1. ¿Qué tipo de preguntas nos podrían hacer nuestros compañeros de trabajo o de clase?

 ¿CÓMO se siente cuando un compañero de trabajo o de clase le pregunta sobre sus creencias? ¿Se pone un poco nervioso? Muchos nos sentimos así. Pero ese tipo de preguntas nos puede decir mucho de lo que opina o siente la otra persona, y también nos da la oportunidad de predicar. Sin embargo, a veces alguien puede lanzar una pregunta con un tono desafiante, y eso no debería extrañarnos. Quizás se ha dejado llevar por lo que otras personas han dicho de nosotros (Hech. 28:22). Además, vivimos en “los últimos días”, un periodo en el que muchos no están “dispuestos a llegar a ningún acuerdo” y son “feroces” (2 Tim. 3:1, 3).

2. ¿Por qué es bueno ser apacible?

² Tal vez se pregunte cómo puede ser amable y mantener la calma cuando alguien cuestiona con dureza sus creencias. Hay una cualidad que lo ayudará: la apacibilidad. La persona apacible no se enoja fácilmente y es capaz de controlar sus nervios cuando la provocan o no sabe qué responder (Prov. 16:32). Quizás usted piense que comportarse así es muy difícil. Pero es posible desarrollar esta cualidad. ¿Cómo? ¿Qué sugerencias lo ayudarán a ser apacible cuando otra persona quiera debatir con usted sobre sus creencias? Y, si tiene hijos, ¿cómo puede ayudarlos a defender su fe con apacibilidad? Veamos.

3. ¿Por qué decimos que las personas apacibles en realidad son fuertes? (2 Timoteo 2:24, 25).

³ La persona apacible no es débil, sino fuerte. Mantener la calma ante situaciones difíciles exige mucha fuerza interior. La apacibilidad es un aspecto del “fruto del espíritu” (Gál. 5:22, 23). La palabra griega que se ha traducido “apacibilidad” a veces se utilizaba para describir a un caballo salvaje que había sido domado. ¿Se imagina el cambio? De ser un caballo salvaje a ser un caballo manso..., manso pero fuerte. ¿Y nosotros? ¿Cómo podemos ser apacibles y fuertes a la vez? No podemos lograrlo solos; necesitamos pedirle a Dios su espíritu. Está demostrado que la apacibilidad no es inalcanzable. Por ejemplo, muchos Testigos han mostrado esa hermosa cualidad cuando otras personas han querido ponerse a discutir con ellos, y esto ha ayudado a otros a llevarse una buena impresión de los Testigos (lea 2 Timoteo 2:24, 25). ¿Qué puede hacer para que la apacibilidad sea una de sus virtudes?

4. ¿Qué aprendemos del ejemplo de Isaac?

⁴ En muchos relatos de la Biblia se destaca el valor de la apacibilidad. Por ejemplo, cuando Isaac vivía en Guerar, los filisteos, que eran los habitantes del lugar, empezaron a envidiarlo, y taparon con tierra los pozos que habían cavado los siervos de su padre. En lugar de pelear para conservar sus pozos, Isaac se mudó lejos y cavó otros (Gén. 26:12-18). Pero los filisteos empezaron a decir que el agua de ese lugar también era de ellos. A pesar de todo, Isaac mantuvo la calma (Gén. 26:19-25). ¿Qué lo ayudó a ser apacible incluso cuando lo provocaban con tanta insistencia? Seguro que aprendió mucho del ejemplo de sus padres. Abrahán actuaba de manera pacífica, y Sara tenía un carácter “tranquilo y apacible” (1 Ped. 3:4-6; Gén. 21:22-34).

5. ¿Qué ejemplo muestra que los padres pueden enseñarles a sus hijos a valorar la apacibilidad?

⁵ Los padres cristianos también pueden enseñarles a sus hijos a valorar la apacibilidad. Veamos lo que le pasó a Maxence, que tiene 17 años. Él tenía que tratar con personas groseras en la escuela y en la predicación. Con paciencia, sus padres lo ayudaron a ser apacible. Ellos cuentan: “Nuestro hijo ha llegado a entender que exige más fuerza interior controlarse que enojarse o pagar con la misma moneda”. ¡Qué bien que la apacibilidad ahora es una de las virtudes de Maxence!

6. ¿Cómo nos ayuda la oración a ser más apacibles?

