¡AY, NO! ¿Qué está haciendo la gente ahora? ¡Orando a un becerro! ¿Por qué están haciendo esto?
Cuando Moisés se queda mucho tiempo en la montaña, el pueblo dice: ‘No sabemos qué le ha pasado a Moisés. Vamos a hacernos un dios que nos saque de esta tierra.’
‘Está bien,’ dice Aarón el hermano de Moisés. ‘Quítense sus pendientes de oro, y tráiganmelos.’ Cuando el pueblo hace esto, Aarón los derrite y hace un becerro de oro. Y el pueblo dice: ‘¡Este es nuestro Dios, que nos sacó de Egipto!’ Entonces tienen una fiesta grande, y adoran el becerro de oro.
Cuando Jehová ve esto, se enoja mucho. Y le dice a Moisés: ‘Apresúrate y baja. El pueblo se está portando muy mal. Han olvidado mis leyes y se inclinan ante un becerro de oro.’
Moisés baja enseguida de la montaña. Y al acercarse, esto es lo que ve. ¡La gente está cantando y bailando alrededor del becerro! Moisés se enoja tanto que tira las dos piedras planas que tienen las leyes, y éstas se rompen en pedazos. Entonces le echa mano al becerro y lo derrite. Entonces lo hace polvo.
El pueblo ha hecho algo muy malo. Por eso Moisés les dice a unos hombres que empuñen sus espadas. ‘Los malos que adoraron el becerro deben morir,’ dice. ¡Por eso los hombres matan a 0 personas! ¿No muestra esto que hay que tener cuidado para adorar solo a Jehová y no a dioses falsos?