El 11 de junio de 2024, la hermana Olga Ivanova fue liberada de una colonia penitenciaria rusa de la ciudad de Zelenokumsk. El 25 de octubre de 2021, la declararon culpable y la condenaron a tres años y seis meses de prisión. Y ya completó esa condena, tomando en cuenta que antes de entrar a prisión había estado un año y cuatro meses bajo arresto domiciliario. Su esposo, Yevgueni, fue declarado culpable en el mismo juicio penal y actualmente está cumpliendo una condena de ocho años de prisión.
Mientras Olga estaba en la cárcel, tenía que hacer trabajos físicos muy agotadores durante 12 horas al día, 6 días a la semana. Además, la estuvieron trasladando a distintas prisiones de Rusia. Esto hacía que a su madre, Svetlana —que es viuda—, se le hiciera muy difícil visitarla y ayudarla. Svetlana dice que sintieron la ayuda de Jehová. Ella cuenta: “Cada vez que trasladaban a Olga a otra ciudad, los hermanos del lugar la cuidaban con mucho cariño. Hacían fila por varias horas para llevarle comida y otras cosas que necesitara. Intentaban visitarla siempre que era posible. Además, cuando yo podía viajar para verla, ellos siempre me daban alojamiento y me ayudaban mucho. ¡Fue impresionante!”.
Le damos las gracias a Jehová por la forma tan tierna en que cuidó a Olga durante el tiempo que estuvo en la cárcel. Nos sentimos muy alegres porque salió libre. Pero todavía oramos por su esposo y por todos nuestros hermanos que están presos, con la seguridad de que Jehová seguirá mostrándoles amor leal (Génesis 39:21).