⁶ Imagínese en una situación muy tensa. Por ejemplo, alguien dice cosas desagradables sobre Jehová o se burla de lo que enseña la Biblia. ¿Qué nos puede ayudar? Pedirle a Jehová que nos dé su espíritu y sabiduría para responder de una manera apacible. ¿Y qué podemos hacer si nos damos cuenta de que teníamos que haber respondido mejor? Hablar de nuevo con Jehová y pensar en cómo podríamos manejar la situación la próxima vez. Si hacemos eso, él nos dará su espíritu santo para que logremos controlarnos y mostrar apacibilidad.

7. Cuando surgen situaciones tensas, ¿cómo nos puede ayudar saber de memoria algunos textos bíblicos? (Proverbios 15:1, 18).

⁷ Algunos textos bíblicos nos pueden ayudar a hablar con apacibilidad cuando surgen situaciones tensas o difíciles. El espíritu santo puede hacer que recordemos esos versículos (Juan 14:26). Por ejemplo, el libro de Proverbios contiene principios que nos ayudan a ser apacibles (lea Proverbios 15:1, 18). También nos muestra las ventajas de controlarnos en circunstancias estresantes (Prov. 10:19; 17:27; 21:23; 25:15).

8. ¿Qué es bueno tener en cuenta cuando alguien cuestiona nuestras creencias?

⁸ La perspicacia también nos puede ayudar (Prov. 19:11). La persona perspicaz sabe controlarse cuando alguien cuestiona sus creencias. Pongamos un ejemplo. Cuando vemos un iceberg, solo vemos la puntita; la parte más grande se esconde debajo del agua. Lo mismo puede pasar cuando alguien nos hace una pregunta; muchas veces no sabemos la verdadera razón por la que nos la hizo. Por eso, antes de responder, es bueno recordar que quizás no sepamos por qué la persona sacó el tema (Prov. 16:23).

9. ¿Cómo demostró Gedeón que era perspicaz y apacible?

⁹ Pensemos en Gedeón. En una ocasión, los hombres de Efraín le reprocharon con rabia que no los hubiera invitado a ir con él a luchar contra los enemigos de Israel. ¿Qué se escondía detrás de esos reproches? ¿Será que tenían el orgullo herido? En cualquier caso, Gedeón fue perspicaz, respetó sus sentimientos y les respondió con apacibilidad. ¿Cuál fue el resultado? “Cuando les habló así, ellos se calmaron” (Juec. 8:1-3).

10. ¿Qué nos puede ayudar a reaccionar bien cuando nos pregunten sobre nuestras creencias? (1 Pedro 3:15).

¹⁰ Tal vez un compañero de trabajo o de clase nos pregunte cuál es nuestra postura sobre alguna cuestión moral. Claro, queremos defender nuestras creencias, pero debemos hacerlo respetando el punto de vista de la otra persona (lea 1 Pedro 3:15). Algo que nos puede ayudar es ver la pregunta como una oportunidad de descubrir lo que le preocupa a la persona, y no como un ataque o una crítica. Sin importar el motivo por el que la persona nos haya sacado el tema, es bueno que respondamos de forma amable y calmada. Eso quizás la lleve a cuestionar su propia opinión. Nuestra meta siempre debe ser tratar a las personas con amabilidad, incluso si nos hablan con dureza o sarcasmo (Rom. 12:17).

11, 12. ¿Qué es lo primero que debemos hacer antes de responder? Dé un ejemplo de cómo eso puede dar pie a una conversación agradable. (Vea también la imagen).

¹¹ Imaginemos que un compañero de trabajo nos pregunta por qué no celebramos los cumpleaños. ¿En qué podríamos pensar antes de responder? ¿Será que cree que no nos dejan pasar un buen rato? ¿O le preocupa que echemos a perder el buen ambiente de trabajo? Podríamos empezar diciéndole que agradecemos mucho que se interese en sus compañeros y luego asegurarle que a nosotros también nos gusta tener un buen ambiente en el trabajo. Quizás eso lo tranquilice y abra la puerta para una conversación agradable sobre lo que da a entender la Biblia acerca de los cumpleaños.

¹² Podríamos hacer algo parecido cuando surjan otros temas polémicos. Por ejemplo, un compañero de clase quizás diga que los testigos de Jehová deberían cambiar su punto de vista sobre la homosexualidad. ¿Dirá eso porque tiene una idea equivocada de lo que creen los Testigos? ¿Tendrá un amigo o un familiar homosexual? ¿Pensará que odiamos a los homosexuales? Tal vez tengamos que asegurarle que nos preocupamos por todas las personas y que respetamos el derecho que tienen a tomar sus propias decisiones (1 Ped. 2:17). b Quizás así nos dé la oportunidad de explicarle por qué es bueno seguir las normas de la Biblia.

13. ¿Cómo se puede ayudar a alguien que dice que creer en Dios es ridículo?

