ARTÍCULO DE ESTUDIO 51
¿Cuánto conocemos a Jehová?
“Los que conocen tu nombre confiarán en ti; tú nunca abandonarás a los que te buscan, oh, Jehová” (SAL. 9:10).
CANCIÓN 34 Hagamos honor a nuestro nombre
AVANCE: Muchas personas creen que Dios existe, pero no lo conocen de verdad. ¿Qué significa conocer a Jehová? Y ¿qué podemos aprender de Moisés y del rey David sobre cómo tener una amistad estrecha con él? En este artículo, vamos a responder estas preguntas.
1, 2. Como muestra la experiencia de Angelito, ¿qué debemos hacer cada uno de nosotros?
¿SON tus padres testigos de Jehová? Si es así, recuerda que la amistad con Dios no se hereda. Tanto si nuestros padres le sirven como si no, cada uno de nosotros debe esforzarse por hacerse amigo de Jehová.
2 Veamos el caso de un hermano llamado Angelito, que se crio en una familia de Testigos. Cuando era joven, no se sentía muy cerca de Dios. Reconoce: “Servía a Jehová solo porque quería hacer lo mismo que mi familia”. Pero entonces decidió dedicar tiempo a leer la Biblia y a meditar en ella, y también comenzó a orar con más frecuencia. Él dice cuál fue el resultado: “Me di cuenta de que solo si conocía bien a mi querido Padre, Jehová, podía sentirme cerca de él”. Su experiencia plantea dos preguntas importantes: ¿qué diferencia hay entre saber algo sobre Jehová y conocerlo bien? Y ¿cómo llegamos a conocer a Jehová?
3. ¿Qué diferencia hay entre saber algo sobre Jehová y conocerlo bien?
3 Tal vez creamos que conocemos a Jehová porque sabemos su nombre o algunas de las cosas que ha dicho y hecho. Pero conocerlo bien implica algo más. Tenemos que dedicar tiempo a aprender acerca de él y sus maravillosas cualidades. Solo entonces empezaremos a comprender lo que lo motiva a hablar y actuar. Eso nos ayudará a saber si le gusta lo que pensamos y hacemos. Una vez que hemos entendido lo que Jehová espera de nosotros, debemos hacerlo.
4. ¿Cómo nos ayudará analizar algunos ejemplos de la Biblia?
4 Es posible que algunas personas se burlen de nosotros porque queremos servir a Jehová, y puede que se opongan todavía más cuando empecemos a ir a las reuniones. Pero, si confiamos en Dios, él nunca nos abandonará. Así pondremos la base para tener una amistad con él que dure toda la vida. ¿De verdad podemos conocer así de bien a Jehová? Por supuesto. Los ejemplos de hombres imperfectos, como Moisés y el rey David, prueban que sí es posible. A continuación, analizaremos lo que hicieron y veremos cómo llegaron a conocer a Jehová y qué podemos aprender de su ejemplo.
MOISÉS VIO “AL QUE ES INVISIBLE”
5. ¿Qué decidió hacer Moisés?
5 Moisés actuó de acuerdo con lo que aprendió. Cuando tenía unos 40 años, decidió ponerse del lado del pueblo de Dios, los hebreos, en vez de ser conocido como “hijo de la hija del faraón” (Heb. 11:24). Moisés dio la espalda a una posición importante. Al ponerse de parte de los hebreos, que eran esclavos en Egipto, se arriesgó a sufrir la ira del faraón, un gobernante poderoso al que se consideraba un dios. Sin duda, Moisés demostró una extraordinaria fe y confianza en Jehová. Esa confianza es la base de una amistad permanente (Prov. 3:5).
6. ¿Qué aprendemos del ejemplo de Moisés?
6 ¿Qué aprendemos? Que, igual que Moisés, todos debemos decidir si serviremos a Dios y seremos parte de su pueblo o no. Servir a Jehová quizás implique abandonar lo que apreciamos y sufrir la oposición de quienes no lo conocen. Pero, si confiamos en nuestro Padre celestial, estamos seguros de que nos ayudará.
7, 8. ¿Qué siguió aprendiendo Moisés?
7 Moisés siguió aprendiendo sobre las cualidades de Jehová y a hacer su voluntad. Por ejemplo, cuando Jehová le pidió que liberara a la nación de Israel, a Moisés le faltó confianza en sí mismo y le dijo varias veces que no se sentía capacitado para esa misión. En respuesta, Dios le mostró gran compasión y lo ayudó (Éx. 4:10-16). Como resultado, Moisés pudo dar al faraón unos fuertes mensajes de condenación. Después, vio a Jehová utilizar su poder cuando salvó a los israelitas y acabó con el faraón y sus ejércitos en el mar Rojo (Éx. 14:26-31; Sal. 136:15).
