El 7 de abril de 2023, Rustam Seidkulíev fue liberado de una prisión en Rusia. Y el 17 de septiembre de 2023, después de esperar varios meses, el Gobierno ruso lo deportó a Turkmenistán tras quitarle la ciudadanía. Su esposa, Yulia, espera reunirse con él dentro de poco.
Rustam pasó más de 7 meses bajo arresto domiciliario y casi 23 meses entre rejas. Durante todo ese tiempo, mantuvo una actitud positiva y una fe fuerte en Jehová. En una carta que escribió en su celda, Rustam dijo que los ejemplos de algunos personajes de la Biblia lo ayudaron a aguantar: “Me animaron sobre todo las historias de Nabot y de Mefibóset. A ellos los acusaron injustamente pero fueron leales a Jehová. Meditar en lo que les pasó a ellos es lo que me está ayudando a aguantar esta situación y a centrarme en la esperanza que tengo”.
Mientras Rustam estaba en la colonia penitenciaria, a Yulia solo le permitían visitarlo una vez cada tres meses. Pero sí podían hablar todos los días por teléfono. Cuando hablaban, entre otras cosas analizaban el texto diario y los comentarios del folleto Examinemos las Escrituras todos los días, y así se ayudaban a estar fuertes.
Poco antes de que lo encarcelaran, Rustam dijo: “Me he dado cuenta de que Jehová tiene todo bajo control. Él nos cuida en el momento justo y de la mejor manera. Por eso tengo que seguir confiando por completo en él”.
Para Rustam y Yulia, Jehová es su refugio y su fortaleza, y él seguirá cuidando de ellos (Salmo 91:2).