ARTÍCULO DE ESTUDIO 43

Démosle a Jehová devoción exclusiva

Démosle a Jehová devoción exclusiva

“Jehová es un Dios que exige devoción exclusiva” (NAH. 1:2).

CANCIÓN 7 Dedicación cristiana

AVANCE: Estamos dedicados a servir a Jehová. Pero ¿le servimos solo a él? Las decisiones que tomamos dan respuesta a esta pregunta. Veamos dos campos que pueden ayudarnos a medir hasta dónde llega nuestra devoción a Jehová.

1. ¿Por qué merece Jehová que le demos devoción exclusiva?

 JEHOVÁ merece que le demos devoción exclusiva porque nos creó y nos dio la vida (Apoc. 4:11). Pero, aunque amamos y respetamos a Jehová, hay cosas que pueden atraernos e impedir que le demos la devoción que merece. Para evitarlo, tenemos que entender cómo puede ocurrir eso. Sin embargo, primero veamos qué implica dar a Dios devoción exclusiva.

2. Según Éxodo 34:14, ¿qué no haremos si le damos a Jehová devoción exclusiva?

2 La Biblia relaciona el amor intenso que sentimos por Jehová con la devoción a él. Y darle devoción exclusiva significa que lo adoramos solo a él. No dejamos que nada ni nadie ocupe su lugar en nuestro corazón (lea Éxodo 34:14).

3. ¿En qué se basa nuestra devoción a Jehová?

3 Nuestra devoción a Jehová se basa en lo que hemos aprendido sobre él. Hemos llegado a admirar sus hermosas cualidades. Sabemos lo que le gusta y lo que no, y estamos de acuerdo con ello. Comprendemos cuál es su propósito para nosotros y le damos nuestro apoyo viviendo de acuerdo con sus normas. Nos sentimos honrados de que nos dé la oportunidad de ser sus amigos (Sal. 25:14). Todo lo que aprendemos sobre nuestro Creador nos acerca más a él (Sant. 4:8).

4. a) ¿Qué usa el Diablo para que no le demos a Jehová devoción exclusiva? b) ¿Qué vamos a ver en este artículo?

4 El Diablo controla este mundo y lo usa para manipular nuestros deseos y debilidades (Efes. 2:1-3; 1 Juan 5:19). Quiere que lleguemos a amar otras cosas y no le demos a Jehová devoción exclusiva. Vamos a ver dos campos en los que puede lograrlo. Primero, nos tienta para que consigamos riquezas. Y, segundo, trata de influirnos para que escojamos mal el entretenimiento.

CUIDADO CON EL AMOR AL DINERO

5. ¿Por qué debemos tener cuidado con llegar a amar el dinero?

5 Todos queremos tener suficiente comida, ropa adecuada y un lugar apropiado donde vivir. Pero debemos tener cuidado con llegar a amar el dinero. Hoy día, muchas personas son “amantes del dinero” y de lo que este puede comprar (2 Tim. 3:2). Jesús sabía que sus seguidores podrían sentir la tentación de tener este amor, así que dijo: “Nadie puede ser esclavo de dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o le será leal a uno y despreciará al otro. No pueden ser esclavos de Dios y a la vez de las Riquezas” (Mat. 6:24). Quien adora a Dios y a la vez dedica demasiado tiempo y esfuerzo a hacerse rico está tratando en cierto modo de servir a dos amos. No le da a Jehová devoción exclusiva.

Así se veían algunos laodicenses. Así los veían Jehová y Jesús. (Vea el párrafo 6).

6. ¿Qué aprendemos de lo que Jesús le dijo a la congregación de Laodicea?

6 Hacia finales del siglo primero, los cristianos de la congregación de la ciudad de Laodicea presumían de que eran ricos, habían conseguido riquezas y no necesitaban absolutamente nada. Pero a la vista de Jehová y Jesús eran desdichados, dignos de lástima, pobres y ciegos, y estaban desnudos. Jesús no los corrigió porque fueran ricos, sino porque su amor a las riquezas estaba dañando su amistad con Jehová (Apoc. 3:14-17). Si nos damos cuenta de que en nuestro interior crece el deseo de tener posesiones, tomemos de inmediato medidas correctivas (1 Tim. 6:7, 8). En caso contrario, nuestro corazón estará dividido y Jehová no aceptará nuestra adoración, pues él “exige devoción exclusiva” (Deut. 4:24). ¿Qué podría llevarnos a dar demasiada importancia al dinero?

7, 8. Explique que le ocurrió a un anciano llamado David?

