Yermolayev lo liberaron y lo pusieron bajo arresto domiciliario.

El 15 de febrero de 2020, Vadim y los otros dos Testigos fueron liberados porque no se encontraron pruebas suficientes para acusarlos de algún delito. El inspector liberó a nuestros hermanos sin realizar una audiencia en el tribunal y sin imponerles ninguna restricción.

Oramos para que Vadim y el resto de nuestros hermanos en Rusia sigan siendo valientes y muy fuertes, y para que estén seguros de que Jehová los está ayudando a enfrentar todas estas pruebas (Josué 1:7, 9).