¹³ Si alguien que no está de acuerdo con nuestras creencias expresa con firmeza su opinión, no nos precipitemos y demos por hecho que sabemos lo que cree (Tito 3:2). Digamos que un compañero de clase te dice que es ridículo creer en Dios. ¿Darías por sentado que él cree en la evolución y sabe mucho del tema? En realidad puede que nunca le haya dado muchas vueltas al asunto. Por eso, en vez de ponerte a debatir sobre la evolución, lo mejor es decirle algo que lo deje pensando. Quizás podrías enviarle un enlace a un artículo o video de jw.org sobre la creación. Es posible que después esté dispuesto a ver alguno más contigo. Hablarle con respeto tal vez lo anime a replantearse su opinión.

14. ¿Cómo usó Niall jw.org para ayudar a un compañero que tenía una idea equivocada sobre los Testigos?

¹⁴ Un adolescente llamado Niall usó jw.org para ayudar a alguien que tenía ideas equivocadas sobre nosotros. Niall dijo: “Tenía un compañero de clase que siempre estaba diciéndome que yo no creía en la ciencia y que confiaba más en un libro de cuentos que en las pruebas”. Como su compañero no lo dejaba explicar sus creencias, Niall le decía que viera en jw.org la sección “La Biblia y la ciencia”. Más tarde, Niall tuvo la impresión de que su compañero había leído la información, y le resultó más fácil hablar con él sobre el origen de la vida. A nosotros también nos puede ir así de bien.

15. ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a sus hijos a responder con apacibilidad?

¹⁵ Los padres pueden enseñarles a sus hijos a responder con apacibilidad cuando alguien cuestione sus creencias (Sant. 3:13). Lo que hacen algunos padres es tener sesiones de práctica durante la adoración en familia. Analizan temas que podrían surgir en la escuela y escenifican cómo responder. Además, les enseñan a sus hijos a hablar de una manera apacible y que despierte el interés. (Vea el recuadro “ Las sesiones de práctica pueden ayudar a su familia”).

16, 17. ¿Cómo pueden ayudar a los jóvenes las sesiones de práctica?

¹⁶ Practicar en familia no solo ayuda a los jóvenes a presentar argumentos convincentes, sino que también los convence a ellos mismos de que sus creencias tienen fundamento. La sección “Jóvenes” de jw.org incluye la sección “Ponlo por escrito”, que está diseñada para fortalecer la fe de los jóvenes y ayudarlos a explicar en sus propias palabras sus creencias. Si analizamos en familia esa información y la sección “Los jóvenes preguntan”, todos aprenderemos a defender nuestra fe de una manera apacible e interesante.

¹⁷ Un joven llamado Matthew dice que las sesiones de práctica lo han ayudado mucho. En la adoración en familia, muchas veces investiga con sus padres temas que podrían surgir en clase. Él explica: “Nos imaginamos posibles situaciones que podrían presentarse y practicamos cómo manejarlas teniendo en cuenta lo que hemos estudiado. Cuando tengo claro por qué creo lo que creo, me siento seguro y se me hace más fácil ser apacible con los demás”.

18. Según Colosenses 4:6 ¿a qué debemos darle importancia?

¹⁸ Tener argumentos lógicos a veces no basta para convencer a otros. Pero expresarnos con tacto y apacibilidad puede ayudar (lea Colosenses 4:6). Hablar con alguien sobre nuestras creencias es como tirarle una pelota. Se la podemos tirar suavemente o lanzar con fuerza. Cuando la pasamos con suavidad, es más fácil que la otra persona la atrape y siga jugando. De la misma manera, si nos expresamos con tacto y apacibilidad, es más probable que la persona quiera seguir escuchando y no corte la conversación. Claro está, si alguien quiere discutir o burlarse de nosotros, no estamos obligados a seguir con la conversación (Prov. 26:4). Pero la mayoría de las personas no son así; muchas tal vez nos escuchen.

19. ¿Qué nos puede motivar a ser apacibles a la hora de defender nuestras creencias?

¹⁹ Como vimos, ponerse la meta de ser apacible tiene muchas ventajas. Pídale a Jehová que le dé fuerzas para ser apacible cuando otros saquen temas polémicos o lo critiquen injustamente. No olvide que la apacibilidad impedirá que una diferencia de opinión se convierta en un debate acalorado. Y es posible que una respuesta respetuosa y apacible haga que algunos se replanteen su opinión sobre nosotros y sobre las enseñanzas bíblicas. Así que esté siempre listo “para presentar una defensa [...] con apacibilidad y profundo respeto” (1 Ped. 3:15). ¡Sea apacible y a la vez fuerte!