7 Veamos el caso de un diligente anciano de Estados Unidos llamado David. Él se define como un empleado responsable. En la empresa donde trabajaba, consiguió un ascenso, e incluso llegó a ser considerado uno de los mejores del país en su especialidad. Cuenta: “En aquel entonces pensé que todo ese éxito se debía a la bendición de Jehová”. Pero ¿era así?

8 David empezó a notar que su trabajo estaba afectando a su amistad con Jehová. Explica: “En las reuniones y hasta en la predicación, andaba pensando en los problemas del trabajo. Ganaba mucho dinero, pero cada vez me sentía más estresado y comencé a tener dificultades en mi matrimonio”.

9. ¿Qué hizo David y que aprendemos de su experiencia?

9 Entonces, David se dio cuenta de que debía reevaluar sus prioridades. Dice: “Me resolví a corregir la situación”. Así que se propuso hacer algunos cambios en su horario de trabajo y le presentó el plan a su jefe. El resultado fue que perdió el empleo. ¿Y qué hizo? Cuenta: “Al día siguiente, entregué la solicitud para ser precursor auxiliar de continuo”. Para mantenerse, él y su esposa empezaron a hacer trabajos de limpieza. Después de un tiempo, David comenzó el precursorado regular y más adelante su esposa también se hizo precursora. Escogieron un empleo que muchos desprecian, pero eso no es lo más importante para ellos. Aunque sus ingresos son una décima parte de los que tenían antes, todos los meses cuentan con lo necesario para cubrir sus gastos. Quieren poner a Jehová por encima de todo, y han experimentado de primera mano que él cuida a los que buscan primero el Reino (Mat. 6:31-33).

10. ¿Cómo podemos proteger el corazón?

10 Tengamos poco o mucho en sentido material, debemos proteger el corazón. ¿Cómo? Evitando el amor a las riquezas y no permitiendo que nuestro empleo sea más importante que nuestro servicio a Jehová. Para saber si eso nos está pasando, preguntémonos: “¿Pienso a menudo en el trabajo mientras estoy en las reuniones o predicando? ¿Me preocupo constantemente por mi seguridad económica en el futuro? ¿Tengo problemas en mi matrimonio por culpa del dinero y las cosas materiales? ¿Estaría dispuesto a aceptar un trabajo que otros menosprecian si de este modo pudiera servir más a Jehová?” (1 Tim. 6:9-12). Cuando nos hagamos este autoexamen, recordemos que Jehová nos ama y les hace esta promesa a quienes le sirven de corazón: “Nunca te dejaré y jamás te abandonaré”. Por esa razón, el apóstol Pablo dio este consejo: “Que su modo de vivir esté libre del amor al dinero” (Heb. 13:5, 6).

ESCOJAMOS BIEN EL ENTRETENIMIENTO

11. ¿Cómo puede afectarnos el entretenimiento?

11 Jehová quiere que disfrutemos de la vida, y el entretenimiento puede contribuir a eso. De hecho, la Biblia dice que “no hay nada mejor para el hombre que comer, beber y disfrutar de su duro trabajo” (Ecl. 2:24). Ahora bien, gran parte del entretenimiento que el mundo ofrece es perjudicial, pues corrompe los valores morales y empuja a la gente a aceptar o incluso amar cosas que la Palabra de Dios condena.

¿Quién prepara el entretenimiento que escogemos? (Vea los párrafos 11 a 14). *

12. De acuerdo con 1 Corintios 10:21, 22, ¿por qué debemos escoger bien el entretenimiento?

12 Nosotros deseamos darle a Jehová devoción exclusiva, así que no podemos comer de “la mesa de Jehová” y de “la mesa de los demonios” (lea 1 Corintios 10:21, 22). Por lo general, comer con alguien es una señal de amistad. Escoger entretenimiento que fomenta la violencia, el ocultismo, la inmoralidad u otros deseos y actitudes carnales es lo mismo que sentarnos a comer con los enemigos de Dios y tomar lo que ellos han preparado. Si lo hacemos, nos perjudicamos a nosotros mismos y dañamos nuestra amistad con Jehová.

13, 14. a) ¿En qué sentido se puede comparar el entretenimiento a la comida? b) Teniendo en cuenta lo que dice Santiago 1:14, 15, ¿por qué no debemos alimentar malos deseos?

13 ¿En qué sentido se puede comparar el entretenimiento a la comida? Cuando comemos, controlamos lo que metemos en la boca. Pero, una vez que lo tragamos, se inician una serie de procesos automáticos que resultan en que los nutrientes de los alimentos lleguen a formar parte de nuestro organismo. Una buena alimentación nos ayuda a estar sanos, mientras que una mala alimentación daña nuestra salud. Los efectos no se ven de un día para otro, sino con el tiempo.

