NʼOCHUFWENYAJ 33
Daniel, nʼoelh toj iwoyek naten
«Dios wuj tä aihumin» (DAN. 9:23).
NʼOTENEK 73 Danos fuerzas y valor
AVANCE a
1. ¿Atsi mʼak toj tamenej toj babilonios matche toj itetshan Daniel?
CUANDO Daniel era joven, los babilonios lo hicieron prisionero de guerra y se lo llevaron muy lejos de su tierra y de su hogar. Pero a pesar de su juventud no pasó desapercibido. A los babilonios les llamó la atención lo que tenían “ante los ojos”: un joven “sin ningún defecto físico y de buena apariencia” que venía de una familia importante (1 Sam. 16:7). Así que decidieron capacitarlo para que formara parte de la alta sociedad de Babilonia (Dan. 1:3, 4, 6).
2. ¿Chi malhyej (Ep hote) Heowa letichunhayaj toj itiyej Daniel? (Ezequiel 14:14).
2 Jehová amaba a Daniel, pero no por su aspecto físico o su posición social, sino por la clase de persona que había decidido ser. Sabemos que esto es así porque, cuando Daniel tenía unos 20 años o incluso menos, Jehová lo mencionó junto con hombres tan fieles como Noé y Job, que le habían servido durante mucho tiempo (Gén. 5:32; 6:9, 10; Job 42:16, 17; lee Ezequiel 14:14). Y Jehová nunca dejó de amar a Daniel, quien tuvo una vida larga y extraordinaria (Dan. 10:11, 19).
3. ¿Atsi mʼak toj natetshanla toj ihi nʼochufwenyajna?
3 En este artículo hablaremos de dos cualidades de Daniel que lo convirtieron en una persona muy valiosa para Jehová. Primero definiremos estas cualidades y repasaremos algunas situaciones en las que Daniel las demostró. Después veremos lo que hizo Daniel para desarrollar estas cualidades. Y por último hablaremos de lo que podemos hacer para seguir su ejemplo. Aunque este artículo se escribió pensando en los jóvenes, todos podemos aprender mucho de Daniel.
TEN DANIEL TOJ LETʼOTLE TʼUN
4. ¿Atsi lewhay toj Daniel inʼalit pʼante toj tʼotle tʼun?
4 Las personas valientes pueden sentir miedo, pero no dejan que eso les impida hacer lo correcto. Daniel fue un joven muy valiente. Veamos dos ocasiones en las que demostró esta cualidad. La primera probablemente ocurrió unos dos años después de que los babilonios destruyeran Jerusalén. Resulta que el rey Nabucodonosor tuvo un sueño muy inquietante en el que vio una estatua enorme. Más tarde, les ordenó a todos los sabios de Babilonia, incluido a Daniel, que le dijeran lo que había soñado y lo que significaba. Si no lo hacían, los mataría a todos (Dan. 2:3-5). Daniel no tenía tiempo que perder; había muchas vidas en juego. Así que “le pidió al rey que le concediera tiempo para revelarle la interpretación” (Dan. 2:16). Hacer esto exigía fe y valor. ¿Por qué? Porque la Biblia no dice que él hubiera interpretado sueños antes. Daniel habló con tres amigos suyos, Sadrac, Mesac y Abednego, b y “les pidió que le suplicaran misericordia al Dios del cielo en cuanto a ese secreto” (Dan. 2:18). Jehová respondió sus oraciones, y con su ayuda Daniel pudo interpretar el sueño del rey. ¡Él y sus amigos escaparon de la muerte!
5. ¿Atsi elh lewhay toj Daniel inʼalit pʼante toj tʼotle tʼun?
5 Algún tiempo después de interpretar el sueño de la estatua enorme, Daniel enfrentó otra situación que exigía valor. Nabucodonosor tuvo otro sueño escalofriante; esta vez vio un árbol gigantesco. Daniel fue valiente y le explicó a Nabucodonosor el significado del sueño. Entre otras cosas, le dijo que se volvería loco y que dejaría de ser rey por algún tiempo (Dan. 4:25). Nabucodonosor podría haber pensado que Daniel se estaba poniendo en su contra y haber ordenado que lo ejecutaran. Pero Daniel se armó de valor y no le ocultó ningún detalle.
6. ¿Atsi mʼak toj nʼalej pʼante toj tachʼote Daniel toj tʼotle tʼun?
