Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos
Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos
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2-8 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 79-81
Busquemos perlas escondidas
it-2 pág. 127 párrs. 5, 6
José
Se da prominencia al nombre de José. En vista de la posición prominente de José entre los hijos de Jacob, era muy apropiado que su nombre se usase a veces para designar a todas las tribus de Israel (Sl 80:1) o a las que integraron el reino norteño. (Sl 78:67; Am 5:6, 15; 6:6.) Su nombre también figura en la profecía bíblica. En la visión profética de Ezequiel, la herencia de José es una porción doble (Eze 47:13), una de las puertas de la ciudad “Jehová Mismo Está Allí” lleva el nombre José (Eze 48:32, 35) y, con referencia a la reunificación del pueblo de Jehová, se habla de José como jefe de una parte de la nación y de Judá, como jefe de la otra. (Eze 37:15-26.) La profecía de Abdías indicó que la “casa de José” tomaría parte en la destrucción de la “casa de Esaú” (Abd 18), y la de Zacarías dice que Jehová salvaría a la “casa de José”. (Zac 10:6.) Entre las tribus del Israel espiritual aparece la de José en lugar de la de Efraín. (Rev 7:8.)
El hecho de que se mencione a la tribu de José en Revelación 7:8 da a entender que la profecía de Jacob en su lecho de muerte tendría una aplicación en el Israel espiritual. Por lo tanto, es digno de notar que el Poderoso de Jacob, Jehová Dios, proveyó a Jesucristo como el Pastor Excelente que entregó su vida por las “ovejas”. (Jn 10:11-16.) Cristo Jesús es también la piedra angular de fundamento sobre la que descansa el templo de Dios compuesto de israelitas espirituales. (Ef 2:20-22; 1Pe 2:4-6.) Y este ‘Pastor’ y ‘Piedra’ está con el Dios Todopoderoso. (Jn 1:1-3; Hch 7:56; Heb 10:12; compárese con Gé 49:24, 25.)
9-15 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 82-84
Valore lo que usted hace por Jehová
wp16.6 pág. 8 párrs. 2, 3
¿Qué aprendemos de las aves?
Los habitantes de Jerusalén conocían bien las golondrinas, que solían construir sus nidos bajo los aleros de los edificios. Hasta en el templo de Salomón anidaron golondrinas. Es probable que año tras año hallaran allí un lugar tranquilo y seguro para criar a sus polluelos.
El compositor del Salmo 84, un descendiente de Coré, se fijó en aquellos nidos del templo. Él servía allí una semana cada seis meses, pero quería ser como las golondrinas que tenían un hogar permanente en la casa de Dios. Exclamó: “¡Cuán amable es tu magnífico tabernáculo, oh Jehová de los ejércitos! Mi alma ha anhelado, y también se ha consumido, en su vivo deseo por los patios de Jehová. [...] Hasta el pájaro mismo ha hallado una casa, y la golondrina un nido para sí, donde ella ha puesto sus polluelos... ¡tu magnífico altar, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío y Dios mío!” (Salmo 84:1-3). ¿Y qué hay de nosotros y nuestros hijos? ¿Deseamos reunirnos regularmente con el pueblo de Dios y valoramos ese privilegio? (Salmo 26:8, 12).
w08 15/7 pág. 30 párrs. 3, 4
Las expectativas realistas contribuyen a nuestra felicidad
Es posible que la edad avanzada o las enfermedades limiten su servicio a Jehová. O si tiene hijos pequeños, tal vez piense que no puede aprovechar al máximo el estudio personal y las reuniones debido al tiempo y energías que requieren sus hijos. Pero ¿podría ser que esté tan concentrado en sus limitaciones que a veces pierda de vista lo que todavía puede hacer?
Algo parecido le ocurrió a un levita del antiguo Israel. A pesar de que tenía el honor de servir dos semanas al año en el templo, él quería estar frente al altar permanentemente, un deseo que, aunque loable, era imposible (Sal. 84:1-3). ¿Qué ayudó a este fiel levita a no deprimirse? Comprender que un solo día en los patios del templo era de por sí un privilegio único (Sal. 84:4, 5, 10). Del mismo modo, nosotros debemos valorar las actividades que todavía están a nuestro alcance, en vez de estar pensando en lo que ya no podemos hacer.
Busquemos perlas escondidas
it-1 pág. 1183 párrs. 1, 2
Huérfano de padre
Puesto que era fácil pasar por alto a estos afligidos e indefensos, Jehová usó la expresión “huérfano de padre” con relación al grado de justicia alcanzado por Israel o su desviación de ella. Cuando la nación disfrutaba de buena salud espiritual, se cuidaba al huérfano de padre; sin embargo, cuando se pervertía la justicia en la tierra, caía en el olvido, y este era un síntoma de decadencia nacional. (Sl 82:3; 94:6; Isa 1:17, 23; Jer 7:5-7; 22:3; Eze 22:7; Zac 7:9-11; Mal 3:5.) La maldición de Jehová recaería sobre aquellos que oprimiesen al huérfano de padre. (Dt 27:19; Isa 10:1, 2.) Jehová habla de sí mismo como su Redentor (Pr 23:10, 11), Ayudador (Sl 10:14) y Padre (Sl 68:5). Él es quien ejecuta juicio a su favor (Dt 10:17, 18), les muestra misericordia (Os 14:3), les da alivio (Sl 146:9) y los conserva vivos. (Jer 49:11.)