14 De modo parecido, cuando elegimos el entretenimiento, controlamos lo que metemos en la mente. Pero después se inician una serie de procesos automáticos que influyen en lo que pensamos y sentimos. El entretenimiento bueno nos hace sentir bien, mientras que el inapropiado nos perjudica (lea Santiago 1:14, 15). Es posible que los efectos no se vean de inmediato, pero se harán evidentes con el tiempo. Por ese motivo, la Biblia nos advierte: “No se engañen: nadie puede burlarse de Dios. Porque lo que uno esté sembrando es lo que cosechará. El que siembra pensando en su carne cosechará de su carne la corrupción” (Gál. 6:7, 8). Así que es muy importante que rechacemos todas las diversiones que promueven las cosas que Jehová odia (Sal. 97:10).

15. ¿Qué regalo nos ha dado Jehová?

15 A muchos siervos de Jehová les encanta ver JW Broadcasting®, nuestro canal de televisión por Internet. Una hermana llamada Marilyn dijo: “Este canal me ha ayudado a ser más positiva, y no tengo que controlar lo que veo. Cuando me siento sola o desanimada, siempre encuentro un discurso o una adoración matutina que me levanta el ánimo. Eso me acerca más a Jehová y a su organización. JW Broadcasting me ha cambiado por completo la vida”. ¿Estamos aprovechando este regalo de Jehová? Además del programa que se presenta cada mes, podemos ver en cualquier momento numerosos videos, así como escuchar programas en audio y canciones edificantes.

16, 17. ¿Por qué debemos controlar con cuidado el tiempo que dedicamos al entretenimiento, y cómo podemos hacerlo?

16 La clase de entretenimiento no es lo único que debemos controlar con atención. También debemos vigilar el tiempo que le dedicamos, porque, si no, podemos pasar más tiempo divirtiéndonos que sirviendo a Jehová. A muchos les resulta difícil controlarse. Por ejemplo, una hermana de 18 años llamada Abigail cuenta: “Después de un día de mucha actividad, me relaja sentarme a ver la televisión. Pero, si no voy con cuidado, puedo pasarme horas frente a la pantalla”. Y un joven llamado Samuel dice: “A veces, he estado viendo sin parar videos cortos en Internet. Empiezo con uno y, antes de darme cuenta, se me han ido tres o cuatro horas”.

17 ¿Cómo podemos controlar el tiempo que le dedicamos al entretenimiento? Primero, averigüemos cuánto es en realidad. Para ello, podríamos anotar en un calendario las horas que pasamos durante una semana viendo la televisión, navegando por Internet y jugando con nuestro dispositivo móvil. Si descubrimos que dedicamos demasiado tiempo a estas cosas, tratemos de hacer un horario. Incluyamos primero las actividades más importantes y luego fijemos tiempo para el entretenimiento. Después, pidámosle a Jehová que nos ayude a apegarnos a ese horario. Así tendremos el tiempo y las energías que necesitamos para el estudio personal de la Biblia, la adoración en familia, las reuniones y la obra de predicar y hacer discípulos. Además, no nos sentiremos culpables de dedicar un rato al entretenimiento.

SIGAMOS DÁNDOLE A JEHOVÁ DEVOCIÓN EXCLUSIVA

18, 19. ¿Cómo podemos demostrar que le damos a Jehová devoción exclusiva?

18 Después de escribir sobre el fin del mundo de Satanás y sobre el nuevo mundo que vendrá, el apóstol Pedro dijo: “Amados, ya que están esperando estas cosas, hagan todo lo posible para que al final él los encuentre sin mancha, sin defectos y en paz” (2 Ped. 3:14). Cuando seguimos este consejo y hacemos todo lo posible por mantenernos limpios moral y espiritualmente, demostramos que le damos a Jehová devoción exclusiva.

19 Satanás y su mundo seguirán tentándonos para que cambiemos nuestras prioridades (Luc. 4:13). Pero, sean cuales sean los problemas que afrontemos, no permitiremos que nada ni nadie ocupe el lugar de Jehová en nuestro corazón. Estamos resueltos a darle lo que solamente él merece: nuestra devoción exclusiva.

CANCIÓN 51 Mi Amigo, mi Padre, mi Dios

^ párr. 52 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN. A nadie le gustaría comer alimentos que se hayan contaminado en una cocina sucia. Entonces, ¿por qué vamos a querer ver entretenimiento contaminado con violencia, ocultismo o inmoralidad?