6 ¿Qué es posible que ayudara a Daniel a ser valiente toda la vida? Seguro que de joven aprendió mucho del buen ejemplo de sus padres. Ellos obedecieron las instrucciones que Jehová les había dado a los padres israelitas, y le enseñaron la Ley de Dios (Deut. 6:6-9). Daniel no solo conocía los Diez Mandamientos, sino que también estaba muy al tanto de los alimentos que los israelitas podían consumir y de los que no (Lev. 11:4-8; Dan. 1:8, 11-13). c Además, conocía la historia del pueblo de Dios y sabía lo que les pasaba cuando no obedecían las normas de Jehová (Dan. 9:10, 11). Todo lo que le sucedió a lo largo de su vida lo convenció de que Jehová y sus poderosos ángeles siempre estaban ahí para apoyarlo (Dan. 2:19-24; 10:12, 18, 19).
7. ¿Atsi mʼak elh toj tachʼote Daniel toj tʼotle tʼun? (Hate tetshan nʼopeyak).
7 Daniel tenía la costumbre de estudiar lo que habían escrito los profetas de Dios, como por ejemplo Jeremías. Gracias a eso, con el tiempo llegó a la conclusión de que el destierro de los judíos en Babilonia estaba a punto de acabar (Dan. 9:2). Seguro que, al ver cómo se iban cumpliendo las profecías, su confianza en Jehová se hacía más fuerte. Y, cuando una persona confía mucho en Jehová, tiene una valentía increíble (compara esta idea con Romanos 8:31, 32, 37-39). Lo que más ayudaba a Daniel es que le oraba mucho a su Padre celestial (Dan. 6:10). Le confesaba sus pecados, le contaba todo lo que sentía y le pedía ayuda (Dan. 9:4, 5, 19). Como cualquier ser humano, Daniel no nació siendo valiente. Tuvo que desarrollar esa cualidad, y lo hizo estudiando, orando y confiando en Jehová.
8. ¿Atsi mʼak toj tachʼotla namehen toj lhatʼotle tʼunhen?
8 Aunque nuestros padres sean valientes y nos animen a serlo, el valor no se hereda; debemos poner de nuestra parte. La valentía es como una habilidad; hay que aprenderla. Para dominar una habilidad tienes que fijarte bien en el maestro y copiar lo que hace. Pues para ser valiente hay que fijarse bien en quienes son así y hacer lo mismo que ellos. ¿Qué nos ha enseñado Daniel? Que tenemos que estudiar a fondo la Biblia, hacernos amigos de Jehová orándole mucho y desde el corazón, y confiar en que él siempre nos dará su apoyo. Si hacemos todo esto, seremos valientes cuando se ponga a prueba nuestra fe.
9. ¿Atsi mʼak toj ikalhi elh toj tʼotle tʼun?
9 Ser valiente da buenos resultados. Pensemos en lo que le pasó a Ben, d de Alemania. En su escuela, todos creían en la evolución y pensaban que lo que dice la Biblia sobre la creación no es más que un mito. Un día le dieron la oportunidad de explicar ante toda la clase por qué estaba convencido de que la vida fue creada por Dios, y habló de sus creencias con mucho valor. ¿Con qué resultado? Él cuenta: “Mi profesor me escuchó con atención y les dio a todos mis compañeros una copia de la información que yo había preparado para apoyar mis argumentos”. ¿Cómo reaccionaron sus compañeros? Ben dice: “Muchos me escucharon con una mente abierta y dijeron que me admiraban”. Su experiencia demuestra que las personas valientes suelen ganarse el respeto de los demás y pueden hacer que otros sientan curiosidad y deseen saber más de Jehová. Está claro que vale la pena esforzarse por ser valiente.
TEN DANIEL TOJ TʼIFWTINTSAJ
10. ¿Atsi mʼak toj hope nʼotʼifwtinyaj?
10 En la Biblia, la palabra hebrea que se traduce “lealtad” o “amor leal” transmite la idea de cariño y apego profundos. Muchas veces se utiliza para hablar del amor que Dios siente por sus siervos. Esa misma palabra también se usa para referirse al amor que se tienen los siervos de Dios (2 Sam. 9:6, 7). Jehová espera que nosotros también le seamos leales a él. Y esa lealtad puede hacerse más fuerte con el paso del tiempo. Esto se ve claramente en el caso del profeta Daniel.