8 Después que Moisés sacó a los israelitas de Egipto, ellos se quejaban constantemente. Durante todo ese tiempo, Moisés observó la enorme paciencia con la que Jehová trató al pueblo que había librado de la esclavitud (Sal. 78:40-43). También fue testigo de su extraordinaria humildad, pues Jehová cambió de opinión cuando Moisés se lo pidió (Éx. 32:9-14).
9. ¿Cómo describe Hebreos 11:27 la relación de Moisés con Jehová?
9 Tras el éxodo, Moisés llegó a tener una relación tan estrecha con Jehová que era como si viera a su Padre celestial (Hebreos 11:27). De hecho, la Biblia dice: “Jehová le hablaba a Moisés cara a cara, tal como le hablaría un hombre a otro” (Éx. 33:11).
10. ¿Qué debemos hacer para conocer bien a Jehová?
10 ¿Qué nos enseña esto? Que, para conocer bien a Jehová, además de aprender sobre sus cualidades, debemos hacer su voluntad. Y ¿cuál es su voluntad hoy día? La Biblia responde: “Que toda clase de personas se salven y lleguen a tener un conocimiento exacto de la verdad” (1 Tim. 2:3, 4). Una manera de hacer su voluntad es enseñando a otras personas acerca de él.
11. ¿Por qué llegamos a conocer mejor a Jehová cuando enseñamos a otros sobre él?
11 Por regla general, llegamos a conocer mejor a Jehová cuando enseñamos a otros sobre él. Por ejemplo, vemos pruebas claras de su compasión cuando nos dirige hacia las personas que tienen una buena actitud de corazón (Juan 6:44; Hech. 13:48). Somos testigos del poder de la Palabra de Dios cuando nuestros estudiantes logran vencer malas costumbres y comienzan a ponerse la nueva personalidad (Col. 3:9, 10). Y el que Jehová dé a las personas del territorio numerosas oportunidades de conocerlo y salvarse es una prueba de su paciencia (Rom. 10:13-15).
12. Según Éxodo 33:13, ¿qué pidió Moisés, y por qué?
12 Moisés valoró su amistad con Jehová. Incluso tras realizar muchos milagros en nombre de Dios, le pidió con respeto que le permitiera conocerlo mejor (Éxodo 33:13). Moisés tenía entonces más de 80 años, pero sabía que aún le quedaba mucho por aprender sobre su cariñoso Padre celestial.
13. ¿Cuál es una manera de demostrar que valoramos nuestra amistad con Dios?
13 ¿Qué lección aprendemos? Que siempre debemos valorar nuestra amistad con Jehová, no importa cuánto tiempo llevemos sirviéndole. Una manera de demostrarlo es hablando con él en oración.
14. ¿Por qué es esencial la oración para conocer mejor a Jehová?
14 Las amistades fuertes solo pueden existir si hay una buena comunicación. Por eso, acerquémonos a Jehová orándole con frecuencia, sin ningún miedo a contarle lo que pensamos y sentimos (Efes. 6:18). Una hermana de Turquía llamada Krista explica: “Cada vez que le digo a Jehová lo que pienso y veo cómo me ayuda, lo quiero más y confío más en él. Ver sus respuestas a mis oraciones me ha ayudado a verlo como mi Padre y mi Amigo”.
“UN HOMBRE QUE COMPLACE A MI CORAZÓN”
15. ¿Qué dijo Jehová sobre el rey David?
15 El rey David nació en una nación dedicada a Dios. Pero no se limitó a seguir las tradiciones religiosas de su familia. Él mismo se hizo amigo de Dios, y Jehová le tenía un cariño especial. De hecho, dijo que David era un hombre que complacía a su corazón (Hech. 13:22). ¿Cómo logró David tener una relación tan estrecha con Jehová?
16. ¿Qué aprendió David sobre Jehová observando la creación?
16 David aprendió sobre Jehová gracias a la creación. Cuando era joven, pasó muchas horas en el campo cuidando las ovejas de su padre. Quizás fue entonces cuando empezó a meditar en lo que había hecho Jehová. Por ejemplo, cuando observaba el cielo nocturno, no veía solo un manto de estrellas, sino que también percibía las cualidades de quien las había creado. Por eso, se sintió motivado a escribir: “Los cielos declaran la gloria de Dios; las alturas proclaman la obra de sus manos” (Sal. 19:1, 2). También veía la inmensa sabiduría de Jehová cuando meditaba en cómo están hechos los seres humanos (Sal. 139:14). Al tratar de comprender la complejidad de las obras de Dios, se sentía insignificante (Sal. 139:6).