Una de las marcas que identifican al cristianismo verdadero es la consideración a las personas afligidas por la pérdida de los padres o del esposo. El discípulo Santiago escribe a los cristianos: “La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo”. (Snt 1:27.)
16-22 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 85-87
La oración nos ayuda a aguantar
w12 15/5 pág. 25 párr. 10
¿Refleja usted la gloria de Jehová?
10 A fin de reflejar la gloria de Dios, también necesitamos seguir este consejo bíblico: “Perseveren en la oración” (Rom. 12:12). En efecto, podemos y debemos pedirle a Jehová que nos ayude a adorarle como él desea. Hacemos bien en solicitarle que nos dé espíritu santo, una fe más sólida, fuerzas para resistir las tentaciones y habilidad para manejar “la palabra de la verdad correctamente” (2 Tim. 2:15; Mat. 6:13; Luc. 11:13; 17:5). Debemos confiar en nuestro Padre celestial tanto como un niño confía en su padre. Cuando le pidamos que nos ayude a servirle más plenamente, hagámoslo con la certeza de que nos responderá. Y no temamos que nuestras oraciones puedan molestarlo. ¡Nada más lejos de la realidad! Podemos orarle libremente para alabarlo, darle gracias y pedirle su guía para afrontar nuestros problemas. Además, podemos rogarle que nos ayude a glorificar su santo nombre con nuestro servicio (Sal. 86:12; Sant. 1:5-7).
23-29 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 88, 89
La forma de gobernar de Jehová es la mejor
w14 15/10 pág. 10 párr. 14
Tenga fe absoluta en el Reino
14 Nos referimos al pacto con David (lea 2 Samuel 7:12, 16). Mediante ese pacto, Jehová le aseguró a aquel rey del antiguo Israel que el Mesías sería un descendiente suyo (Luc. 1:30-33). Así señaló con más precisión por quién vendría la descendencia. Estableció que un heredero de David tendría “el derecho legal” al trono del Reino mesiánico (Ezeq. 21:25-27). Por medio de Jesús, el reinado de David “será firmemente establecido por tiempo indefinido”. De hecho, “su descendencia misma resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y su trono [durará tanto] como el sol” (Sal. 89:34-37). El reinado del Mesías jamás se volverá corrupto, y sus logros durarán para siempre.
7-13 DE OCTUBRE
Busquemos perlas escondidas
cl pág. 176 párr. 18
¡Qué profunda es “la sabiduría [...] de Dios”!
18 Pablo expresó así lo que le hacía sentir la incomparable sabiduría de Jehová: “¡Oh, qué profundas son las riquezas, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Qué inexplicables son sus juicios e inexplorables sus caminos!” (Romanos 11:33). Con la expresión “oh”, demostró una emoción muy intensa, una gran admiración. El término griego para “profundas” se relaciona con el que se traduce como “abismo”. De este modo, él transmitió una imagen muy gráfica: meditar en la sabiduría de Dios es como asomarnos hacia un abismo tan profundo que no alcanzamos a ver el fondo. Así, por mucho que nos esforcemos, nunca entenderemos la inmensidad de la sabiduría de Jehová. Y tampoco sabremos todo lo que sabe Jehová (Salmo 92:5). ¡Qué poquita cosa somos en comparación con él!
14-20 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 96-99
¡Proclamemos las buenas noticias!
w11 1/3 pág. 6 párrs. 1, 2
¿Qué son las buenas nuevas?
LOS cristianos deben predicar las “buenas nuevas del reino”, es decir, explicar a la gente que el Reino de Dios es un gobierno que regirá la Tierra con justicia. Y en la Biblia también se habla de “las buenas nuevas de salvación”, “las buenas nuevas de Dios” y “las buenas nuevas acerca de Jesucristo” (Salmo 96:2; Romanos 15:16; Marcos 1:1). Entonces, ¿qué son las buenas nuevas?
En pocas palabras, abarcan las enseñanzas que transmitió Jesús y sobre las cuales escribieron sus discípulos. Antes de subir al cielo, Jesús mandó a sus seguidores: “Vayan [...] y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). Así que además de hablarles a las personas sobre el Reino, el verdadero cristiano debe esforzarse por formar nuevos discípulos de Cristo.
w12 15/9 pág. 12 párrs. 18-19
Mil años de paz... ¡y muchos más!
18 Esa relación se vio truncada cuando los seres humanos se dejaron influir por Satanás y se rebelaron contra la soberanía de Jehová. No obstante, el Reino mesiánico está tomando medidas desde el año 1914 para recuperar la unidad y la armonía (Efes. 1:9, 10). Durante el Reinado de Mil Años se harán realidad magníficas “cosas [...] que no se ven” todavía. A continuación vendrá “el fin”, es decir, la conclusión del Reinado de Mil Años de Cristo. ¿Qué sucederá después? Aunque a Jesús se le ha concedido “toda autoridad [...] en el cielo y sobre la tierra”, él no tiene la menor intención de usurpar el puesto de Jehová, pues no es ambicioso. Más bien, humildemente le “entrega el reino a su Dios y Padre”, empleando su autoridad y privilegiada posición “para la gloria de Dios” (Mat. 28:18; Filip. 2:9-11).