11. Lewhay toj Daniel hiwʼen 90 nekchamis, ¿atsi mʼak toj yelhte letʼifwtinyaj? (Tetshan nʼopeyak toj ichun).
11 A lo largo de su vida, Daniel demostró su lealtad a Jehová muchas veces. Pero, cuando tenía más de 90 años, pasó por una prueba extremadamente difícil. En esa época Babilonia estaba bajo el control de los medos y los persas, y el rey era Darío. Algunos funcionarios de la corte odiaban a Daniel y no respetaban a Jehová. Así que tramaron un plan para deshacerse de Daniel. Lograron que Darío firmara una ley que ponía a Daniel entre la espada y la pared: tenía que ser leal a Dios o al rey. Para demostrar su lealtad al rey y no llamar la atención, lo único que tenía que hacer era dejar de orarle a Jehová por 30 días. Daniel se mantuvo firme, y acabó en el foso de los leones. Pero Jehová lo rescató y así recompensó su lealtad (Dan. 6:12-15, 20-22). ¿Qué nos ayudará a ser tan leales como Daniel?
12. ¿Atsi mʼak toj Daniel iwoye pʼante hopkhilak ikhajyen letʼifwtinyaj toj itiyej Heowa?
12 Para ser leales a Jehová es necesario amarlo profundamente. Daniel se mantuvo leal a su Padre celestial porque lo amaba muchísimo. Es muy probable que alimentara ese amor pensando en las cualidades de Jehová y en cómo las demostraba (Dan. 9:4). Además, Daniel meditaba con un corazón agradecido en todas las cosas buenas que Jehová había hecho por él y por su pueblo (Dan. 2:20-23; 9:15, 16).
13. a) ¿Atsi nʼolhelhtshayaj toj tatayhla mamses wet lhutshay toj tachumhoplhi Heowa? Enlhi ejemplo. (Hate tetshan nʼopeyak). b) ¿Atsi toj nafwenhihola nʼoelh toj yʼatshan namehen che wichi toj yen lhometa Heowa lhaithatche nʼokey toj hinʼu toj imayej hinʼu wok atsinha toj imayej atsinha? (Toj ihi jw.org yahin video «El resultado de la verdadera rectitud será paz»).
13 Igual que Daniel, nuestros jóvenes están rodeados de personas que no respetan ni a Jehová ni sus normas. Puede que esas personas desprecien a quienes dicen que aman a Dios y hasta puede que algunas presionen a nuestros jóvenes para que dejen de ser leales a Jehová. Eso fue lo que le pasó a Gabriel, que vive en Australia. Cuando era adolescente se le presentó una prueba muy complicada en clase. La profesora les preguntó a los estudiantes qué harían si un amigo les contara que es homosexual. Les dijo que se pusieran a un lado los que apoyarían la conducta del amigo, y al otro lado los que no. Gabriel cuenta: “Todos se pusieron en el lado de los que estaban a favor menos otro Testigo y yo”. Lo que pasó después fue una auténtica prueba de lealtad para Gabriel. Él recuerda: “Todavía faltaba mucho para que se acabara la clase, y nuestros compañeros y hasta la profesora se pasaron todo ese tiempo insultándonos y burlándose de nosotros. Hice todo lo que pude por mantener la calma y explicar bien mis creencias, pero no me quisieron escuchar”. ¿Cómo se sintió Gabriel? Él lo explica así: “Claro, no me gustó que me insultaran, pero me sentí superfeliz porque fui leal a Jehová y defendí mi fe”.
14. ¿Atsi mʼak toj iwoyek nawoye hopkhilak nilhok lewhay natʼifwtiyej Heowa?
14 Como Daniel, podemos ser siempre leales a Jehová si nos esforzamos por amarlo con todo el corazón. Para que ese amor crezca cada vez más, tenemos que conocer bien su personalidad, y una manera de hacerlo es estudiando las cosas que él ha creado (Rom. 1:20). Joven, ¿qué ayudas tienes para que el amor y el respeto que sientes por Jehová sean cada vez más grandes? En la sección “¿Lo diseñó alguien?” hay videos y artículos cortos que puedes ver. También podrías repasar los folletos ¿Es la vida obra de un Creador? y El origen de la vida. Fíjate en lo que dijo sobre estas publicaciones una hermana joven de Dinamarca llamada Esther: “Me encantan los razonamientos de estos folletos. No te dicen lo que tienes que creer, sino que te presentan los hechos para que llegues a tus propias conclusiones”. Ben, mencionado en el párrafo 9, dice: “Estos artículos y folletos fortalecieron mucho mi fe. Me demostraron que Dios creó la vida”. Después de estudiar esta información probablemente estarás de acuerdo con lo que dice Apocalipsis 4:11: “Jehová nuestro Dios, tú mereces recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas”. e
15. ¿Atsi iyhaj mʼayhay toj iwoyek nawoye hopkhilak tʼaytshi toj naise Heowa?