17. ¿Qué podemos aprender si meditamos en la creación?
17 ¿Qué lección aprendemos? Prestemos atención a la creación. No nos conformemos con vivir en este hermoso planeta que Jehová ha creado; dejémonos fascinar por él. Al realizar nuestras actividades diarias, meditemos en lo que nos enseña sobre Dios todo lo que nos rodea: las plantas, los animales y las personas. De ese modo, todos los días estarán llenos de lecciones sobre nuestro cariñoso Padre (Rom. 1:20). Y veremos crecer cada día el amor que sentimos por él.
18. Como muestra el Salmo 18, ¿qué reconoció David?
18 David percibió la ayuda de Jehová. Por ejemplo, cuando defendió a las ovejas de su padre de un león y un oso, reconoció que pudo matar a esos animales salvajes gracias a la ayuda divina. Cuando venció al gigante Goliat, vio con claridad que Jehová lo guiaba (1 Sam. 17:37). Y también se dio cuenta de la intervención de Jehová cuando logró escapar del celoso rey Saúl (Sal. 18). Una persona orgullosa se habría atribuido el mérito por todo eso. Pero David era humilde, y por eso pudo ver la mano de Jehová en su vida (Sal. 138:6).
19. ¿Qué nos enseña el ejemplo de David?
19 ¿Qué nos enseña su ejemplo? Que, además de pedirle a Jehová que nos ayude, debemos intentar ver cómo y cuándo lo hace. Si somos humildes y reconocemos nuestras limitaciones, nos resultará muy evidente que Jehová nos da lo que nos falta. Y, cada vez que percibamos su ayuda, nuestra amistad con él se hará más fuerte. Así le ocurrió a Isaac, un hermano de Fiyi que lleva muchos años sirviendo a Jehová. Dice: “Cuando pienso en lo que ha sido mi vida, me doy cuenta de cómo me ha ayudado Jehová desde que comencé a estudiar la Biblia. Eso hace que sea muy real para mí”.
20. ¿Cómo le benefició a David tener una buena relación con Dios, y qué aprendemos de ello?
20 David copió las cualidades de Jehová. Dios nos creó con la capacidad de imitarlo (Gén. 1:26). Cuanto más sabemos sobre su personalidad, más podemos parecernos a él. David trataba a otras personas como lo haría su Padre celestial porque lo conocía bien. Pensemos en un incidente de la vida de este rey. Pecó contra Jehová cuando cometió adulterio con Bat-Seba y después hizo que mataran a su esposo. Pese a ello, Jehová fue misericordioso con él (2 Sam. 11:1-4, 15). ¿Por qué? Porque imitaba a Dios y había sido misericordioso con otras personas. Como David fue muy amigo de Jehová, llegó a ser uno de los reyes más queridos y aquel con quien Dios comparaba a los demás reyes de Israel (1 Rey. 15:11; 2 Rey. 14:1-3).
21. De acuerdo con Efesios 4:24 y 5:1, ¿cuáles son los resultados de imitar a Dios?
21 ¿La lección? Debemos imitar a Dios. Eso no solo nos beneficiará, sino que nos permitirá conocerlo mejor. Cuando procuramos que nuestra personalidad refleje la de Dios, demostramos que somos sus hijos (lea Efesios 4:24; 5:1).
ESFORCÉMONOS POR CONOCER MEJOR A JEHOVÁ
22, 23. ¿Qué sucederá si ponemos en práctica lo que aprendamos sobre Jehová?
22 Como hemos visto, Jehová se da a conocer mediante la creación y su Palabra, la Biblia. Este libro singular está lleno de ejemplos de siervos fieles de Dios a los que podemos imitar, como Moisés y David. Jehová ha hecho su parte. Ahora nos toca a nosotros hacer lo posible por conocerlo.
23 Nunca dejaremos de aprender sobre Jehová (Ecl. 3:11). Pero lo importante no es cuánto sabemos sobre él, sino qué hacemos con lo que sabemos. Si ponemos en práctica lo que aprendemos y tratamos de imitar a nuestro cariñoso Dios, él seguirá acercándose a nosotros (Sant. 4:8). En su Palabra, nos asegura que nunca dejará a los que lo buscan.
CANCIÓN 1 Los atributos de Jehová
LA ATALAYA (EDICIÓN DE ESTUDIO)