19 Para ese entonces, los súbditos terrestres del Reino habrán alcanzado la perfección. Imitarán el ejemplo de Jesús y se someterán de buena gana y con humildad a la soberanía de Jehová. A fin de demostrar su buena disposición, tendrán que superar una prueba final (Rev. 20:7-10). Por último, todos los rebeldes —humanos y espirituales— serán eliminados para siempre. ¡Qué momento tan gozoso! La familia universal al completo alabará feliz a Jehová, que será “todas las cosas para con todos” (léase Salmo 99:1-3).
Busquemos perlas escondidas
it-1 pág. 412
Canción
Se habla de “una canción nueva” no solo en los Salmos, sino también en los escritos de Isaías y del apóstol Juan. (Sl 33:3; 40:3; 96:1; 98:1; 144:9; 149:1; Isa 42:10; Rev 5:9; 14:3.) Un examen del contexto pone de manifiesto que esta “canción nueva” se suele cantar debido a un hecho nuevo en el ejercicio que Jehová hace de su soberanía universal. Como se proclama gozosamente en el Salmo 96:10: “Jehová mismo ha llegado a ser rey”. Los hechos nuevos relacionados con la extensión que Jehová da a su realeza, así como el significado de estos para el cielo y la tierra, configuran el tema de esta “canción nueva”. (Sl 96:11-13; 98:9; Isa 42:10, 13.)
21-27 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 100-102
Demuestre cuánto agradece el amor leal de Jehová
w11 15/7 pág. 16 párrs. 7, 8
¿Haremos caso de las claras advertencias de Jehová?
7 ¿Cómo evitamos a los falsos maestros? No los saludamos ni los recibimos en nuestro hogar. Nunca leemos ni escuchamos la propaganda que difunden a través de la televisión, la página impresa o Internet, y tampoco añadimos nuestros comentarios a las páginas personales que tienen en la Red. ¿Por qué somos tan firmes? Por amor. En primer lugar, porque amamos a Jehová, “el Dios de la verdad”. Por eso no nos interesan las manipulaciones que contradicen su Palabra de verdad (Sal. 31:5; Juan 17:17). Y en segundo lugar, porque amamos a su organización, gracias a la cual hemos aprendido cosas como el nombre divino y su significado, el propósito con que fue creada la Tierra, el estado de los muertos y la esperanza de la resurrección. ¿Recordamos cómo nos sentimos cuando nos explicaron por primera vez estas maravillosas verdades? Entonces, ¿para qué escuchar a los apóstatas, a quienes les encanta insultar a la organización que tanto nos ha enseñado? Solo lograríamos contagiarnos de su amargura (Juan 6:66-69).
8 ¡Que digan lo que quieran los falsos maestros! No les haremos el menor caso. ¿Para qué íbamos a hacerlo? Son pozos secos que solo ofrecen engaños e insatisfacciones. Estamos decididos a ser leales a Jehová y a su organización, la cual lleva mucho tiempo saciando nuestra sed con las refrescantes aguas de la Biblia (Isa. 55:1-3; Mat. 24:45-47).
Busquemos perlas escondidas
it-2 pág. 629
Pelícano
Después de comer hasta saciarse, el pelícano suele volar a un lugar solitario, donde adopta una postura melancólica, hundiendo la cabeza en los hombros y quedándose tan inmóvil que podría confundírsele desde lejos con una piedra blanca. Permanece en esta postura varias horas seguidas, por lo que se asemeja a ese estado de quieta melancolía al que alude el salmista cuando ilustra la intensidad de su pena: “Me parezco al pelícano del desierto”. (Sl 102:6.) Aquí la palabra “desierto” no se refiere necesariamente a una zona árida, sino simplemente a un lugar alejado de zonas pobladas, tal vez una extensión pantanosa. Los terrenos pantanosos de la parte N. del valle del Jordán son aún el hábitat de los pelícanos durante ciertas épocas. En Israel se encuentran tres variedades de pelícanos. El más común es el pelícano vulgar (Pelecanus onocrotalus), mientras que el pelícano ceñudo (Pelecanus crispus) y el pelícano africano (Pelecanus rufescens) son menos abundantes.
El pelícano muestra una clara preferencia por lugares deshabitados donde no le moleste el hombre. Allí anida y empolla a su cría, y también se retira después de pescar. Debido a su inclinación por los lugares solitarios y desolados, la Biblia lo utiliza como un símbolo de desolación total. Para simbolizar la venidera desolación de Edom, Isaías predijo que el pelícano tomaría posesión de esa tierra. (Isa 34:11.) Sofonías profetizó que los pelícanos morarían entre los capiteles de las columnas de Nínive, lo que indicaba un total arruinamiento y la completa desaparición de la vida humana. (Sof 2:13, 14.)