“No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo [...] te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia.”
“No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, [den] a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo.”