15 Otra cosa que nos ayudará a amar más a Jehová es estudiar la vida de su Hijo, Jesús. Esto es lo que hizo una hermana joven que vive en Alemania y se llama Samira. Ella dice: “Llegué a conocer mejor a Jehová a través de Jesús”. De niña, a Samira le costaba mucho entender que Jehová tuviera sentimientos, pero no le pasaba lo mismo con Jesús. Ella cuenta: “Me gustaba Jesús porque quería a los niños y era fácil ser amigo de él”. Cuanto más lo conocía, más fuerte se hacía su amistad con Jehová. ¿Por qué? Samira explica: “Poco a poco entendí que Jesús se parece mucho a su Padre; lo imita a la perfección. Y me di cuenta de que una de las razones por las que Jehová envió a su Hijo a la Tierra es para que la humanidad lo conozca mejor a él” (Juan 14:9). Joven, si quieres fortalecer tu amistad con Jehová, ¿por qué no te propones conocer bien a Jesús? Si lo haces, tu amor por Jehová y tu lealtad a él serán cada vez más fuertes.
16. ¿Atsi mʼak toj tamenej toj matche toj is che natʼifwtintses? (Salmo 18:25; Miqueas 6:8).
16 Por lo general, las personas que son leales tienen amistades más fuertes y duraderas (Rut 1:14-17). Además, si somos leales a Jehová, tenemos paz interior. ¿Por qué? Porque nos da tranquilidad saber que él promete ser leal con sus amigos leales (lee Salmo 18:25; Miqueas 6:8). El Creador todopoderoso quiere ser nuestro amigo para siempre aunque somos muy pequeños comparados con él. ¿Verdad que eso es maravilloso? Ninguna prueba ni enemigo puede romper esa amistad, ni siquiera la muerte (Dan. 12:13; Luc. 20:37, 38; Rom. 8:38, 39). Sin duda, vale la pena seguir el ejemplo de Daniel y ser leales a Jehová.
TUJLHACHE TOJ LETAFWELEJ DANIEL
17, 18. ¿Atsi mʼayhay iyhaj toj ichufwen namejen Daniel laka ejemplo?
17 En este artículo hemos hablado de dos cualidades de Daniel. Pero podemos aprender muchas más cosas de su vida. Por ejemplo, Jehová hizo que Daniel tuviera sueños y visiones, y le dio la capacidad de interpretar mensajes proféticos. Muchas de esas profecías ya se han cumplido, y otras nos dan información sobre cosas que pasarán en el futuro y que afectarán a todos los habitantes de la Tierra.
18 El siguiente artículo hablará de dos profecías del libro de Daniel. Entenderlas bien nos ayuda a todos, tanto jóvenes como mayores, a tomar buenas decisiones ahora. Estas profecías también nos ayudarán a ser más valientes y leales, y así estaremos preparados para enfrentar las pruebas que pronto llegarán.
NʼOTENEK 119 Nawatla lhatʼekhahyaj
a Los jóvenes que sirven a Jehová enfrentan situaciones que ponen a prueba su valentía y su lealtad. Puede que sus compañeros de clase se burlen de ellos diciéndoles que solo los tontos creen en la creación, adoran a Dios o siguen sus normas. Pero, como veremos en este artículo, quienes imitan al profeta Daniel y sirven a Jehová con valor y lealtad en realidad son muy sabios.
b Estos son los nombres que les dieron los babilonios.
c Hay tres posibles razones por las que Daniel rechazó los alimentos que le ofrecieron los babilonios. Primero, puede que la carne fuera de animales que la Ley prohibía comer (Deut. 14:7, 8). Segundo, tal vez la carne no estaba bien desangrada (Lev. 17:10-12). Y, tercero, quizás consumir esos alimentos se consideraba parte de un ritual de adoración a dioses falsos (compara esta idea con lo que dicen Levítico 7:15 y 1 Corintios 10:18, 21, 22).
d Se han cambiado algunos nombres.
e También puedes estudiar el libro Acerquémonos a Jehová, que analiza a fondo sus cualidades y su personalidad. Esta publicación te ayudará a amarlo todavía más.